Manifestación 20A

Tenerife quiere recuperar el 'espíritu de Vilaflor' 22 años después de la mayor protesta medioambiental en la isla

Hace ya 22 años desde que Tenerife dijo ''basta''. En 2002, cerca de 150.000 personas salieron a las calles para protagonizar la mayor protesta medioambiental que había tenido lugar en la isla. Miles de tinerfeños se movilizaron en contra de la instalación de un tendido eléctrico en el municipio de Vilaflor. El proyecto, promovido por Unelco (Endesa), pretendía instalar torretas de 45 metros de altura en la corona forestal del Parque Nacional del Teide y atravesaba cuatro parajes protegidos. La presión ciudadana logró frenarlo. El próximo 20 de abril, la población de la isla quiere recuperar el espíritu de esta movilización en una manifestación que espera ser ''histórica''. El objetivo: poner fin a la masificación turística que está llevando al Archipiélago ''al colapso''.

La manifestación de 2002 tuvo lugar en Santa Cruz de Tenerife y fue convocada por el Ayuntamiento de Vilaflor, liderado entonces por el alcalde socialista José Luis Fumero. La protesta tuvo un respaldo sin precedentes. La población tinerfeña no solo salió a las calles para paralizar el tendido eléctrico, sino también para mostrar su rechazo al deterioro que sufría el entorno natural de la isla en su conjunto. El proyecto de Unelco, tal y como publicó entonces El País, iba a afectar a especies endémicas y en peligro de extinción como el cernícalo vulgar, el pico picapinos o el pinzón azul. Entonces, la presión social logró paralizar la instalación del tendido eléctrico.

Román Rodríguez, ahora presidente de Nueva Canarias, estaba entonces al frente del Gobierno autonómico. ''Yo viví en primera persona movilizaciones en contra del desarrollismo. Lo que hay que hacer es escuchar y no demonizar. Aquí no se puede demonizar el turismo porque es vital, pero yo no creo que la gente que está con las manifestaciones esté en contra del turismo, sino en contra del modelo desarrollista del turismo'', señaló en una entrevista publicada en sus redes sociales. Rodríguez recordó además que en 2001 el Parlamento de Canarias aprobó una medida urgente para suspender el otorgamiento de licencias e inició un proceso para desclasificar suelo turístico.

Por su parte, el actual presidente del Ejecutivo autonómico, Fernando Clavijo, ha pedido “sentido común” a la población canaria “porque las imágenes de protesta” está saliendo en medios de comunicación de Alemania y Reino Unido. También la patronal hotelera Ashotel ha mostrado su preocupación por la manifestación del próximo 20 de abril y ha insistido en que al turista ''hay que dejarlo tranquilo''.

Sin embargo, los convocantes ya han reiterado en varias ocasiones que no se trata de una manifestación contra el turista, sino contra el modelo de crecimiento descontrolado que se sigue en el Archipiélago y que está llevando al colapso no solo del entorno natural, sino también de los servicios e infraestructuras de Canarias, un territorio limitado. Ya son cinco las islas que se han sumado a la movilización bajo el lema Canarias tiene un límite: Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y La Palma.

Las protestas se centran en pedir un cambio de modelo económico y de desarrollo, que ponga freno al crecimiento ''sin control'' de la actividad turística. También solicitan medidas de protección hacia la población local ante la falta de vivienda. Entre las solicitudes están las trabas a la compra de viviendas por parte de extranjeros no residentes en las islas. Otra de las reivindicaciones es la protección de los espacios naturales y el aumento de la vigilancia, una tasa turística y la aplicación de una moratoria inmediata en este sector.

Además de las manifestaciones del próximo 20 de abril, la plataforma Canarias se agota ha anunciado que algunos de sus miembros iniciarán una huelga de hambre indefinida si en un plazo de diez días el Gobierno regional no se sienta a negociar con ciudadanos, científicos y asociaciones para frenar los proyectos turísticos de Cuna del Alma, en el Puertito de Adeje, y el hotel de La Tejita, en el Médano. También han exigido que se implante una moratoria turística de forma inmediata. ''Sabemos que pondríamos nuestras vidas en riesgo y lo haríamos conscientes de ello porque decimos basta, porque ustedes están poniendo en riesgo nuestro presente y nuestro futuro y el de las nuevas generaciones“, han concluido.