La Policía Nacional ha detenido en Tenerife a la propietaria de dos sex shops por la distribución de sustancias prohibidas, motivo por el que se les imputa un presunto delito contra la salud pública. Además, se ha investigado a cuatro personas más en relación con estos hechos.
En ambos establecimientos se distribuían supuestamente sustancias prohibidas, cuya disposición estaba restringida al control médico. Además su consumo puede ocasionar diferentes afecciones cardiacas.
La actuación policial se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de que algunos establecimientos destinados a la venta de productos eróticos de la isla podrían estar dispensando sustancias prohibidas a sus clientes. Las conclusiones extraídas tras investigar estos hechos permitió concretar la ubicación de los dos locales, uno en Arona y otro en La Laguna, y además descubrieron que ambos pertenecían a la misma persona, una mujer de 38 años sin antecedentes policiales.
Tras registrar los dos establecimientos, los agentes intervinieron “53 botes de popper, un compuesto químico en estado líquido que produce taquicardía, con un alto riesgo de intoxicación por la tolerancia que puede generar”. Así como “57 comprimidos de sildenafilo, un compuesto químico en forma de pastilla para tratar la disfunción eréctil y que, ingerido sin control médico, podría causar diferentes afecciones cardíacas”, según cita el comunicado emitido por la Policía Nacional.
La propietaria de los establecimientos fue detenida, dando a la autoridad judicial competente parte de todo lo ocurrido.
Las actuaciones han sido realizadas por policías nacionales de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Policía Nacional de Sur de Tenerife.