La carta de despedida que recibió la pareja de Tomás Gimeno no decía nada de las niñas

Tenerife Ahora

16 de junio de 2021 15:34 h

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El 27 de abril, a las 17.00 horas, Tomás Gimeno dejó a la pequeña Olivia en clases de alemán. En ese momento, entregó a su pareja, directora del centro, un estuche lapicero cerrado a conciencia con cinta de embalar y le pidió que lo abriera a las 23.00 horas. Ella hizo caso omiso a la petición y 20 minutos después descubrió que el estuche guardaba 6.200 euros y una carta de despedida. Este miércoles, un nuevo auto de la magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar confirmaba que en la misiva Gimeno no hacía referencia alguna a las pequeñas Anna y Olivia, por lo que su pareja no podía inutir que se estaba gestando la comisión de una acción ilegal. Una aclaración necesaria tras la publicación de una información errónea en varios medios que aseguraban que la mujer era conocedora de los planes y que no había denunciado el caso.

El dispositivo de búsqueda se activó horas después de aquel encuentro, cuando la madre de las niñas alertó a la Guardia Civil de que su expareja no le había devuelto a las menores. Desde entonces, no se paró de indagar sobre lo acontecido aquella fatídica noche. El pasado 10 de junio el buque oceanográfico Ángeles Alvariño localizó en el fondo marino dos bolsas de deporte, una de ellas rota y vacía y la otra conteniendo el cuerpo sin vida de Olivia.

La labor de búsqueda se centra ahora en localizar a Anna y a Tomás Gimeno, a quien el auto de la magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Güímar culpa de presuntamente matar a sus dos hijas en su casa de Igueste de Candelaria, envolviéndolas luego en toallas e introduciéndolas en bolsas de basura, que metió a su vez en bolsas de deporte para lanzarlas al mar sujetas a una cadena, un cabo y un ancla.

Cronología del caso

Martes, 27 de abril. Tomás Gimeno tenía que haber devuelto a las pequeñas, pero, tras mantener varias conversaciones con la madre, le advirtió de que no las volvería ver ni a él tampoco. Horas antes, un vigilante del puerto vio cómo sacó de su vehículo y cargó en la embarcación, que tiene un pequeño camarote, bolsos, maletas y bolsas de ropa. Tuvo que realizar tres viajes.

Antes de que se le perdiera el rastro definitivamente, el padre de las niñas regresó a tierra después de una incursión en el mar de una hora y media aproximadamente, y fue con su vehículo a una gasolinera cercana al puerto a comprar un cargador de móvil.

De vuelta al puerto, lo cargó en la garita del vigilante de la Marina y zarpó de nuevo, esta vez la definitiva.

Embarcación de Tomás Gimeno, el padre de las niñas desaparecidas, sacada del agua para su análisis Efe

El barco fue hallado horas más tarde sin ocupantes y a la deriva frente a la costa este de la isla, a varios kilómetros al sur, a más de una milla del Puertito de Güímar.

Miércoles, 28 de abril. Los medios de comunicación se hacen eco de la desaparición y la Guardia Civil comienza a desplegar un dispositivo de búsqueda tras interceptar el barco a la deriva por la salvamar Tenerife y Punta Salinas, trasladándolo al puerto de Santa Cruz de Tenerife para su investigación.

Jueves, 29 de abril. Se da a conocer que la madre de las niñas denunció a la Guardia Civil que su expareja la llamó para decirle que no iba a verlas más, ni a él tampoco. Asimismo, la mujer ya se había quejado en diciembre ante la Benemérita de que Tomás Gimeno la había amenazado verbalmente, pero no quiso presentar denuncia.

Ese día, el rastreo amplió su radio de acción desde la punta de Anaga, al noreste de la isla, hasta Güímar. Los medios aéreos y marítimos desplegados en este dispositivo peinaron la zona por la que sospechaban que pudo haber transitado la embarcación. En este dispositivo de búsqueda participaban servicios aéreos y marítimos de la Guardia Civil, así como efectivos de Salvamento Marítimo y un helicóptero del 1-1-2 del Gobierno de Canarias. En paralelo a estas labores, un equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil revisaba la embarcación en la dársena pesquera del puerto de Santa Cruz.

También trascendió a los medios que las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del Puerto Deportivo Marina Tenerife revelaban que Gimeno zarpó solo pasada la medianoche. Según pudieron captar las cámaras, el hombre llegó con su coche a las 21.30 horas, lo aparcó frente a su pantalán y de él descargó una serie de bolsos; sin embargo, el guardián que hacía el turno de noche, que lo vio de frente, en ningún momento localizó a las niñas, ni las cámaras revelaron si estaban con él.

Asimismo, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Güímar, en Tenerife, incoó las diligencias previas en relación con la desaparición por la presunta comisión de un delito de secuestro. La investigación fue declarada secreta, tal y como informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

Este día, los medios movilizados en el dispositivo de búsqueda localizaron un silla infantil de retención en vehículos flotando en el mar.

Viernes, 30 de abril. A primera hora de la mañana se da a conocer que la sillita que se encontró flotando en el mar era propiedad de la familia. Asimismo, la Guardia Civil mantiene activo un amplio dispositivo de búsqueda y anuncia que se sumará el cuerpo especializado en los casos más complicados, que ya intervino en otros de amplia repercusión mediática como el de Diana Quer, Gabriel Cruz o Asunta Basterra: Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO).

También ese viernes se publica que los investigadores encuentran restos de sangre en el barco. La Guardia Civil extiende entonces la búsqueda de las menores desaparecidas junto a su padre a la zona sureste de la isla.

Sábado, 1 de mayo. La UCO se incorpora en la búsqueda de los desaparecidos mientras que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar dicta una orden de búsqueda internacional del padre y sus dos hijas, de 1 y 6 años.

Lunes, 3 de mayo. La Guardia Civil certifica que el padre llevó a cabo una transferencia de unos 55.000, aproximadamente, desde una de sus cuentas corrientes bancarias a otra justo el día antes de llevarse a sus dos hijas consigo. Asimismo, se investiga que Gimeno pudo haber desactivado el GPS de su embarcación con el objetivo de no dejar pistas sobre el itinerario que realizó desde que salió por última vez del puerto deportivo.

Martes, 4 de mayo. Se descubre que la sangre hallada en el barco el viernes, 30, pertenece al padre. El delegado del Gobierno de Canarias, Anselmo Pestana, ofrece una rueda de prensa para aclarar algunas informaciones difundidas los días previos y confirma que la búsqueda de las niñas se desplaza al sur, siguiendo las corrientes: “Todas las unidades están comprometidas con este caso”, puntualizó.

El buque del Instituto Español de Oceanografía Ángeles Alvariño, este lunes en el puerto de la capital tinerfeña Efe

Miércoles, 5 de mayo. Los investigadores del caso de las niñas Anna y Olivia continúan con el rastreo de los movimientos bancarios realizados por Gimeno antes de desvanecerse y, hasta ahora, los que se han detectado son compatibles con sus actividades empresariales.

Sábado, 8 de mayo. Se descubre que Tomás Gimeno no habría soportado la idea de ver a sus hijas con el nuevo novio de su expareja. La Guardia Civil investiga todas las pistas e información aportada por la ciudadanía y también el movimiento de varios barcos en los días posteriores a la desaparición.

13 de mayo. La Guardia Civil incorpora a su investigación el informe realizado por la agencia de detectives que contrató el padre de las niñas a finales de julio de 2020 para espiar a Beatriz Z., madre de las niñas.

17 de mayo. La Guardia Civil prevé incorporar un sonar y un robot marino del Instituto Español de Oceanografía (IEO) para que se sumen al dispositivo de búsqueda de las niñas Anna y Olivia, desaparecidas junto a su padre, Tomás Gimeno, el pasado 27 de abril en la isla de Tenerife.

18 de mayo. Nuevo registro en casa del padre de las niñas, el quinto ya, esta vez con perros para detectar material biológico de las pequeñas. El registro termina sin pruebas concluyentes.

19 de mayo. La Guardia Civil saca del agua la embarcación de Tomás Gimeno que apareció a la deriva frente al Puertito de Güímar para analizarla con perros. El registro termina sin pruebas concluyentes.

25 de mayo. El delegado del Gobierno de Canarias, Anselmo Pestana, anuncia que el buque con sonar “llegará esta semana” y que está convencido de que “se empezará a utilizar” en cuanto esté en la isla.

Asimismo, la madre de las niñas publica una nueva misiva en el Día Internacional de los Niños Desaparecidos: “Hace cuatro semanas se detuvo el tiempo para mí”, apunta.

29 y 30 de mayo. Llega a Tenerife el buque con sonar y robot submarino y se comienza a trabajar en la búsqueda de Anna y Olivia. Con esta tecnología la Guardia Civil pretende rastrear el fondo submarino en un área delimitada por el geoposicionamiento del móvil de Tomás Gimeno, obtenido a través de un duplicado de su tarjeta horas después de que se le perdiera el rastro.

31 de mayo. Comienza el rastreo del fondo marino en busca de las niñas

Comienzos de junio. La búsqueda con el barco no arroja pistas sobre el paradero de las niñas, pero, tras varios días, la embarcación se desplaza hacia el sur de la isla siguiendo la costa en dirección hacia el lugar en el que apareció a la deriva la lancha de Tomás Gimeno.

7 de junio. Hallazgo de una botella de oxígeno y una sábana a unos 1.000 metros de profundidad.

10 de junio. La Guardia Civil localiza el cuerpo de Olivia, la mayor de las dos hermanas, en una bolsa de deporte amarrada a un ancla a unos 1.000 metros de profundidad frente a la bocana del puerto de Santa Cruz de Tenerife, a unas 3 millas de la costa.

16 de junio. El barco se desplaza hacia el sur para continuar con el rastreo cuando quedan pocas horas para dar por finalizada la búsqueda. La Delegación del Gobierno realiza gestiones para alargar la operación unos días más.