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La viuda del abogado asesinado Juan Betancor pide que el acusado pague por la muerte “tan cruel” de su marido

Efe

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La viuda del abogado Juan Betancor ha pedido este lunes al Jurado de la Audiencia de Las Palmas que el acusado de asesinar a su marido, tras supuestamente rociarle con gasóleo y gasolina y prenderle fuego con un mechero, pague por la muerte “tan cruel” que le dio, que “no se le hace ni a un perro”.

“Me lo quemó todito, sólo se le veían los ojitos”, ha afirmado en su declaración ante el tribunal, en la segunda sesión del juicio que se sigue contra Antonio P.G., que vivía en la finca del matrimonio, situada en Santa Brígida (Gran Canaria), donde ha dicho que el procesado llevaba unos 14 años trabajando hasta el día de los hechos, la mañana del domingo 29 de mayo de 2022.

Ese día, según ha indicado, su marido salió de la casa para poner el motor de la piscina en marcha y al poco tiempo escuchó un extraño ruido, los perros empezaron a ladrar y también oyó gritos y a su esposo decir “Fátima pide ayuda que Antonio me quiere matar”.

Según ha contado, se dirigió hacia donde estaba y se encontró con el acusado, que fue hacia ella con “mucha violencia” y la tiró al suelo, le rasgó la camiseta cuando le puso un cuchillo en el cuello, y le pidió su teléfono móvil para evitar que pidiera ayuda.

Como el teléfono móvil lo tenía en el salón, el procesado la llevó hasta la casa, lo cogió y la dejó encerrada hasta que pudo salir por una ventana, ha remarcado.

Ha dicho que llegó a pensar que también la iba a matar a ella y que “su cara daba miedo”, así como que no se explica cómo pudo trepar un muro de la finca y pedir ayuda a una vecina, que fue la que avisó a la Guardia Civil.

También ha explicado que en compañía de dos policías locales se dirigió a la casa, lograron forzar la puerta principal para acceder a la finca y corrieron hacia la zona donde estaba su marido, que se había metido en un aljibe para apagar las llamas de su cuerpo.

“Fátima sácame de aquí”, le escucho decir desde dentro del aljibe, cuya tapa había sido tapada con chatarra, que tuvieron que retirar, según ha contado la viuda, quien ha dicho que cuando por fin vio a su marido este le dijo: “Mira lo que me ha hecho Antonio”.

Las dos policías locales que consiguieron sacarle del aljibe han explicado al tribunal que lo hallaron con la cabeza fuera del agua y agarrado con las manos a un bordillo y que tuvieron que pedir a su mujer que les ayudara para conseguir que subiera la escalera de obra que tuvieron que colocar para que saliera.

La ambulancia tardó poco en llegar, según la viuda, si bien ha precisado que dada la gravedad de su marido enviaron dos, y que fue en el hospital Doctor Negrín donde le informaron de que estaba “muy grave” y que lo iban a trasladar a una unidad de quemados de un hospital de Madrid, donde falleció a los tres días.

La viuda de Juan Betancor ha contado que a causa de estos hechos ha adelgazado 13 kilos y lleva dos años y medio en terapia, “pero de esa muerte tan cruel no se recupera uno así como así”.

Así mismo, ha indicado al tribunal que esa mañana su marido aún no se había fumado ningún puro, ya que el abogado de la defensa sostiene que una chispa de su cigarro fue lo que prendió el combustible y no el mechero que se le intervino al acusado cuando se le detuvo como mantienen las dos acusaciones, la ejercida por la fiscal Cristina Coterón y por el hijo de Betancor, también abogado y que representa a la familia.

Los dos médicos del hospital Doctor Negrín que han declarado como testigos y peritos han explicado al Jurado que Juan Betancor llegó intubado y que presentaba más del 80% de su cuerpo quemado y que las quemaduras eran de tercer grado e incompatibles con la vida, pero que, aún sabiendo que el pronóstico era “muy grave”, se le trasladó a Madrid para tratar de salvarle.

En esta segunda sesión del juicio han declarado también los dos policías que detuvieron en la carretera del Gamonal al procesado y uno de ellos ha referido que cuando lo arrestaron se encontraba sentado delante de una vivienda y le dijo que se iba a entregar y que “no buscaran más”.

“Yo lo he quemado” pero “no voy a decir nada más”, ha señalado el policía local, que ha añadido que entre sus pertenencias se le intervino un mechero, cuestión que también ha corroborado su compañero, que ha manifestado que el procesado les dijo que estuvieran tranquilos: “Hice lo que tenía que hacer y no voy a decir nada más”.

Además de los agentes de la Policía Local, han declarado quince testigos, entre ellos la vecina que llamó a la Guardia Civil y en su mayoría los agentes que intervinieron en el caso.

Dos guardias civiles que se encargaron de la inspección ocular y también han prestado testimonio en condición de peritos han situado el lugar donde el acusado supuestamente le prendió fuego a Juan Betancor por la zona quemada que hallaron en una pared próxima a la vivienda del acusado.

Han indicado que hallaron sobre un muro un teléfono móvil, un cuchillo y un machete de grandes dimensiones, y que localizaron en otra zona de la finca el teléfono móvil de la viuda, que estaba en el suelo destrozado.

El juicio continuará este martes con la declaración de los peritos y del acusado, para quien la fiscal reclama una condena de 30 años y medio de cárcel por considerar al acusado autor del asesinato de Juan Betancor, y de amenazas y detención ilegal de su mujer.

La acusación ejercida por la familia, a la que representa el hijo de Juan Betancor, eleva la petición de la pena a 33 años.