La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a 20 años de prisión a Carlos G.P. por el asesinato de su expareja el 22 de octubre de 2015 y a otros cuatro años por homicidio en grado de tentativa sobre la madre de la víctima que intentó impedir la agresión a su hija.
El Instituto Canario de Igualad, que se personó en el caso como acusación particular, ha dado a conocer el fallo de la sección quinta tras el veredicto la pasada semana del jurado popular que declaró culpable al acusado.
La directora del Instituto Canario de Igualdad, Marián Franquet, indica en un comunicado que los asesinatos por violencia machista no quedan impunes y recuerda que esta entidad se persona como acusación particular en los casos por violencia de género, cuando cuenta con la autorización de la familia de la víctima.
La directora se congratula de esta sentencia, si bien señala que los fallos judiciales no pueden compensar de ninguna manera la perdida de una vida humana, dado que representa un daño extremo para la familia que no se puede reparar jamás.
El fallo judicial recoge la prohibición al acusado de aproximarse a la madre y a la hermana de la fallecida así como a sus tres hijos menores, en cualquier lugar donde se encuentren, así como acercarse a su domicilio, a sus lugares de trabajo y a cualquier otro que sea frecuentado por ellos.
También se le condena al pago de dos indemnizaciones, una por importe de 150.000 euros a los tres hijos de la fallecida y otra de 75.000 euros a los padres de la víctima.
Asimismo se le condena a la pérdida de la patria potestad.