Si alguÌn negacionista del cambio climaÌtico hubiera estado este lunes en la sala de conferencias del Liceo Taoro, en el municipio tinerfeño de La Orotava, para ver el desfile de datos que expuso el cientiÌfico y divulgador Emilio Cuevas, se habría ido a la cama con una perspectiva muy diferente sobre este problema mundial. Desde luego, habriÌa sido conveniente que alguÌn asesor de Donald Trump, presidente de EEUU, hubiera estado alliÌ. De entrada, hay que decir que Cuevas lanzó un mensaje bien nítido: “El cambio climaÌtico es irreversible pero podemos rebajarlo con medidas correctoras que tendrán efecto a partir de 2030”.
Con motivo del mes de la Tierra en esa institución sociocultural de La Orotava, se inauguroÌ el lunes una serie de actividades y ponencias en relacioÌn con el calentamiento global, cambio de modelos energeÌticos y cine naturista, un ciclo que se abrió con la charla-exposición reseñada del investigador Emilio Cuevas.
Emilio Cuevas es doctor en Ciencias FiÌsicas por la Universidad Complutense de Madrid, especializado en fiÌsica de la atmoÌsfera y geofiÌsica. También es el director del Centro de InvestigacioÌn AtmosfeÌrica de IzanÌa (en el parque nacional del Teide), adscrito a la Agencia Estatal de MeteorologiÌa; autor y coautor de numerosos artiÌculos cientiÌficos, y tutor de varias tesis doctorales tanto en la Universidad de La Laguna como en otros centros de la misma iÌndole en el territorio espanÌol.
Con un proyector encendido y un puÌblico expectante, empezoÌ su exposicioÌn con el nombre ¿QueÌ le estaÌ pasando al clima? Cambio climático en Canarias. La evidencia de los datos. SeguÌn recordó Cuevas, el Observatorio de IzanÌa estaÌ por encima del mar de nubes que se crea en la isla de Tenerife y todos los datos que se recogen de las observaciones realizadas en esa zona son representativos de la regioÌn subtropical a lo largo del globo terraÌqueo.
De hecho, desde Izaña se coordinan constantemente con el Observatorio de Manua Loa en la isla de Hawai y, a pesar de este hallarse a 13.000 kiloÌmetros de distancia y de que hay factores como la latitud o la altitud que intervienen en el proceso del clima, los resultados que ambos arrojan en cuanto a las emisiones de gases son muy similares.
La importancia de la tendencia
GraÌfico tras graÌfico, Cuevas ilustroÌ el crecimiento exponencial de las moleÌculas de dioÌxido de carbono en la atmoÌsfera, que son las responsables del calentamiento global. “Ya hay 410 moleÌculas de CO en un milloÌn de moleÌculas de aire, y en el anÌo 1984, que es el de inicio [de los controles], apenas llegaÌbamos a las 300. Aunque pueda parecer poco en teÌrminos absolutos, si hablamos de energiÌa equivale a miles de bombas atoÌmicas”. El fiÌsico resaltoÌ que dichos gases ya se encuentran de forma natural en la atmoÌsfera, pero lo preocupante es coÌmo ha aumentado la cantidad en los uÌltimos 20 anÌos.
Para ilustrar mucho mejor a la ciudadaniÌa sobre esa evolucioÌn y el aumento de la temperatura, el Observatorio realizoÌ un graÌfico muy visual en el que se usoÌ distintas gamas de color azul para los anÌos maÌs frescos y rojo para los maÌs caÌlidos. A partir de los 2000, se veiÌa un dominio absoluto de los rojos hasta llegar al 2018. “Como veraÌn [y lo explicó a través de una diapositiva], hay anÌos sueltos en los que se cuela alguÌn azul y esto ocurre tambieÌn con otras mediciones, pero lo importante y lo que soporta todas las evidencias del cambio climaÌtico es que la tendencia va siempre en aumento”.
Escenarios económicos y sociales
Todos los modelos cientiÌficos de emisioÌn que hoy se realizan han ido perfeccionaÌndose desde los anÌos ochenta. Todos contrastan las predicciones en distintos escenarios econoÌmicos y terminan desembocando en el mismo aumento significativo de las emisiones de CO.
En su misioÌn de traducir las cifras a teÌrminos entendibles, Cuevas resaltoÌ la importancia de tomar medidas poliÌticas y econoÌmicas de cara al 2030-2040. “En estos proÌximos anÌos, siÌ es cierto que las medidas que se tomen daraÌn maÌs o menos igual porque ya se ha emitido demasiado, pero de cara a 2050 los cambios y las iniciativas para revertir esos efectos seraÌn fundamentales”.
El experto siÌ cree en la efectividad de las medidas estatales y puso como ejemplo el caso de la capa de ozono. De hecho, su primera charla divulgativa fue en 1995 en el Parlamento espanÌol ante diferentes poliÌticos acerca de esa cuestión.
Un futuro lleno de cambios
Una de las consecuencias inmediatas que se estaÌ viviendo a escala mundial es que la zona climaÌtica comúnmente conocida como subtropical se estaÌ ensanchando. De esta manera, los climas de las aÌreas templadas van a cambiar inevitablemente. Sin embargo, esto no es un proceso simeÌtrico, como no lo es tampoco en el archipieÌlago ni en la propia isla de Tenerife, puesto que en cada zona ocurre de forma distinta, pero no deja de ser una realidad.
Ya en un estudio de las temperaturas de la atmoÌsfera realizado en 2012 por el Observatorio de IzanÌa, se dieron cuenta de que, a pesar de que la maÌxima era estable, la miÌnima iba en aumento. “Canarias se caracterizaba por tener veranos maÌs bien suaves, pero desde los anÌos noventa las olas de calor son cada vez maÌs frecuentes y largas”, comentoÌ el ponente.
A eso Cuevas añadió que la temperatura del oceÌano ha aumentado un grado centiÌgrado desde los anÌos ochenta. Sobre todo lo han sentido las islas occidentales, donde la fauna marina ha cambiado precisamente por ello. También hay que sumar la acidificacioÌn del agua a escala mundial, puesto que el 50% del CO emitido va a parar al mar.
“Los principales afectados de esto son los moluscos con concha y los corales. La situacioÌn en las costas australianas es dramaÌtica por el emblanquecimiento de los arrecifes”, comentoÌ Cuevas. El remate a estas evidencias es el aumento del nivel del mar, que ya es de 20 centiÌmetros.
En cuanto a las tormentas, hay una certidumbre moderada para predecir su evolucioÌn. Nacen en Cabo Verde y se mueven hacia el oeste, evolucionando y estallando en la zona del Caribe. Pero Cuevas resaltoÌ que en los uÌltimos anÌos las tormentas que han azotado las islas tienen un caraÌcter tropical alarmante y, a pesar de que hay cierta certidumbre en cuanto a las predicciones, “las condiciones climaÌticas en el archipieÌlago son cada vez maÌs favorables a esos fenoÌmenos”.