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Las empresas de Evaristo González eran “opacas” a requerimientos de la Seguridad Social, según testigos

Sesión del juicio contra Evaristo González, en Santa Cruz de Tenerife

EFE

Santa Cruz de Tenerife —

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Los inspectores de Trabajo y funcionarios de la Seguridad Social que han comparecido este miércoles como testigos en el caso Corredor han coincidido en que las empresas gestionadas por el acusado Evaristo González actuaban sistemáticamente con opacidad ante los requerimientos para esclarecer la situación laboral de sus trabajadores.

En la sesión celebrada este miércoles en el juicio que se sigue contra el abogado y empresario por presunto fraude a la Seguridad Social comparecieron inspectores y técnicos que han expuesto cómo recurrentemente había trabajadores sin dar de alta en las empresas de restauración y ocio nocturno regentadas por el acusado. Esto mismo fue afirmado por un policía que investigó el caso y que testificó en la sesión del día anterior.

El miércoles una inspectora de Trabajo relató que instruyó actas de infracción tras sendas visitas al Pub Kapitel en mayo de 2008 y a la Tasca Don Tito, ambas en La Laguna, tras detectar que tenían empleados sin dar de alta en la Seguridad Social.

Esta acta posteriormente derivó en otra por obstrucción dado que tras ser citada la empresa para explicar esta situación ante la Inspección no compareció nadie, algo que en este caso parecía “habitual y reincidente”, añadió.

Explicó además que en el caso de la Tasca Don Tito no había “Libro de Visitas” y una de las personas que se encontraba en el local proporcionó como documento para verificar los datos de la empresa una factura.

Reiteró la inspectora que con frecuencia en las empresas de Evaristo González que eran objeto de inspección no se aportaba la documentación necesaria para constatar que cumplían con la legalidad.

Al respecto, el acusado, que como abogado ejerce su propia defensa, insistió en preguntar a la inspectora acerca del resultado de los expedientes de infracción abiertos y si habían caducado, a lo que esta subrayó que entiende que no lo han hecho y que en todo caso no tiene por qué conocer la conclusión del procedimiento porque no es de su competencia.

Una segunda testigo de la acusación señaló que en una visita al Pub Kapitel en 2011 había una trabajadora sin dar de alta en la Seguridad Social que se encargaba de servir copas y que relató a la inspección que había comenzado a trabajar en el local el fin de semana anterior y estaba de prueba.

Al comprobar los datos se verificó además que dicha trabajadora estaba percibiendo la prestación por desempleo, indicó la testigo, quien detalló que el resto de empleados del Kapitel estaban dados de alta en otra empresa de González, Comercial Osgozón.

Entre los trabajadores que no se encontraban dados de alta figuraba, según la testigo, el gerente del Kapitel, Carlos Machín, quien murió asesinado en abril de 2018 en un crimen que de acuerdo a la investigación policial fue instigado por Evaristo González, quien se encuentra en prisión a la espera de juicio por ese caso.

La testigo dijo además, a preguntas de la acusación, que la opacidad era habitual en la forma de actuar de estas empresas y consideró que de esta forma se conseguía “que no se siguiera investigando”.

En este punto Evaristo González se dirigió a la testigo con el argumento de que habla de opacidad pero no indica dónde están las resoluciones que podrían confirmar si hubo irregularidades, a lo que la inspectora señaló que no tiene conocimiento de ello.

Otro testigo de la acusación, funcionario de la Seguridad Social, se refirió a una visita realizada en noviembre de 2011 a la Tasca El Obispado en la que se constató que tres trabajadores no estaban dados de alta en la Seguridad Social y posteriormente la empresa comunicó que había regularizado a uno de ellos en Comercial Osgozón, pero posteriormente a la visita de inspección.

El testigo subrayó que una empresa siempre tiene la obligación de dar de alta a sus trabajadores en la Seguridad Social desde el inicio aunque estén en periodo de prueba y señaló que también se abrió un acta de obstrucción tras una visita a la Tasca El Obispado por la negativa sistemática de la empresa a aportar los datos requeridos.

Sin embargo este testigo respondió negativamente cuando Evaristo González le preguntó si se había levantado un acta similar a Comercial Osgozón, y reiteró que sus empresas enviaban a la Seguridad Social los documentos conocidos en la época como “TC1” y “TC2” con los pagos realizados por estas sociedades en concepto de cotización mensual.

En los mismos términos que el resto de testigos habló un funcionario de la Seguridad Social, quien también identificó trabajadores en situación irregular tras una visita al restaurante El Tablón de la Canela, gestionado por Comercial Mirabal.

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