Carlos Sosa acusa a Alba de utilizar a un testigo en una situación personal “dramática” para difundir falsedades
El periodista Carlos Sosa, director de Canarias Ahora y pareja de la magistrada Victoria Rosell, ha acusado este miércoles al también juez Salvador Alba de pretender aprovecharse de la “situación personal dramática” que está atravesando el actual propietario de Seguridad Integral Canaria (SIC), Héctor de Armas, para tratar de defenderse con afirmaciones infundadas de los cinco delitos por los que se sienta en el banquillo de los acusados desde el pasado lunes, que suman peticiones de pena de hasta 13 años y medio de cárcel y 42 de inhabilitación.
El procesado Alba presentó en el trámite de cuestiones previas una carta firmada por Héctor de Armas, ex mano derecha de Miguel Ángel Ramírez y, en la actualidad, enfrentado al empresario, incluso en los juzgados, en la que habla de un “montaje” entre el también presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Sosa y Rosell para perjudicar al magistrado con las grabaciones que dan origen a la causa.
“De Armas está desahuciado en lo personal y en lo económico”, ha recordado el periodista, aludiendo a su grave enfermedad, a sus problemas judiciales, “con tres querellas abiertas”, y a la posibilidad de perder la vivienda en la que actualmente reside. “Alba presume ante sus compañeros, entre ellos Carlos Vielba, de que va a volver a ser juez y, en un programa de radio, de que esto es una conspiración contra él. Si eso lo oye Héctor de Armas, comprendo que quiera congraciarse con él, porque está pasando una situación penosa y cualquier ayuda le vendrá bien, tanto económica como judicial”, ha afirmado el testigo.
Sosa sostiene que la carta “es falsa desde el principio al final” y pretende convertir “al verdugo en víctima”. “Está tratando de hacer lo mismo que hizo Ramírez con Alba, congraciarse con él. Probablemente le deben haber hecho promesas para que se preste a este juego absurdo”, ha añadido en una comparecencia en la que ha negado que dispusiera de una tarjeta VISA pagada por Seguridad Integral Canaria, “una invención más de la mente perversa” de Alba y en la que no ha asumido como propios los mensajes de whatsapp que la defensa le atribuye en conversaciones con Héctor de Armas vinculadas a vicisitudes de la causa que instruía su pareja contra Ramírez.
Una “cacería” de Alba auspiciada por Soria
Sosa manifestó que, desde que la Fiscalía abrió las diligencias preprocesales contra su pareja por el contrato suscrito entre Clan de Medios Comunicación y Marketing, editora de Canarias Ahora, y la productora de la Unión Deportiva Las Palmas, club de fútbol que preside Ramírez, para la explotación de la licencia de radio, detectó que estaba ante una “cacería”. Una conspiración que, en su opinión, tiene a Salvador Alba como protagonista esencial pero que está auspiciada por el exministro José Manuel Soria, con quien se ha enfrentado en los juzgados hasta en siete ocasiones, seis en la jurisdicción penal y una en la civil, con una sola sentencia desfavorable.
El periodista recordó que, según el Ministerio Público, ese contrato con cláusula de confidencialidad llegó a las manos de Evangelina Ríos, fiscal de la causa contra Ramírez y enemistada con Rosell, en “un sobre anónimo”. El escrito presentado contenía, sin embargo, un detalle que acabó desvelando su procedencia, según Sosa. “El contrato se firmó por error el 26 de octubre de 2015. Hubo que volver a hacerlo el 28 porque el 26 la productora de la UD Las Palmas no estaba formalmente constituida . Alguien había hecho una fotocopia y se la entregó a Soria. Solo había una copia circulando con fecha del día 26 y la tenía Soria”.
El testigo relató que tuvo conocimiento de este hecho con posterioridad, en noviembre de 2015, cuando se reunió con varias personas vinculadas a la UD Las Palmas después de que una de ellas, Patricio Viñayo, le llamara para comunicarle que había sido citado a declarar por la Fiscalía por ese contrato. “Y una persona que estaba allí, Larry Álvarez (director de Relaciones Institucionales de la entidad amarilla), que había sido mano derecha de Soria en el PP, saltó y dijo: José Manuel. ¿Soria?, pregunté. Sí”.
Tiempo después, Alba confesó en un escrito remitido a la Fiscalía General del Estado que fue él quien entregó ese contrato a la Fiscalía de Las Palmas. “Es evidente que es Soria quien se lo dio Alba, no hace falta ser matemático”, ha concluido.
La investigación de la Fiscalía contra Rosell, que incorporó un informe de Salvador Alba que atribuía a la jueza irregularidades en la tramitación de la causa contra el anterior presidente de Seguridad Integral Canaria, acabó siendo archivada y anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias por vulneración de derechos fundamentales. Pasajes de ese mismo escrito reservado de Alba fueron calcados, meses después, en la primera ampliación de la querella de Soria contra Rosell, también sobreseída por el alto tribunal canario.
Sosa describió ante el tribunal otro vínculo entre el exministro y el magistrado suspendido que tiene como nexo al periodista y licenciado en derecho Antonio Miguel Díaz. “En su día me contó que Alba contrató sus servicios para que le llevara la comunicación en sus intentos de ser vocal del Consejo General del Poder Judicial y presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Tengo entendido que preparó un plan de comunicación para que la campaña tuviera repercusión mediática. También me contó que Alba presumía de que Soria le invitaba a comer... y cocinaba Soria. Estoy convencido de que siguen teniendo relación”, ha enfatizado.
Contratos hasta 2009
La pareja de Rosell ha calificado su relación con el empresario Miguel Ángel Ramírez de “meramente institucional”, la propia de “cualquier director de un medio de comunicación local con un empresario relevante que además es presidente de la Unión Deportiva Las Palmas”. Sosa ha remarcado que la empresa Clan de Medios Comunicación y Marketing solo tiene en vigor un contrato con entidades vinculadas a Ramírez, el servicio de limpieza que presta el Grupo Ralons en las oficinas de Canarias Ahora por “600 o 700” euros al mes. Hasta 2012, fecha en la que la sede del periódico se traslada de la calle Cebrián a Tafira, la anterior sociedad editora del medio, Canarias Ahora Prensa, disponía de una alarma con una filial de SIC por la que pagaba 30 euros al mes.
El periodista ha reducido a esos dos contratos cualquier vínculo con las empresas de Ramírez desde 2014, fecha en la que comienza la instrucción de la causa por delito fiscal contra el empresario, hasta la actualidad. La causa contra Alba juzga precisamente las operaciones maquinadas por el magistrado para tratar de acreditar las relaciones comerciales entre Sosa y Ramírez con el propósito de alimentar la querella de Soria contra Rosell e introducir una causa de nulidad en el procedimiento contra el anterior presidente de Seguridad Integral Canaria por un supuesto incumplimiento del deber de abstención de la jueza.
“La Fiscalía me llegó a hacer una investigación patrimonial, se me volvió boca abajo para ver si encontraban algún tipo de relación que pudiera perjudicar a Rosell”, ha afirmado en la sesión de este miércoles Sosa, que se ha desvinculado de cualquier tipo de negociación anterior a 2009, fecha en la que el periódico estaba en manos de un grupo de accionistas liderados por José Francisco Henríquez y en la que el director de Canarias Ahora figuraba en calidad de consejero delegado o vicepresidente. Durante esta época, los empresarios que respaldaban el proyecto pero no querían aparecer vinculados a él por el “terror” que infundía el presidente del PP canario, José Manuel Soria, utilizaban fórmulas “extravagantes” como la suscripción preferente de participaciones en distintas sociedades que luego se compensaban con publicidad, ha explicado el periodista.
En determinados momentos de su comparecencia, Sosa ha explicado que esta conspiración que atribuye a Alba y Soria ha ocasionado importantes daños a nivel personal a su pareja, pero también en el ámbito profesional a él mismo y al medio que dirige, que estuvo a punto de romper la alianza que mantiene con eldiario.es como consecuencia del ataque al prestigio del periodista después de que le colgaran “el sambenito de los negocios turbios”. “Soria tenía pendientes muchas cuentas conmigo y aprovechó para intentar llevarse por delante a Rosell con la Fiscalía mirando para otro lado mientras confabulaban”, ha concluido.