Un maltratador ha aceptado este jueves ante la Audiencia de Las Palmas ser condenado a 16 años de cárcel tras confesarse culpable de haber intentado asesinar puñaladas a su esposa, que salvó la vida porque fingió estar muerta cuando él se disponía ya a decapitarla, para rematarla.
Los hechos ocurrieron el 16 de enero de 2017 en el domicilio que el procesado, Antonio Gustavo O.Q., compartía con su esposa y sus dos hijos en Las Palmas de Gran Canaria.
En un momento en el que estaban solos en la casa, Antonio Gustavo O.Q. acometió por sorpresa contra su mujer armado con un cuchillo en cada mano, mientras le anunciaba: “Esto se va a acabar”.
El procesado ha reconocido ante el tribunal que, como relata el fiscal, apuñaló a su esposa en el pecho, el cuello, el vientre y los brazos, y que luego la cogió del cabello y la arrastró por el suelo escaleras abajo, mientras ella imploraba que la ayudasen.
Antonio Gustavo O.Q. intentó entonces rematar a su mujer: primero le hundió hasta el fondo uno de los cuchillos, que ya tenía clavado en el pecho, y después comenzó a hacerle cortes en el cuello con el otro, “con la intención de decapitarla”, dice el fiscal.
En ese momento, la víctima fingió estar ya muerta y el procesado soltó el cuchillo, mientras espetaba: “¡Se acabaron los problemas!”
La mujer fue atendida poco después, en cuanto su esposo salió de la vivienda. En el hospital, le operaron para extraerle el cuchillo que aún tenía clavado y para repararle los daños de sus múltiples heridas. En total, necesitó 201 días para curarse.
La Fiscalía subraya en su escrito de cargos que estos hechos fueron el colofón a ocho años de malos tratos en el seno del matrimonio, en los que el procesado sometió a su mujer a constantes insultos, desprecios y acciones humillantes y vejatorias.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, Antonio Gustavo O.Q. se ha declarado culpable de haber intentado matar a su mujer en los términos que expone el fiscal.
Ante su confesión, el Ministerio Público ha reducido la condena que solicitaba para él de 18 a 16 años de cárcel, 14 de ellos por intento de asesinato y dos por malos tratos habituales.
Tanto su defensa, como la acusación popular, ejercida por la Asociación Themis, se han declarado conformes con esa petición.
Tras esta conformidad, corresponde a la Audiencia Provincial fijar la condena por los delitos que el procesado ha reconocido como ciertos, con el límite de los 16 años pedidos por las acusaciones.