Detectado un nuevo ejemplar de mosquito 'Aedes' en el aeropuerto de Tenerife sur
La Consejería de Sanidad, a través de la Dirección General de Salud Pública, ha activado de nuevo el protocolo previsto en el Sistema de Vigilancia Entomológica de las islas tras detectarse un ejemplar adulto de la especie Aedes albopictus en una de las trampas instaladas en la terminal del aeropuerto Tenerife Sur.
Se trata de la primera detección de mosquitos invasores asociada al tráfico aeroportuario en el archipiélago, según ha informado en una nota Sanidad, y debido a la zona de captura del ejemplar esta detección puntual parece estar vinculada al tránsito de maletas de pasajeros procedentes de áreas de riesgo donde el vector se encuentra establecido.
Tras la confirmación mediante secuenciación genómica del ejemplar, en la mañana de este viernes, el Comité de Vigilancia Entomológica de Canarias ha determinado, siguiendo el protocolo, las acciones a realizar tanto por la Dirección General de Salud Pública y el Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de la Universidad de La Laguna, como por parte de AENA y del Ayuntamiento de Granadilla de Abona, municipio en el que se ubica el aeropuerto.
Cabe recordar que el pasado mes de septiembre se produjo la primera detección de ejemplares adultos y larvas de Aedes albopictus en Canarias, en el municipio tinerfeño de Tacoronte y posteriormente en un área residencial en Santa Cruz de Tenerife, donde tras la activación del sistema de vigilancia y las labores de control y fumigación, llevan siete semanas sin hallazgos de esta especie.
El Aedes albopictus es un mosquito de color negro con rayas, más pequeño que los habituales en nuestro territorio, que aparece más en ambientes urbanos y se ha adaptado a reproducirse en pequeños puntos de agua generados por el hombre.
Es un vector de transmisión de enfermedades víricas en otras zonas geográficas donde esas patologías son endémicas, lo que no sucede en Canarias.
El Aedes suele picar durante el día y no por la noche y su picadura genera una fuerte reacción inflamatoria que va acompañada de un gran escozor. Se mueve cerca del suelo ágilmente y no produce ningún zumbido. Las hembras son las que pican, ya que necesitan alimentarse de sangre para reproducirse.
“Es importante señalar que no se han notificado picaduras y que la presencia del mosquito no supone que se produzca transmisión de enfermedades como el dengue, el zika, la fiebre amarilla o el chikungunya, ya que éstas no están presentes en nuestro territorio, salvo casos esporádicos importados”, concluye Sanidad.
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