La Fiscalía pide 30 años de internamiento en un psiquiátrico al hombre que mató a sus hermanos a tiros

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

La Fiscalía de Las Palmas pide 30 años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario a Javier Manzano, autor confeso del asesinato de sus dos hermanos -Noelia, de 42 años, y José Antonio, de 47, copropietarios de la empresa Alvamanza- en mayo de 2015 en Tamaraceite y en Jinámar.

Según explican desde el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), un tribunal popular que se constituirá en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas será el encargado de juzgar, a partir de este lunes 6 de marzo y hasta el próximo viernes 10, al fratricida.

La acusación del Ministerio público también le pide a Javier Manzano una indemnización de 380.000 para los herederos de los fallecidos. Aparte, tal como recoge Canarias 7, los familiares personados como acusación particular imputan a Javier Manzano dos delitos de asesinato con las agravantes de disfraz y abuso de superioridad y piden 22 años y seis meses por cada uno de los crímenes, además de indemnizaciones por valor de 600.000 euros.

Así, el primer asesinato lo realizó en la calle Acebuche del barrio de Almatriche, en Las Palmas de Gran Canaria. Noelia se preparaba para dirigirse como cada mañana a trabajar cuando nada más salir de la puerta el agresor sorprendió a su víctima y le disparó tres tiros (dos de cartuchos y uno de bala) con la misma escopeta y sin bajarse del coche, un Opel Corsa blanco alquilado. Eran las 07.40 horas de la mañana y la bolsa de basura que Noelia llevaba en la mano quedó sobre la acera, y los perdigones incrustados en la puerta del domicilio Noelia aún luchó por su vida ya que no quedó inconsciente, pero falleció en el quirófano del Hospital Doctor Negrín, donde fue trasladada en estado crítico. Uno de los tiros que recibió le alcanzó la carótida; otro disparo le afectó a la zona del abdomen, mientras que el tercero le dio en una pierna.

La madre de los hermanos, que residía en la casa contigua a Noelia, avisó a su hijo José Antonio de lo que acababa de suceder. En esos momentos el mayor de las dos víctimas se encontraba en la empresa familiar trabajando y según testigos ordenó a sus empleados que cerraran la fábrica, de la que salió en su Renault Megane a gran velocidad hacia Las Palmas de Gran Canaria.

Sin embargo, por el camino se cruzó con su hermano, quien le persiguió hasta empotrarlo en la calle Manuel Alemán Álamo, donde el agresor lo tiroteó tres veces seguidas, la última, en la cara. A José Antonio ni siquiera le dio tiempo a quitarse el cinturón de seguridad y presentaba en su cuerpo tres orificios de entrada y tres de salida, lo que indicaría que los disparos que acabaron con su vida fueron realizados desde una distancia muy corta. El asesino confeso dejó el arma y posteriormente se entregó a una patrulla de tráfico de la Polícia Local de Telde que en esos momentos ordenaba la circulación en esa misma zona. El vehículo que utilizó para realizar los dos crímenes terminó con la goma de la rueda destrozada debido al impacto con el coche de su hermano.