La Policía Local de Santa Cruz de Tenerife propone llevar a la Fiscalía una manifestación de 10 personas contrarias a las medidas anti-covid en la isla

La Policía Local de Santa Cruz de Tenerife ha remitido un informe a la Fiscalía a raíz de una manifestación de una decena de personas el pasado sábado que se mostraban contrarias al respeto de la normativa preventiva para frenar el contagio de la COVID-19 en la isla.

Esta protesta se produjo en la céntrica calle del Castillo, donde también se tramitaron actas de infracción por no usar adecuadamente la mascarilla y por desobediencia.

La concejal de Seguridad Ciudadana, Evelyn Alonso, señala en una nota que ya se ha pasado de la fase de información a la fase sancionadora pues “es inaceptable que en estos momentos se incite a no cumplir las medidas sanitarias, poniendo en peligro la salud de todos”.

También recuerda que la isla está en semáforo rojo y que “los comercios están haciendo un esfuerzo enorme por no cerrar y pasar esta pandemia”, por lo que pide “responsabilidad personal para salir lo antes posible de esta pesadilla”.

Los manifestantes portaban pancartas contra las medidas extraordinarias de prevención y contención frente a la crisis sanitaria y los agentes constataron la presencia de ciudadanos que sí se atenían a las recomendaciones sanitarias y, ante las “provocaciones” de este grupo, decidieron identificarlas, relata el Consistorio.

En todo momento los manifestantes mantuvieron una evidente actitud de rebeldía e incumplimiento del uso obligatorio de las mascarillas, por lo que fueron identificados y sancionados, según el Ayuntamiento.

La Policía Local remarca el “aumento” de este tipo de comportamientos en las últimas semanas, así como las “burlas y actitud desafiante” de estos manifestantes.

De hecho, prosigue el Ayuntamiento, “muchos ciudadanos reaccionaron ante estas provocaciones y se produjeron momentos de mucha tensión verbal, insultos y recriminaciones y para eludir la acción policial los manifestantes esgrimieron certificados médicos de dudosa autenticidad”, pero sin que los agentes pudieran determinar que se tratara de un caso de falsedad documental.