La Guardia Civil mantiene el “ánimo” y la “ilusión” de poder encontrar nuevos indicios sobre la desaparición de Anna, y también de que los dos últimos días antes de que el buque oceanográfico Ángeles Alvariño, que encontró el cuerpo de la otra hermana, Olivia, abandone Tenerife sirvan para “aportar más luz” a la investigación.
Así ha respondido este martes la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, a preguntas de la prensa sobre cómo esta previsto actuar tras la marcha del buque prevista este jueves tras 19 días de rastreo frente a Santa Cruz de Tenerife.
“Tenemos confianza en que en estos dos días que nos quedan podamos llegar a concluir la investigación” y en que “aporten más luz a la investigación sobre la desaparición del padre y de la otra hermana” para dar por cerrado un capitulo “tremendamente doloroso” y que muestra “hasta qué extremo” la violencia vicaria “puede llegar a hacer daño a esa madre, a la familia, a los amigos y al corazón de todas las personas de este país”, ha lamentado Gámez.
La Guardia Civil mantiene la “ilusión” porque todavía tiene “el medio” -el buque- y el “conocimiento” fruto del “intenso trabajo” de investigación de la Guardia Civil que ha determinado las zonas de búsqueda y los puntos con mayor probabilidad de encontrar evidencias.
Desde este lunes, cuando retomó la búsqueda tras dos días en puerto por una avería, el buque regresó al área en la que el pasado jueves halló el cuerpo de Olivia, justo frente a la bocana del puerto de Santa Cruz de Tenerife, a unas 2 millas. En ese punto las profundidades oscilan entre los 1.000 y los 1.700 metros. A una velocidad media de menos de 3 nudos, el buque realiza un trazado en zig zag rastreando los fondos marinos en busca de cualquier anomalía. La posición del barco en tiempo real puede seguirse aquí.
El caso, tras la marcha del buque
No obstante, Gámez ha reconocido que hallar esos nuevos indicios es “solo un futurible”, por lo que, preguntada por lo que se hará tras la marcha del Ángeles Alvariño de Tenerife si no se encuentra a Anna y a Tomás Gimeno, ha respondido que “la Guardia Civil no termina ni da por cerrado ningún caso hasta que no se tienen todas las pruebas concluyentes”.
En este caso, los agentes estarán “en manos” del juez de violencia de género que lleva el caso, que será quien determine “hasta dónde llegar” con la investigación, ha explicado la directora general de la Guardia Civil.
Por último, ha agradecido la colaboración prestada por el Instituto Español de Oceanografía tras conceder tres prórrogas para disponer del buque y a la treintena de personas que componen la tripulación y que han trabajado “sin descanso durante 24 horas al día” desde el 30 de mayo.
Igualmente, ha mostrado “todo el apoyo y condolencias” a la madre de las niñas, lamentando que, como indica el auto de la jueza hecho público el viernes, ahora se conoce que cuando mantuvo el primer encuentro con la Guardia Civil ya se había producido el asesinato, aunque entonces solo se tenía constancia de una “no entrega” de las niñas a su madre por parte de su padre, y “no podíamos conocer ninguno los hechos que lamentablemente después se han sacado a la luz”.