La isla de Tenerife consiguió esta semana, el miércoles pasado (22 de noviembre), su sexta estrella Michelin con la concesión de su primera distinción al restaurante lagunero Nub, sito en el mismo centro de la ciudad histórica de La Laguna.
Hasta aquí, todo perfecto, pero es que ese establecimiento gastronómico que ha sido encumbrado por la Guía Michelin y, por lo tanto, ya tiene una estrella de las correspondientes al reparto de 2018, carece de licencia de apertura; esto es, no dispone de la autorización pertinente para desarrollar su actividad en el lugar en que ahora se encuentra.
Así mismo ha sido desvelado este viernes por las ediciones impresas de La Opinión de Tenerife y Diario de Avisos, que, tras las alegrías del miércoles por la noche, cuando se conoció la nueva estrella para el Nub, y van seis en Tenerife (se pasó de cinco a seis), han dado paso a la tristeza por la existencia de esa irregularidad.
Tal y como señala en su edición de este viernes Diario de Avisos, que cita como fuente a Andrea Benardi (chef y uno de los regidores del negocio), ese mismo restaurante, debido a las dificultades que ofrece el actual inmueble para corregir unas deficiencias que impiden la concesión de la licencia de apertura, tiene previsto cambiar de ubicación en la misma ciudad con el objeto de salvar tal impedimento y así lograr que la estrella alumbre con más intensidad una buena cocina y un buen servicio, sin el apagón que ahora les ha otorgado la inexistencia de licencia de apertura.
En Canarias, según el anuncio realizado el miércoles por la Guía Michelin en el sur de Tenerife, se ha pasado de cinco a seis estrellas en 2018, todas en esta isla. Con dos estrellas únicamente está el M.B., de Martín Berasategui, sito en el hotel Abama, mientras que con la mención de una estrella se encuentra como novedad el Nub, en La Laguna, y además repiten el Abama Kabuki, El Rincón de Juan Carlos y Kazan.