La Fiscalía General del Estado ordenó a la de Canarias, a finales de octubre, desentenderse del caso Grúas, el procedimiento que implica al presidente del Ejecutivo autonómico, Fernando Clavijo, debido a la inminente entrada en vigor del Estatuto de Autonomía (aprobado el 6 de noviembre) que desaforaba a los diputados canarios.
Según señala esta jueves el Fiscal Superior de Canarias, Vicente Garrido, el pasado 28 de octubre, tres días antes de que la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) otorgara un plazo improrrogable de cinco días al Ministerio Fiscal para que informe sobre la posible imputación del presidente del Gobierno autonómico, se remitió a la Fiscalía General del Estado un borrador de informe, “un trámite estatutario habitual en aquellas causas que su importancia o trascendencia justifiquen que el conocimiento de las mismas se tenga en la Fiscalía General a través de la Fiscalía que conoce de ellas”, tal como recalca Garrido.
Según señala el Fiscal Superior en su comunicado, en el proceso de elaboración de los informes del Ministerio Público, es frecuente la intervención de varios fiscales que elaboran borradores, notas de trabajo o visados, entre otros documentos, que concluyen con el informe final que es presentado ante el órgano judicial que corresponda. Esta respuesta llega después de que este mismo jueves los periódicos de Prensa Ibérica hicieran público un estudio encargado por Garrido a su número dos, Demetrio Pintado, en el que se defiende que en el caso Grúas no existen indicios para acusar al presidente de la comunidad autónoma de delito alguno.
La consecuencia de la reforma del Estatuto de Autonomía es, en opinión de la Fiscalía, que la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia pierde su competencia para conocer de los hechos, por lo que la Fiscalía Superior “no puede ni debe seguir conociendo de los mismos”.
Fernando Clavijo comentó este jueves que es “tremendamente grave” que la Fiscalía haya ignorado el informe de Pintado, y ha pedido 24 horas para “digerir” la información, que ha tildado de “impactante, preocupante y triste”, con el fin de analizar qué decisiones va a tomar para proseguir con su defensa judicial.
“Estoy perplejo, preocupado y triste, no solo por lo que me atañe a mí sino a la justicia”, ha indicado, prometiendo a los periodistas que dentro de 24 horas hablará con mayor profundidad.