Condenado a cuatro años de cárcel el abogado grancanario Juan Arencibia por ocultar una cuenta en Suiza

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

El Juzgado de lo Penal número 6 de Las Palmas de Gran Canaria ha condenado al conocido abogado y asesor fiscal Juan Arencibia, exdirector de la firma de auditores Ernst & Young y actual socio del bufete Aramburu & Montero, a cuatro años de cárcel por defraudar a Hacienda durante los ejercicios 2005 y 2006. En una sentencia dictada el pasado lunes, la jueza Ivana Aisa Muiños impone al letrado dos multas que suman cerca de 1,7 millones de euros, además de obligarle a indemnizar a la Agencia Tributaria con más de 865.000 euros en concepto de responsabilidad civil y de impedirle el acceso a cualquier subvención, beneficio o incentivo fiscal durante seis años, tres por cada uno de los delitos.

Según el relato de hechos probados, Arencibia omitió deliberadamente en las declaraciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de 2005 y 2006 que era titular de una cuenta en el HSBC Private Bank de Suiza en la que llegó a guardar 1,69 millones de euros, utilizando para ello una empresa pantalla radicada en el paraíso fscal de las Islas Vírgenes, según reveló la denominada lista Falciani, publicada en 2013.

La ocultación de esta cuenta permitió al abogado presentar autoliquidaciones de IRPF con cuotas negativas (a devolver) por importe de 20.952,56 euros en 2005 y 18.150,18 en 2006. De haber sido incluida en su declaración la existencia de esos fondos en Suiza, el resultado hubiera sido bien distinto, con un saldo favorable para las arcas públicas de 743.084,62 y 122.428,75 euros en los mencionados ejercicios.

Arencibia negó en el juicio celebrado en noviembre del año pasado que ostentara la titularidad de una cuenta en Suiza con importantes rentas o que hubiera constituido una sociedad en un paraíso fiscal a través del conocido despacho de abogados panameño Mossak Fonseca. Sin embargo, la jueza considera acreditado que el asesor fiscal se encontraba detrás de una ficha BUP del banco suizo, con un código númerico que ocultaba la identidad del titular, y que era apoderado de la empresa Xing Holding Incorporated, con sede en las Islas Vírgenes como sociedad pantalla puramente instrumental.

El fin perseguido mediante la interposición de una entidad domiciliada en el paraíso fiscal como titular de la cuenta en Suiza era “impedir que la Agencia Tributaria tuviera conocimiento de la existencia de un patrimono y de la renta del acusado”, reza la sentencia. Los datos de la ficha BUP del banco suizo (nombre y apellidos, dirección, nacionalidad, fecha de nacimiento y profesión) coincidían con los que el propio Arencibia facilitó a la Agencia Tributaria como contribuyente, así como el número de teléfono y el fax, que correspondían a los de la entidad Ernst & Young en Las Palmas, de la que fue director y asociado.

Vinculada a esa ficha en el banco suizo llegaron a figurar diez perfiles distintos, aunque sólo tres se mantenían activos y dos de ellos con patrimonio, el de Arencibia y el del médico Eufemiano Fuentes, primo del asesor fiscal, al que aún se le investiga por 300.000 euros depositados en el HSBC Private Bank de Suiza. Según los datos destapados a raíz de la publicación de la lista Falciani, el saldo de la cuenta de Arencibia ascendía a 1,57 millones de euros en diciembre de 2005 y a 519 en el mismo año de 2006.

La jueza no sólo rechaza ls cuestiones procesales planteadas por la defensa de Arencibia para tratar de tumbar el procedimiento (la supuesta falta de competencia del juzgado de lo penal, prescripción del delito y prueba ilícita -referida a la obtención de los datos del banco suizo-), sino también la tesis sostenida por el abogado y asesor fiscal grancanario de que el verdadero titular de esa cuenta era uno de sus clientes en Ernst & Young, el empresario y profesor de historia de nacionalidad rusa Vladimir Kokorev, investigado en el Juzgado de Instrucción 5 de la capital grancanaria por blanqueo de capitales, malversación de caudales públicos y tráfico de armas como presunto testaferro del dictador guineano Teodoro Obiang.

La sentencia considera probado que Arencibia era la única persona autorizada para disponer de los fondos de esa cuenta. “Es evidente que Kokorev recibe dos transferencias (de la mencionada cuenta), pero no se acredita cuál es el origen del dinero de la cuenta corriente”, expone la jueza en su resolución. El empresario ruso se negó a declarar hasta en dos ocasiones en calidad de testigo en esta causa para que sus palabras no le pudieran perjudicar en la que se instruye en su contra por sus vínculos con el dictador guineano.

Para la magistrada del Juzgado de lo Penal número 6, con todas las pruebas practicadas ha quedado demostrada la voluntad defraudadora de Juan Arencibia, por lo que lo condena a cuatro años de cárcel (la Fiscalía pedía seis años de prisión y la acusación particular, ocho). La sentencia aún es susceptible de recurso de casación ante la Audiencia Provincial de Las Palmas.