La Guardia Civil ha dado por desarticulada una organización dedicada al tráfico de droga después de detener a trece personas e incautarse de 600 kilogramos de hachís tras realizar nueve registros domiciliarios en Tenerife.
La mayoría de los detenidos, que son doce españoles y un marroquí, residen en el pueblo de San Andrés de la capital tinerfeña y al parecer formaban una organización jerarquizada que se dedicaba a trasladar hachís desde Marruecos hasta Tenerife.
Los agentes también se han incautado de tres embarcaciones, 15.000 euros, teléfonos móviles y diez vehículos, y han desmantelado un invernadero con una plantación de marihuana, se indica en un comunicado de la Guardia Civil, en el que se añade que este grupo podría ser el responsable de introducir más de 100 alijos de hachís en las costas de Tenerife.
Varios de los componentes de este grupo eran propietarios de embarcaciones de gran potencia que atracaban en muelles próximos a su zona de actuación, y recogían la droga en alta mar de barcos nodriza.
Según la Guardia Civil, aprovechaban la estrecha relación con propietarios de otros barcos de la zona ajenos a la actividad delictiva para pedir que les prestasen embarcaciones si las suyas estaban vigiladas, y la droga se trasladaba a la playa de Las Teresitas, en el barrio de San Andrés de Santa Cruz de Tenerife.
Una vez en la playa, la droga se trasladaba en furgonetas escoltadas por varios vehículos lanzadera hasta los bajos de una vivienda de Valle Tabares, en el municipio de La Laguna.
A juicio de la Guardia Civil, este grupo utilizaba la playa de Las Teresitas debido a su escasa iluminación en horas nocturnas y la gran presencia de embarcaciones pesqueras que la convierten en un lugar de difícil control, y como medidas de seguridad se servían de contra vigilancia y visores nocturnos.
La Guardia Civil explica que a mediados del pasado mes agentes del instituto armado observaron cómo desde la playa de Las Teresitas salía una lancha motora para adentrarse en alta mar y regresar con 600 kilos de hachís que fueron trasladados a una pequeña embarcación de remos que estaba fondeada.
Miembros de esta organización intentaron desembarcar el hachís a la mañana siguiente y fueron detenidos cuando lo trasladaban hasta un vehículo todo terreno.