Canarias quiere “premiar” a las aerolíneas que restablezcan las conexiones entre las Islas y el continente europeo con entre dos y cuatro euros por asiento ofertado, lo ocupe un pasajero o no. El turismo aplaude la medida para relanzar el sector, pero algunos expertos dudan de su efectividad en un momento de baja demanda por el miedo al coronavirus.
El Gobierno autonómico ha reservado un millón de euros para la medida, pendiente de incrementar la cuantía y de conseguir la aprobación de Bruselas, según fuentes de la Consejería de Turismo.
El presidente de la patronal hotelera de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricua, considera que se trata de una medida “valiosa y necesaria” para contrarrestar el riesgo que toman las aerolíneas al establecer vuelos en un momento de tanta incertidumbre. “Estamos todos juntos en esto y hay que arrimar el hombro”, señala, pidiendo además una eliminación de las tasas aeroportuarias.
La Asociación de Líneas Aéreas de España (ALA) valora “cualquier medida encaminada a animar la demanda de pasajeros” y sugiere que, con la subvención, Canarias podría ganar “competitividad frente a otros destinos”.
Algunos economistas, sin embargo, dudan que la subvención de la oferta se vaya a traducir en un mayor número de visitantes. “La medida muestra amplias dudas sobre su efectividad y la eficiencia en el uso de los recursos públicos, convirtiéndose probablemente en un mero trasvase de fondos a las aerolíneas (si es que estas deciden volar) sin efectos reales sobre la demanda”, dice Juan Luis Jiménez, profesor titular en el Departamento de Análisis Económico Aplicado (ULPGC).
El economista asegura que la actual se trata de una crisis de demanda y las medidas deberían ir encaminadas a reponerla. “Los individuos no viajan por tener miedo al contagio, no porque falten aviones para viajar ni por problemas presupuestarios”, asegura.
Esto se podría ver agravado por el perfil del turista que viene a Canarias. Los visitantes suelen ser de mayor edad y, según datos de Promotur, un 51,9% de ellos considera muy importante la seguridad en su elección de destino. Los últimos datos no son alentadores: una reciente encuesta de la empresa de investigación YouGov señala que tan solo un 11% de los británicos, los segundos clientes más importantes de las Islas, planea hacer un viaje internacional en los próximos seis meses.
La consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, ha reconocido que, incluso con una reducción de vuelos del 60%, la ocupación sigue siendo muy baja. Sin embargo, confía en que durante las próximas semanas se levanten las restricciones a los viajes a Canarias de los principales mercados turísticos europeos y la temporada de invierno sea “un éxito”.
En una reunión con la consejera, los turoperadores se mostraron cautos ante un “invierno de barbecho”, expresando su preocupación por las restricciones en las fronteras aunque las Islas tengan buenas condiciones sanitarias y climatológicas.
Pese a la mejoría de los datos epidemiológicos de las Islas, el Centro Europeo de Control y Prevención de las Enfermedades (ECDC) pintó este jueves las Islas de rojo en su primer semáforo COVID, permitiendo la imposición de restricciones. El verde, que recomendaría el levantamiento de cuarentenas o pruebas a la vuelta, queda aún muy lejos, requiriendo un 30% menos de positivos por prueba PCR y una incidencia acumulada de menos de un tercio de la actual.
Del lado de las aerolíneas, tampoco es seguro que puedan adaptar su oferta a corto plazo ni si sería efectivo el estímulo propuesto. Jiménez señala que los horarios de vuelo se suelen organizar con seis meses de adelanto, aunque el exceso de capacidad durante la pandemia pueda haber incrementado la flexibilidad. Además, la cuantía de la subvención es limitada: 720 euros de máximo para un vuelo de cuatro horas entre Londres y Tenerife con 160 asientos disponibles. “¿Qué aerolíneas cambiarán su decisión de no volar a Canarias a sí volar por la cuantía discutida?”, se pregunta el economista.
La planificación de la temporada de invierno se complica aún más por los cambios de actitud de los pasajeros. En la reunión con Turismo, los delegados de los turoperadores Globalia y Schauinsland Reisen destacaron la escasa anticipación en las reservas hacia Canarias, ya que la mayoría se formalizan el día previo al viaje. La incertidumbre, los bajos precios y el temor a que las aerolíneas tarden en ejecutar los rembolsos en caso de cancelación podrían hacer que los turistas pospongan su decisión de reservar.
Sergio Moreno Gil, director del Instituto Universitario de la Turismo y Desarrollo Económico Sostenible de la ULPGC, da por hecho que “vamos a trabajar con un volumen muy limitado de turistas” y propone concentrar los esfuerzos en “conectar con aquellos que se sienten más seguros en Canarias y quieren venir”. El economista sugiere reforzar el contacto continuado con los clientes fidelizados y reforzar las medidas de rastreo para los turistas con el uso de tecnologías como la aplicación Radar COVID. Si el Gobierno de Canarias quiere subvencionar el restablecimiento de rutas, propone atar las ayudas a una compensación de su impacto medioambiental, en línea con la reactivación verde de la economía que quiere hacer la Unión Europea.