Era “el plato fuerte musical” del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife de 2018, pero no actuó nunca pese a que estaba contratado. El cantante colombiano Sebastián Yatra no acudió a su cita del lunes de Carnaval (12 de febrero) en la plaza de La Candelaria, pero el contrato para su actuación se firmó cuatro días después, el 16 de febrero, como si se hubiera celebrado. Así consta en el expediente administrativo que el Ayuntamiento estudia estos días para decidir si lo pone en manos de la Fiscalía o, como hizo con el Carnaval de 2019 y la actuación con sobrecostes de Juan Luis Guerra, abre una investigación administrativa reservada.
Lo que evidencia ese expediente es que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, en aquellos momentos gobernado por Coalición Canaria y el Partido Popular, actuó en todo momento al dictado de la propuesta musical que le formuló Radio Club Tenerife el 16 de enero, aceptando sus artistas y contratando el lote a través de un negociado sin publicidad y por la vía de urgencia, sin sujetarse a sus propias cláusulas, recogidas en el pliego de condiciones correspondiente, y evitando en todo momento penalizar al contratista por el incumplimiento, pese a estar expresamente previsto en el contrato.
Si la Ser había formulado su propuesta de artistas el 16 de enero, al día siguiente la concejala responsable del Organismo Autónomo de Fiestas, Gladis de León (Coalición Canaria), ya la proclamaba públicamente. En una reseña publicada por el periodista Humberto Gonar en El Día el 18 de enero, podía leerse lo siguiente: “De León cerró ayer la contratación de Sebastián Yatra, cantante y compositor colombiano conocido, en particular, por Traicionera. Será una velada de música de Carnaval que despegará ese lunes 12 de febrero. A las 00:00 horas, la orquesta Maquinaria, para subir al cielo musical con Sebastián Yatra, a las 1:30 horas. A las 3:15 horas, está prevista la actuación de Edwin Rivera, junto a la orquesta Sabrosa, para que a las cinco de la madrugada vuelva la Maquinaria, antes de que el público vaya a disfrutar de los churros”.
Todavía no se había redactado ni el pliego de condiciones ni por supuesto el contrato. Fue el 23 de enero cuando el pliego ya recogía la relación de artistas que se contratarían a la Cadena Ser, entre los que figuraba el colombiano, que ya había anunciado desde el 6 de enero en sus redes sociales que menos de 48 horas antes de lo que se cocinaba para él en Tenerife, estaría actuando en Barranquilla. Era imposible llegar a tiempo y los organizadores del Carnaval chicharerro deberían haberlo sabido.
Pero el nombre de Sebastián Yatra aparece en el pliego junto al de otros muchos artistas y unas condiciones que obligaban al contratista, entre otros extremos, a sustituir por “otra de igual renombre artístico y similar cuantía económica” si se diera el caso de que “alguna de las actuaciones no pudiera efectuarse”.
La actuación del colombiano no fue sustituida por la de otro artista porque lo que hizo Radio Club fue mover de fecha la actuación que el día anterior tenía prevista Carlos Baute, que en realidad aparecía en medio de una amplia oferta con un coste muy inferior. El venezolano debía haber cantado, siempre según el pliego de condiciones al que se remite en todo momento el contrato, junto a otros seis artistas por un importe total, con IGIC, de 21.400 euros. La actuación de Yatra estaba presupuestada en 40.660.
Ni se cumplía la exigencia del renombre artístico ni mucho menos la de la similar cuantía, por no mencionar que no se produjo nunca una sustitución sino un movimiento de fechas que, en última instancia, suponía la pérdida de un artista.
Pese a conocer estas circunstancias en el momento de la firma del contrato, es decir, cuatro días después de que quedara de manifiesto que el cantante Sebastián Yatra no había aparecido por Tenerife, el Organismo Autónomo de Fiestas no aplica las cláusulas suscritas con la Cadena Ser, que entre otras cuestiones contemplaba “una penalización económica proporcional a la gravedad del incumplimiento en una cuantía que puede alcanzar el 10% del contrato”. Esta cantidad no hubiera pasado en ningún caso los 17.655 euros porque la cuantía total pagada a Radio Club Tenerife fue de 176.500 euros.
Pero, ¿desde qué momento supo el Organismo de Fiestas o el Ayuntamiento de Santa Cruz que no iba a poder contar con esa actuación estelar de Sebastián Yatra, catalogada como “el plato fuerte musical” del Carnaval 2018? A tenor de lo que evidencia el expediente administrativo, debió haberlo sospechado desde el momento en el que el contratista, la Cadena Ser, no incluyó ninguna carta de exclusividad sobre Sebastián Yatra entre todas las que presentó el día 5 de febrero de 2018 para justiciar que se le contratara, es decir once días antes de que se firmara el contrato y una semana antes de la pretendida actuación que nunca tuvo lugar. Estaban todas las demás, incluida la de Carlos Baute, pero faltaba esa.
Sin embargo, el nombre del artista colombiano siguió apareciendo hasta el final, concretamente en la página 3 del pliego de cláusulas jurídico-administrativas, firmado el 23 de enero, al que se remite constantemente el contrato, suscrito el 16 de febrero. Y existe un pago de exactamente 40.660 euros, que se libra a favor de Radio Club Tenerife el 19 de febrero de 2018 que coincide al céntimo con el coste que había presupuestado el contratista por el concierto estelar de Sebastián Yatra. Los otros dos pagos, por importe de 32.100 euros y 103.790, que agrupan al resto de actuaciones, tienen fecha de 15 y 20 de febrero, respectivamente.
La concejala Gladys de León, responsable entonces del Organismo Autónomo de Fiestas y actualmente en la oposición en la Corporación santacrucera, no ha contestado a las preguntas enviadas a su gabinete de prensa el jueves.
Coalición Canaria ha pedido formalmente que el Ayuntamiento promueva una investigación reservada de carácter puramente administrativo y que a su frente se ponga a un funcionario o funcionaria con habilitación nacional. Fue lo que hizo la actual alcaldesa, Patricia Hernández (PSOE) cuando se descubrieron las irregularidades en la contratación de la banda cubana Orishas y el cantante dominicano Juan Luis Guerra, en el Carnaval de 2019. Pero convocados para deponer en dicha investigación tanto la concejala De León como el exgerente del Organismo Autónomo de Fiestas, ambos se negaron a declarar.