El Tribunal Supremo ha abierto juicio oral al exsenador del PSOE Casimiro Curbelo por el incidente que mantuvo en 2011 con tres policías nacionales en Madrid, hechos que podrían ser constitutivos de un delito de resistencia a agentes de la autoridad y otro de lesiones leves.
El incidente sobre el que gira esta instrucción tuvo lugar en la madrugada del 14 de julio de 2011 en el complejo Azca de la capital, cuando el presidente del Cabildo de La Gomera se quejó a unos policías del trato que su hijo, él y una tercera persona acababan de recibir en un establecimiento del que habían sido expulsados.
Según la acusación del fiscal, cuando los policías le explicaron los pasos que debía seguir para presentar una denuncia, el hijo del entonces senador insultó y empujó a un policía, por lo que los funcionarios procedieron a su detención.
Siempre según el escrito de la acusación, Curbelo, en la actualidad diputado en el Parlamento de Canarias por la Agrupación Socialista Gomera (partido ajeno al PSOE), replicó entonces de esta manera a los agentes: “Soy senador y vosotros, más que policías, sois unos terroristas, unos borrachos”.
“No sabéis con quién estáis tratando. Soy del Senado, voy a ir uno por uno a por vosotros, voy acabar con vuestras carreras. Os voy a denunciar por detención ilegal”, añadió, según los indicios.
Durante toda la instrucción del caso Casimiro Curbelo siempre ha negado haber cometido los hechos que los policías sostienen que protagonizó (supuestos insultos, amenazadas y malos tratos).
La polémica abierta por este asunto le costó a Curbelo su puesto de senador, ya que el PSOE renunció a seguir presentándolo como candidato a la Cámara Alta por La Gomera, a pesar de las amplias victorias que había conseguido hasta entonces.
De hecho, la entonces secretaria de Política Internacional del PSOE y coordinadora de la campaña socialista en las elecciones generales de 2011, Elena Valenciano, le emplazó a dimitir por su comportamiento “lamentable”. “Nos avergüenza”, dijo Valenciano.
Ya con Pedro Sánchez al frente del partido, la Ejecutiva del PSOE decidió no volver a presentarle a las elecciones de 2015 al Cabildo de La Gomera, a lo que Casimiro Curbelo respondió fundando su propio partido, con el que repitió cargo con el 50,19 por ciento de los votos y, además, logró tres de los cuatro escaños que corresponden a su isla en el Parlamento de Canarias.
Este procedimiento ha tenido una compleja instrucción, ya que inicialmente las competencias correspondían al Supremo, después la causa pasó a un juzgado de Madrid, cuando Curbelo dejó de ser senador (2011) y, luego, regresó al alto tribunal, cuando el inculpado fue parlamentario autonómico.
Esa condición habilita de nuevo al Supremo a ocuparse del caso, al haber ocurrido los hechos fuera de las jurisdicción territorial del Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
El magistrado del Supremo Luciano Varela se hizo cargo del caso a raíz de la exposición razonada que le dirigió el juzgado de Madrid que se ocupó del asunto.
Varela consideró que existen indicios de que el parlamentario canario pudo cometer no solo un delito de resistencia grave, en forma de presuntos insultos y amenazas a los policías, sino también una falta de lesiones contra un agente. De ellos le acusa el fiscal.