Un profesor de gimnasia, que se enfrenta a una condena de 27 años de cárcel por supuestamente haber abusado de tres menores, ha admitido este martes ante la Audiencia de Las Palmas que solo hizo tocamientos y dos o tres felaciones a uno de 16 años al que no forzó porque “los consintió”.
El acusado, que dio clases en un polideportivo de Arucas y en un gimnasio de Las Palmas de Gran Canaria, ha negado haber abusado de los menores y ha indicado que las denuncias que se presentaron contra él son como “represalia”, ya que había comunicado que no eran aptos para practicar el deporte que querían a uno de los denunciantes y a la hermana de otro, que también le denunció.
Las tres presuntas víctimas, hoy ya mayores de edad, han declarado tras un biombo ante el tribunal y, dos de ellas, que fueron alumnos del acusado, han relatado que este les hizo tocamientos y felaciones en el gimnasio al final de las clases, cuando hacían los estiramientos e, incluso, uno ha especificado que fue penetrado en un aparcamiento.
Uno de estos alumnos es el que el acusado sostiene que sentían una atracción mutua y que mantuvieron una “relación platónica”, una cuestión que no ha sido admitida por el joven, quien ha relato que a los 12 años, en el gimnasio de Las Palmas de Gran Canaria y al efectuar los estiramientos, su profesor le bajó los pantalones y le practicó una felación.
Este supuesto abuso se repitió en varias ocasiones en el centro deportivo de la capital grancanaria y en una ocasión posterior, en Arucas, cuando el menor lo volvió a tener de profesor, conforme a su testimonio.
El otro alumno del que supuestamente abusó ha señalado que tenía 15 años cuando empezó a ir al gimnasio de Arucas y ha relatado que cuando estaba haciendo estiramientos, el procesado le bajó también los pantalones y le practicó una felación, al tiempo que ha detallado que, por ese motivo, dejó de ir a las clases durante dos semanas.
Al volver al gimnasio el acusado le comentó que lo sucedido lo había hecho para ayudarle en otras relaciones y que “era bueno para él”, ha apuntado la supuesta víctima, que ha agregado que a la semana volvió a practicarle de nuevo felaciones y le advirtió que no se lo contara a nadie.
Este joven ha negado al tribunal que el acusado le hubiera dicho que no valía para la acrobacia aérea con telas, que era el deporte que practicaba.
Los supuestos abusos sexuales al tercer menor ocurrieron cuando tenía 13 años, tanto en el domicilio familiar del acusado como en el gimnasio de la capital grancanaria, adonde le llevó en una ocasión, según ha manifestado el perjudicado, quien también ha añadido que el procesado le dijo que no contara a nadie lo sucedido y que se lo había hecho por su bien, porque era “gay”.
Tanto el fiscal como la acusación particular, en sus conclusiones provisionales, solicitaban una condena de 27 años de prisión para el acusado y una indemnización de 12.000 euros para los perjudicados.