La Justicia vuelve a ordenar la suspensión de las obras de las Torres del Canódromo en Las Palmas de Gran Canaria

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

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La Justicia ha vuelto a ordenar la suspensión de las obras de las Torres del Canódromo en Las Palmas de Gran Canaria. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 6 de la capital de Gran Canaria ha estimado la medida cautelar solicitada por la Asociación de Vecinos de Ciudad Alta (Avecalta) para frenar la construcción de estos dos edificios de 14 plantas con 120 viviendas, 165 plazas de aparcamiento y 101 trasteros en el barrio de Schamann.

La empresa Realia Business S.A., a la que el Ayuntamiento capitalino otorgó la licencia de obra, no se ha opuesto esta vez a la suspensión de la obra. De acuerdo con la sentencia, a la que ha tenido acceso Canarias Ahora, Realia argumenta que ''existen razones de peso'' para no oponerse al quedar en entredicho la legalidad de la inversión y al ser ''absolutamente necesario gozar de la absoluta certeza y seguridad jurídica que avale la continuidad y viabilidad del proyecto''. Pero esta suspensión, tal y como subraya el documento, no significa ''en ningún caso'' el abandono de las obras.

En julio de 2021, la Justicia también declaró nula la licencia de obra otorgada a Realia. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Número 5 estimó el recurso presentado en 2019 por Ben Magec-Ecologistas en Acción contra la licencia y “contra las disposiciones administrativas que le dieran cobertura”. Entonces, este Juzgado desestimó las causas de inadmisibilidad aducidas tanto el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, la Comunidad Autónoma de Canarias y Realia Business S.A.

Ben Magec denunció que la corporación municipal había otorgado la licencia pese a que el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) calificaba la zona donde se preveía instalar las torres como ''de edificabilidad agotada''. La resolución judicial dio la razón a los vecinos, que recurrieron indirectamente, los planes generales de ordenación de 2000 y 2005 que permitieron el cambio de suelo dotacional (parque) a residencial para poder construir las dos torres con una edificabilidad de 13.200 metros en una esquina del parque del Canódromo. Para ello, hubo una “desviación de poder” por parte de los responsables municipales, encabezados entonces por José Manuel Soria como alcalde y Juan José Cardona como concejal de Urbanismo.