Una grabadora registró el intento de asesinato del policía a su exmujer en Telde
Una grabadora activada por la víctima registró todos los sonidos de un intento de asesinato, y la grabación, incorporada a la causa, está siendo de gran ayuda a los investigadores, incluso a los peritos que han de pronunciarse sobre el estado mental del sospechoso. Él es policía nacional, tiene 41 años y su nombre responde a las iniciales J.F.B. El pasado 4 de marzo, sábado, por la mañana, se presentó en el que había sido el domicilio en el barrio teldense de Los Llanos, el que había compartido con su exmujer, M.P.S., de 37 años, y le asestó 28 puñaladas, la mayoría por la espalda.
Tumbada en el suelo, su víctima gritaba y gritaba tratando de quitarse de encima a quien pretendía acabar con su vida, de más de cien kilos de peso, en una escena en la que estaba presente el único hijo nacido de ese matrimonio cuando la crisis entre ambos ya había estallado. El niño tiene menos de un año.
Ella había activado su grabadora antes de que el que había sido su esposo entrara en el domicilio. Quería hacerse con pruebas de su comportamiento hacia ella y desde hacía un tiempo venía aplicando esa fórmula: registrarlo todo para que sirviera como prueba en caso necesario.
Nunca pensó que aquella grabadora iba a servir para que la Policía y la jueza instructora, Virginia Peña, pudieran tener todos los desgarradores detalles de un crimen machista. El audio es estremecedor porque se puede apreciar hasta el sonido de las embestidas criminales que el asesino frustrado infligía a su exesposa. Y, por supuesto, cómo le gritaba “muérete ya, cerda”, o “esto te pasa por tu orgullo”, además de otros improperios que se alargaron durante veinte minutos interminables de agresión.
La mujer salvó su vida por varios factores, según los resultados de las primeras pesquisas. En primer lugar porque gritó y alertó a los vecinos y al padre del agresor, que se había quedado en la calle esperando a que su hijo bajara. La Policía tardó quince minutos en llegar al lugar del suceso y, tras tirar la puerta abajo, redujo al sospechoso y atendió a la víctima, luego asistida por los servicios sanitarios. Pero quizás fuera que la mujer se hiciera la muerta lo que pudo haber contribuido a que el agresor parara de apuñalarla al dar por descontado lo que a aquellas alturas ya debía parecerle lógico: que tras clavarle por todo el cuerpo aquel cuchillo en 28 ocasiones, su exesposa ya debía estar muerta.
Finalmente fue su sobrepeso lo que evitó que ninguna de esas cuchilladas le alcanzara cualquier órgano vital, lo que en última instancia salvó su vida.
Pese a que el agresor se encontraba en tratamiento psiquiátrico cuando se produjeron los hechos, la jueza Virginia Peña lo considera imputable, según fuentes de la investigación. Sólo llevaba tres días en tratamiento, pero ya se le había retirado el arma reglamentaria.
La grabación está incorporada a la causa penal que se sigue en el juzgado de Violencia contra la Mujer de Telde. Está sirviendo no solamente para conocer todos los detalles de este asesinato frustrado, sino también para que los peritos forenses puedan analizar con más minuciosidad el comportamiento del agresor, actualmente en prisión provisional. Su víctima se recupera de sus heridas en el Hospital Insular.