El magistrado Salvador Alba ha retirado este martes la denuncia que interpuso contra el empresario Miguel Ángel Ramírez y el abogado Sergio Armario por descubrimiento de secreto, falsedad, calumnias, injurias y coacciones. La renuncia del juez Alba se produce el mismo día en el que estaba previsto que declararan los denunciados ante Rafael Passaro, titular del Juzgado de Instrucción 2 de Las Palmas de Gran Canaria.
A pesar de que la comparecencia no fue suspendida, tanto Ramírez como Armario han preferido no declarar, aunque el empresario ya ha anunciado que se reserva las acciones para acusar a Alba por denuncia falsa.
Alba había presentado la denuncia horas después de que se divulgara una grabación de la reunión que mantuvo el 16 de marzo con el empresario en su despacho de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas para maquinar contra Victoria Rosell fabricando una declaración que perjudicara a la entonces magistrada en excedencia y diputada de Podemos por la provincia de Las Palmas.
El magistrado, que a su vez está siendo investigado por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) por el contenido de esta grabación, ya ha comparecido en dos ocasiones ante Passaro. En su segunda declaración, celebrada la pasada semana, Alba presentó unos audios grabados en septiembre de este año en los que se puede escuchar a sus compañeros de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas discutiendo sobre procesos judiciales en curso, sin interés, como prueba en su denuncia contra el empresario y su abogado. Su objetivo era incriminar a uno de ellos, Carlos Vielba, que se había reunido con Miguel Ángel Ramírez para intentar acabar con las acusaciones cruzadas entre Alba y el empresario.
En la grabación aportada a Passaro se escucha cómo Alba se interesa por las condiciones de este acuerdo y su colega le plantea un encuentro en la casa de Ramírez “en bañador” para que no se puedan registrar las conversaciones. En ese momento (23 de septiembre) la Guardia Civil aún no había emitido el informe pericial en el que se descubriría la grabación completa que se escondía en la papelera del dispositivo usado por Ramírez.
En el momento de presentar la denuncia, Alba insinuó que había sido objeto de presiones por parte de otros magistrados y de periodistas para archivar la causa por delito fiscal contra Miguel Ángel Ramírez. Sin embargo, nunca llegó a presentar en los juzgados las supuestas pruebas (registro de llamadas, mensajes de WhatsApp y correos electrónicos) que demostrarían la existencia de estas presiones. De hecho, en su segunda declaración redujo la acusación al empresario y su abogado a un único delito de fraude procesal.
En el escrito presentado este martes en los juzgados, Alba asegura que se reserva el ejercicio de acciones civiles contra el empresario. Según ha podido saber este periódico, el abogado del magistrado intentó cerrar un acuerdo la semana pasada con la defensa del empresario para poner fin a las acusaciones cruzadas.