La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha respaldado la condena de un total de once años de cárcel impuesta por un Juzgado de lo Penal a dos hombres acusados de entrar en el domicilio de una pareja de ancianos de 87 y 86 años de Los Realejos, en el norte de la isla, a quienes robaron y agredieron de forma violenta.
Ambos deberán pagar 6.000 euros por el dinero apropiado y las lesiones causadas, a lo que se suma que no podrán acercarse a las víctimas a menos de 150 metros durante cinco años una vez que queden en libertad.
La sentencia acaba de convertirse en firme dado que no se ha presentado recurso alguno al fallo de segunda instancia.
El ataque tuvo lugar en la madrugada del 31 de mayo de 2022 cuando los dos procesados, conocedores de lugar donde estaba la vivienda y las circunstancias personales de las víctimas, ya que eran vecinos suyos, entraron en la casa con una navaja y un cuchillo de grandes dimensiones sorprendiéndolos mientras dormían.
Debido al estruendo que causaron, el hombre se levantó a ver lo que pasaba y entonces uno de los intrusos le pidió dinero, a lo que inicialmente se negó el anciano, por lo que recibió numerosos golpes, uno de ellos en el ojo izquierdo y fue objeto de amenazas de muerte.
De forma simultánea le colocó bolsas de basura en la cabeza, que este consiguió sacarse de encima, mientras forcejeó con su agresor, a quien le quitó la mascarilla, por lo que pudo reconocerlo.
Según el relato de los hechos en la sentencia, el otro hombre que había estado comiendo en la casa hacía algún tiempo se dirigió a la habitación con un cuchillo de grandes dimensiones diciéndole a la mujer que iba a acabar con su vida, le cortó un dedo y la tiró al suelo.
Entonces la golpeó por todo el cuerpo, tapó la cabeza con una bolsa y mantas hasta que finalmente le entregó 2.300 euros, tras lo que abandonaron el lugar.
El hombre sufrió una contusión en el ojo y hombro izquierdos y sangre en el tórax, heridas que tardaron en curarse tres días, mientras que la mujer presentó un corte de dos centímetros en un dedo y golpes en rodillas y en las costillas.
La Audiencia Provincial ratificó que ambos eran autores de un delito de robo con violencia en casa habitada con instrumento peligroso, tal como mantuvo la Fiscalía y aparecía en la sentencia inicial.
En el fallo se tiene en cuenta que atacaron a personas cuya capacidad de defensa estaba “notablemente mermada” por su edad y que son autores de un robo.
Los procesados argumentaron en segunda instancia que nadie pudo identificarlos porque llevaban la cara tapada, que no hay pruebas de cargo sólidas en su contra y niegan la autoría de los delitos al cuestionar la declaración de las víctimas.
Los ancianos siempre han mantenido que los dos condenados eran vecinos suyos y no dudaron en reconocerlos como responsables de los delitos, tal y como hicieron durante la vista celebrada en su día, sin mostrar confusión alguna y previamente por medio de fotos.