El hotel Lopesan Villa del Conde Resort & Thalasso, en Gran Canaria, ha reabierto tras el parón de la crisis sanitaria de la COVID-19 con 700 huéspedes en el primer fin de semana de vuelta a la actividad, informa la empresa.
Este es el segundo hotel de 5 estrellas, junto con el Lopesan Baobab Resort, que Lopesan Hotel Group reabre en julio para fortalecer la propuesta turística de Gran Canaria, y que lo hace, según la compañía hotelera, con las garantías de seguridad del sello Lopesan Health & Safety para huéspedes, colaboradores y trabajadores, a través de protocolos de higiene y salud.
El hotel, aunque tiene capacidad para 1.200 personas, gestiona el flujo de reservas para no superar el 60% de ocupación, para garantizar el cumplimiento del protocolo de salud e higiene avalado por la consultora internacional HS Consulting y el sello Lopesan Health & Safety, ha informado la compañía.
Los primeros en cruzar las puertas del hotel tras la reapertura han sido dos jóvenes residentes en Gran Canaria, quienes recibieron un ramo de flores de manos del director del hotel, Javier del Toro, y parte del equipo.
La pareja, Silvia de Barcelona y Oliver de Las Palmas de Gran Canaria, habían programado viajar este verano a un parque temático en Cataluña con sus dos hijos, sin embargo, la pandemia de la COVID-19 les obligó a cancelar sus planes y buscar una alternativa en la isla. Es la primera vez que ambos se hospedan en el hotel y lo único que esperan es poder “descansar, tomar el sol, comer bien y desconectar”.
El Lopesan Villa del Conde fue reformado por completo en 2018 con una inversión de 25 millones de euros, con modernización de sus habitaciones, restaurantes, piscinas y jardines.
Este establecimiento hotelero destaca por ser una estructura de hotel al aire libre, articulado en base a la arquitectura tradicional canaria con elementos icónicos de las islas como los balcones de madera y con un conjunto que es réplica de la iglesia de San Sebastián de Agüimes.