El presidente de la Audiencia Provincial de Tenerife, Astor Landete, ha inaugurado este viernes el año judicial en la Isla. En su discurso, ha calificado de ejemplar en la lucha contra la corrupción la sentencia que condenó al juez Salvador Alba por conspirar contra la diputada de Unidas Podemos Victoria Rosell.
En su intervención, Landete ha dedicado un amplio espacio al machismo. “No es justo que las mujeres, por el solo hecho de serlo, sean aún discriminadas en nuestra sociedad, donde se proclama una igualdad formal pero que todavía está lejos de plasmarse en lo cotidiano, en la mente de los hombres, en la vida familiar, en el trabajo”, afirmó.
Asimismo, lamentó que la mujer “siga siendo objeto de agresiones sexuales” y sigan muriendo por el hecho de serlo “como una manifestación final de una expresión de poder y dominio del hombre”. En esta línea, rechazó la cosificación del cuerpo de la mujer a través de la prostitución y la trata.
Landete considera que la igualdad y la no discriminación de la mujer “no se pueden pretender depositar en el poder judicial, el que debe actuar siempre en última instancia”. “La mayoría de las veces el agresor carece de antecedentes penales y actúa escondido en el hogar familiar. Por eso debemos hacer una nueva llamada a los poderes públicos para que redoblen sus esfuerzos en materia de educación y asistencia, social y económica”.
Migraciones y cambio climático
Otro de los ejes de su discurso ha sido la inmigración irregular. “No es justo que sigan muriendo personas en el mar por buscar un mundo mejor para sí y su familia”, critica. Además, se ha posicionado en contra de la reclusión de estas personas en Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) en “peores condiciones que los criminales en el centro penitenciario” sin haber cometido delito alguno “más allá de una mera infracción administrativa”. “Nosotros viajamos a sus tierras y esquilmamos sus riquezas. Antes nosotros buscamos protección en su mundo cuando la pobreza o la guerra nos lo exigieron”, recuerda.
En tercer lugar, tachó de injusta la política negacionista ante el cambio climático “basada en la mentira o en la ignorancia que traiciona los derechos elementales de las futuras generaciones mientras se lanzan hermosos discursos sobre la familia y nataliadad”.