El magistrado Salvador Alba, investigado por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) por la presunta comisión de hasta seis delitos, ocultó a la Fiscalía Provincial de Las Palmas al menos uno de los correos electrónicos que intercambió con un condenado por estafa y homicidio los pasados 29 y 30 de marzo. En este mensaje, al que ha tenido acceso Canarias Ahora, el juez no sólo muestra interés por obtener información que pudiese comprometer a Victoria Rosell, sino que además trata de concretar el procedimiento para la entrega del “dossier explosivo” de 1.207 folios que su interlocutor, Ramón Arnau de la Nuez, le había ofrecido con la promesa de que le serviría para “hundir personal, pública y profesionalmente” a la magistrada y exdiputada de Podemos y a “sus socios”, entre los que mencionaba a jueces, fiscales, policías y funcionarios.
Como informó este periódico el pasado 27 de abril, Alba denunció ante la Fiscalía haber sido extorsionado, coaccionado y amenazado por el exconvicto, que se hace llamar Coronel Arnau y La araña y dice ser un exagente del Cesid víctima de un “complot judicial y político” por el que permaneció encarcelado durante años. Esas amenazas se habrían producido después de que el juez rechazara pagar los 1.000 euros que su informante le reclamaba por las “molestias ocasionadas” al intermediario que debía hacerle llegar esa documentación, según consta en uno de los correos facilitados al Ministerio Público.
La denuncia de Alba ha propiciado la apertura de un procedimiento penal para investigar esa supuesta extorsión de Arnau de la Nuez, pero también la incorporación de esos correos a las diligencias que se tramitan en su contra en el TSJC. El teniente fiscal de Las Palmas, Antonio López, dio traslado de esa correspondencia a la jueza instructora, Margarita Varona, al considerar que la información en ella contenida podía tener relevancia en el procedimiento.
El escrito de Alba incluía en total ocho mensajes de su intercambio epistolar con el Coronel Arnau, aunque sólo dos de ellos fueron enviados desde su cuenta personal de correo, uno inicial en el que reconoce que su objetivo desde hace años es “poner en su sitio, fuera de la judicatura, a quien ha actuado con ilicitud manifiesta en sus acciones”, en alusión a Rosell, y uno final en el que acaba declinando la propuesta para recibir el dossier después de que su informante le reclamara 1.000 euros para pagar a un intermediario.
Sin embargo, no fueron los únicos. La noche del 29 de marzo, el Coronel Arnau recibió desde la cuenta de Alba otro mensaje, no aportado a la denuncia a la Fiscalía, que respondía a las distintas fórmulas de entrega de la documentación que el informante del juez le había propuesto a lo largo de la tarde. El exconvicto había planteado la posibilidad de hacerle llegar el dossier en un lugar “discreto y en horario de poco tránsito”, a través de “un repartidor de Telepizza”, en “los probadores de la planta de caballeros de El Corte Inglés” o “en una playa abierta, tipo Maspalomas o Las Canteras”, entre otras opciones.
La contestación llegó ese mismo día por la noche desde el iPhone de Salvador Alba. “Como usted dice, no puedo fiarme de nadie. Por eso la forma de entrega que propone no me parece bien. Debe ser a través de un tercero, una persona de mi absoluta confianza y en el lugar indicado por mí que le haré llegar cuarenta minutos antes”, concreta el magistrado, que pregunta a su interlocutor por su disponibilidad de fechas y horas. “Yo le haré llegar la dirección en ese mismo día una vez nos pongamos de acuerdo”, añade.
En el correo ocultado a la Fiscalía, Alba se compromete, siguiendo las recomendaciones de Arnau de la Nuez, a crear una cuenta en Proton Mail, un servicio de correo electrónico cifrado que está considerado como el servicio de mensajería más seguro del mundo. “Crearé esa dirección de mail y comunicaremos a través de ella”, escribe el juez, que se interesa por el contenido de las cartas que el expresidiario le remitió años atrás para “tener una garantía” sobre su identidad. “Desde que esto empezó he tenido una persona siguiéndome, he sido grabado , amenazado y demás maravillas”, le confiesa.
Posteriormente, Arnau de la Nuez le explica en otro correo que al lugar acordado acudirá una persona de su confianza que cobrará por entregarle la documentación 2.000 euros, de los que el juez debía pagar la mitad. “Usted ha cambiado el proceso de entrega y a esta persona le ocasionará una molestia”, se justifica.
En su denuncia ante la Fiscalía, el juez sostiene que tanto él como su mujer -letrada de la Administración de Justicia- decidieron responder al ofrecimiento del Coronel Arnau para continuar lo que entendían que era “una broma”. Sin embargo, la camaradería que se aprecia en los primeros mensajes dio paso a la furibunda reacción del interlocutor de Alba tras la negativa final del juez: “Cumple conmigo, yo cumpliré contigo, y luego cada uno por su lado. Tic tac, tic tac, tic tac, mañana a las 9 de la mañana. Tú eres el que decides si vives en paz o no”.
Réplica de Arnau de la Nuez
Ramón Arnau de la Nuez ha remitido a Canarias Ahora una réplica a la noticia publicada el 27 de abril con dos puntualizaciones. La primera sostiene que Alba “sí pagó los 1.000 euros” reclamados “en efectivo” a un emisario que envió desde Tenerife para entregarle “esa mochila” con el dossier sobre Victoria Rosell. Según el informante del juez, la entrega se habría realizado en una cafetería de la calle Triana de Las Palmas de Gran Canaria. La segunda afirma que Alba intercambió con él “muchísimos más correos” de los aportados a la Fiscalía, a través de “Gmail, Hotmail y Proton Mail”, cuenta esta última que habría creado para encriptar los mensajes.
Sin embargo, las indagaciones realizadas por este periódico no han permitido corroborar los datos aportados en esa réplica, más allá de la existencia de la cuenta de correo en Proton Mail a la que alude en su escrito. Tampoco el juez Salvador Alba ha contestado a las preguntas formuladas a este respecto la mañana del pasado 8 de junio ni a la solicitud para recabar su versión de los hechos.