El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha vuelto a confiar en Emilio Moya para presidir la Audiencia Provincial de Las Palmas. El magistrado, que ocupa el cargo desde 2013, ha sido reelegido tras imponerse en la votación del órgano de gobierno de los jueces a los otros tres aspirantes: Pilar Parejo, que le antecedió en el puesto dentre 2008 y 2013; Juan José Cobo Plana, que ejerce como máximo responsable de la Sección Cuarta, especializada en Derecho Mercantil, y Carla Vallejo, socia fundadora de la Asociación de Mujeres Juezas.
Moya ha obtenido el voto de 13 vocales del pleno del Poder Judicial: Carla Vallejo, de siete, y Pilar Parejo, de uno, según ha informado el CGPJ. Cobo Plana no ha logrado ningún apoyo.
El CGPJ ha apostado por la continuidad en la Audiencia de Las Palmas a pesar del desgaste que ha sufrido este órgano judicial como consecuencia de la crisis abierta a raíz de la actuación de uno de sus magistrados, Salvador Alba, quien, ejerciendo en el Juzgado de Instrucción 8 de Las Palmas de Gran Canaria a través de una sustitución voluntaria, fabricó, junto a un empresario al que investigaba, una declaración en sede judicial para perjudicar a otra jueza, Victoria Rosell, que se había presentado a las elecciones en las listas de Podemos. Alba fue suspendido en sus funciones por este motivo el pasado mes de julio, tras la apertura de juicio oral en su contra y la petición de diez años de cárcel por parte de la Fiscalía por la presunta comisión de seis delitos.
En la grabación que da origen al conocido como Albagate, también aparece el propio Moya, quien habla con el empresario, Miguel Ángel Ramírez, que le informa de lo que acababa de acordar con su entonces compañero en la Sección Sexta de la Audiencia.
En su comparecencia del pasado 13 de noviembre ante la Comisión Permanente del Poder Judicial, Moya aludió a estos hechos, que han marcado su último mandato, para defender que no pudo hacer más de lo que hizo, ordenar la entrada en el despacho de Alba tras su suspensión para retirarle todos los procedimientos penales y civiles que tramitaba. El entonces aspirante afirmó que el presidente de la Audiencia de Las Palmas carece de competencias disciplinarias. Las dos magistradas con las que pugnó por el puesto, Pilar Parejo y Carla Vallejo, cuestionaron, sin embargo, la respuesta de Moya ante el escándalo abierto en la Audiencia.
En una entrevista publicada por Canarias Ahora la semana de su comparecencia, Moya criticó con dureza las declaraciones políticas que “alientan respuestas populistas” contra los jueces y afirmó que era injusto extender el descrédito de casos puntuales a todos los magistrados. En relación con su mandato, defendió las actuaciones acometidas durante los últimos cinco años y articuló su discurso en torno a los mismos ejes que le auparon al puesto en 2013: la humanización de la Justicia, la necesidad de unificar los criterios y de aprovechar los recursos de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Emilio Moya ingresó en la carrera judicial en 1988 y dos años después, en 1990, ascendió a la categoría de magistrado. Su primer destino fue el Juzgado de Santa María de Guía (Gran Canaria), donde permaneció un año. En 1998 obtuvo plaza en la Audiencia Provincial de Las Palmas, en la que ha prestado servicio desde entonces con un único paréntesis, entre los años 2003 y 2005, para ocupar la Viceconsejería de Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias. Es presidente de la Audiencia de Las Palmas desde 2013.
Asier Astor Landete repite en Santa Cruz de Tenerife
Asier Astor Landete, único candidato a presidir la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, ha obtenido el respaldo unánime del pleno para renovar su cargo.
En la carrera judicial desde 1990 por el turno de juristas de reconocida competencia, ascendió a la categoría de magistrado dos años después. En ese periodo prestó servicio en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Arenys de Mar (Barcelona). Preside la Audiencia Provincial desde 2013 y también ha sido juez decano de Santa Cruz de Tenerife.