La Guardia Civil, en el marco de la denominada operación Oretel, ha detenido a 14 personas e investigado a otras 20 más, todos ellos trabajadores de empresas que prestan sus servicios en el Aeropuerto Sur-Reina Sofía de Tenerife, como presuntos autores de los delitos de pertenencia grupo criminal, robo con fuerza, daños y blanqueo de capitales.
Los detenidos, según la Guardia Civil, aprovechaban su condición de trabajadores del aeropuerto para cometer los presuntos delitos. En el momento del traslado de las maletas a las bodegas del avión, las cargaban y descargaban a un ritmo más lento y con mayor distancia entre unas y otras; también abrían los equipajes ya en el interior de la bodega, fuera de la vista del resto de usuarios y punzaban la cremallera de las maletas para abrirlas completamente.
La operación se inició tras detectar un aumento en el número de denuncias y quejas interpuestas por los viajeros debido a robos y hurtos en el interior de sus maletas facturadas, siendo los perjudicados directos pasajeros de diferentes nacionalidades.
Una vez que sustraían de su interior los objetos que les interesaban, entre los cuales había joyas, móviles, relojes y aparatos electrónicos, volvían a cerrar la cremallera para dejar la maleta sin ningún signo de manipulación.
Para que nadie pudiera percatarse de estos delitos, añade la Guardia Civil, los ahora detenidos colocaban las maletas a modo de parapeto entre la puerta de acceso a la bodega y su interior, incluso colocaron cortinas de seguridad, en concreto unas lonas rígidas, que en realidad están destinadas a asegurar que el equipaje no se desplace libremente en el interior.
La investigación ha sido llevada a cabo por la Unidad de Análisis de Investigación Fiscal y Fronteras (UDAIFF) del Aeropuerto Tenerife Sur con el apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC).
Casi 2 millones de euros en objetos robados
Los integrantes de este grupo criminal estaban “perfectamente estructurados”, explica la Benemérita, que añade tenían funciones definidas de forma jerarquizada, donde cada uno se encargaba de una de las partes de la comisión del delito: elegir el vuelo, ocultar los efectos sustraídos, sacarlos de las instalaciones aeroportuarias, la venta de los efectos en joyerías o a través de internet, reparto de beneficios, etc..
Para esconder los objetos robados del aeropuerto usaban ropa con costuras interiores realizadas manualmente o las propias taquillas personales.
La Guardia Civil llevó a cabo varios registros, tanto en las taquillas de estos trabajadores del aeropuerto, como en sus vehículos particulares y viviendas. En total se intervinieron 29 relojes de alta gama, 120 piezas de joyería (oro y piedras preciosas), 22 teléfonos móviles de alta gama, apartados electrónicos, 13.000 euros en efectivo y un vehículo de alta gama.
El valor de todos los objetos robados recuperados asciende a 1.953.571 euros. Los detenidos también consiguieron vender muchos objetos en comercios físicos y virtuales de segunda mano, por lo que también se está investigando a 27 joyerías de la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
La Guardia Civil ha contado con el apoyo de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), así como de las diferentes aerolíneas que operan en el Aeropuerto Reina Sofía.
La operación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción no 4 de Granadilla de Abona.