El ex juez Salvador Alba Mesa, condenado a seis años y medio de prisión por prevaricación, cohecho y falsedad documental, y pendiente de entrar en prisión desde hace más de 250 días, trabaja como abogado en el despacho de un ex dirigente del Partido Popular de Canarias. Al menos eso es lo que ha sostenido en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de la ciudad grancanaria de Telde adonde fue citado para prestar declaración en el marco del expediente promovido a raíz de la petición de indulto que cursó su esposa, la letrada de la Administración de Justicia Teresa Lorenzo Establier.
Fuentes policiales han confirmado a este periódico que Alba declaró ante el agente que lo entrevistó que ahora es abogado tras darse de alta en el régimen de autónomos y que ejerce como tal en Consortium Abogados, la firma a cuyo frente se encuentra Jorge Alberto Rodríguez Pérez, quien fuera senador hasta 2019 y secretario ejecutivo y responsable de Estudios y Programas del PP canario hasta mayo pasado. Salvador Alba no figura de alta como letrado en la web del Colegio de Abogados de Las Palmas.
Jorge Rodríguez negó a este periódico en abril pasado, cuando comenzaron a circular estas informaciones de modo oficioso, que Alba trabajara o colaborara con su despacho. Sin embargo, ya para entonces el ex dirigente político, que fuera mano derecha de José Manuel Soria en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y posteriormente en el Parlamento de Canarias, hacía trabajos para el juez corrupto.
En concreto, consta como letrado en una sentencia de principios de este año de la jurisdicción civil por una causa relativa a una pensión alimenticia del primer hijo del ex juez penado. Y más recientemente, Jorge Alberto Rodríguez aparece firmando una querella por odio, acoso, revelación de secretos y pertenencia a organización criminal contra el director de Canarias Ahora, Carlos Sosa, y otras personas.
Jorge Alberto Rodríguez acumula un amplio historial político plagado también de casos de corrupción. Siendo concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria bajo la alcaldía de José Manuel Soria, Rodríguez se vio obligado a dimitir al descubrirse que había beneficiado irregularmente con contratos públicos a una amiga íntima.
En 2007 volvió a dimitir, esta vez como portavoz parlamentario del PP, al publicar este periódico su activa participación como introductor de una empresa nacional en ayuntamientos gobernados por el PP. La causa lo condujo al banquillo por tráfico de influencias, delito del que fue absuelto por un tribunal presidido por José Ramón Navarro Miranda, entonces presidente del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en la que fue su última sentencia antes de ser nombrado presidente de la Audiencia Nacional. Ya gobernaba el PP en España y José Manuel Soria era ministro de Industria.
A raíz de esas informaciones de Canarias Ahora, Rodríguez se querelló por injurias y calumnias contra el director del periódico y otro de sus periodistas, Alexis González, en una causa que logró mantener viva dos años gracias a que su recurso contra el archivo lo admitió en la Audiencia Provincial de Las Palmas precisamente Salvador Alba Mesa. La querella fue finalmente archivada.
Más recientemente, Jorge Alberto Rodríguez volvió a verse envuelto en otro caso de corrupción, también dado a conocer por este periódico. Había presentado sus credenciales para convertirse en magistrado suplente del TSJ de Canarias, pero en ellas ocultó un dato importante: que había sido parte en una causa ante esa instancia jurisdiccional sin que hubieran pasado los plazos que marcan las normas para dejar de estar contaminado. Al verse descubierto presentó voluntariamente su renuncia.
Su compañero de despacho Salvador Alba Mesa, condenado en firme a seis años de prisión y 18 de inhabilitación por el Tribunal Supremo en noviembre de 2021 por conspirar contra la magistrada Victoria Rosell, actual delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, continúa disfrutando de su libertad gracias a la batería de recursos, recusaciones, escritos alegando enfermedades que le impiden ingresar en la cárcel y otras argucias que ha desplegado ante el tribunal que puso en marcha la ejecutoria de su sentencia en enero pasado. Pero en este caso, su abogado es el madrileño Nicolás González-Cuéllar Serrano, letrado de cabecera de José Manuel Soria.
Alba fue visto este sábado en la playa teldense de Salinetas en compañía de su esposa disfrutando de un espléndido día. Ambos instalaron sus sillas plegables en primera línea y allí pasaron la mañana, según refirieron varios bañistas que los fotografiaron.