Pese que se enfrenta a la posibilidad de ser inhabilitado por más de 8 años, el alcalde de Vilaflor y número 4 del PSOE en la lista al Parlamento, dice tener la conciencia tranquila en su actuación en el vertedero por el que ha sido acusado de dos delitos.
El secretario general del PSOE de Tenerife y número 4 en la lista del Parlamento por su partido, Manuel Fumero, ha anunciado, tras conocerse su acusación por parte de la Fiscalía por la comisión de dos presuntos delitos, y la petición de ocho meses y medio de inhabilitación, que él, a título particular, no va a tomar la decisión de abandonar y que se siente muy tranquilo.
Señaló que es víctima de las maniobras políticas internas de determinadas personas de su partido, por lo que, remarcó que, por los cargos que desempeña, se debe a los órganos de su formación, “y no a los intereses espurios y cainitas de quienes vienen a medrar a la política”, por lo que anunció que, “sólo daré un paso a un lado si me lo pide la Federeal del PSOE”.
Fumero señaló que su voluntad es “seguir luchando por la dignidad y con la cabeza muy alta”, pues defendió que “siempre he trabajado intentando hacer las cosas diferentes y con disposición al partido”. Sin embargo, precisó que, “si son mis rivales los que me piden que me marcha, lo único que consiguen es que me sienta más fuerte”.
El secretario general insular del PSOE y alcalde de Vilaflor, comentó que la trascendencia de las acciones de la Fiscalía, en el caso de un vertedero de su municipio por el que fue investigado, y de las que, aseveró que ni él ni su abogado tenían constancia, obedecen a una filtración que, anunció, “vamos a solicitar la apertura de una investigación para depurar responsabilidades”.
En este sentido, el actual mandatario insular del PSOE señaló que era consciente de que “había gente del partido que tenía esta información desde hace semanas, y estaban esperando la oportunidad de sacarla en función de sus intereses y su ubicación en las listas”.
Así, añadió que, al margen de las diferencias y enfrentamientos que se puedan suceder a la hora de confeccionar los lugares de partida en las planchas electorales, “en mi caso, afortunadamente, no dependo de la política para vivir, sino que lo hago porque soy consciente de que desde la política hay capacidad de cambiar las cosas”.
Fumero explicó, con respecto al caso por el que está a punto de ser procesado, que tiene su “conciencia muy tranquila”, pues recordó que el origen de todo el proceso se remonta a una zona en la que en el año 2004 “todo el mundo sabía que era un vertedero” y que, su obligación y compromiso, era limpiarlo y acondicionarlo ante la demanda vecinal.
Así, señaló que en un municipio que pretendía vivir de su entorno, decidió “negociar con la SAT, propietaria del suelo, para limpiar ese suelo y trasladar los escombros, para que nos dejaran 2.000 metros de los 200.000 que tenía la finca”, de manera que, explicó, entre los años 2004 a 2009 se depositaban ahí los residuos para su tratamiento y reenvío a las plantas de tratamiento.
Dijo que lo que hizo, “que fue con la mejor voluntad, lo intenté para mejorar las cosas”, aunque reconoció que en la actualidad, tal y como han cambiado las responsabilidades de los cargos públicos, “quizá me lo plantearía y lo realizaría de otra manera”.
Manuel Fumero remarcó que “en ningún momento ha pensado presentar su renuncia o dimisión”, pues dijo que “estoy en política gracias al PSOE, ”y solo me marcharé si me lo pide el secretario general, pero para irme a mi trabajo y mi vida particular, no a ninguna otra formación“.
Sin embargo, anunció que, en caso de que se tenga que producir su marcha, se abre el camino de los juicios y los congresos de su formación, “lleguen cuando tengan que llegar. Añadió, que sus enemigos los tiene localizados ”solo con ver la prensa o escuchar las radios“, lo que le ha permitido comprobar a Javier Abreu y a Florentino Guzmán ”pidiendo mi dimisión“, de los que dijo, ”no voy a decir que lo han hecho mal en sus respectivos municipios“.
En cuanto al código ético de su partido, cuya aplicación ha supuesto la salida del PSOE de algunos de sus compañeros imputados, señaló que “el tiempo será el que dirá si es justo”, pues señaló que lo ha respaldado un partido “del que estoy orgulloso de pertenecer”.
Dijo que sus apoyos, como secretario general, se reparten por toda la isla, aunque precisó que la ambición en política es legítima, pero rechazó “la lucha atroz para hacerte con un cargo a toda costa”.