De reutilizar el agua de los hoteles para plantar a revolucionar la gestión de residuos: ideas para resetear el turismo
Los escandinavos dejarían de acudir a un hotel que no utilice energía verde y los alemanes estarían dispuestos a pagar más si el establecimiento mantiene prácticas sostenibles. Así lo recuerda a este periódico el director del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), Gonzalo Piernavieja, que señala las ventajas de la economía circular para que el destino sea más competitivo tras la pandemia. Se trata de un término en el que llevan años trabajando también investigadores de las universidades canarias, en especial el Instituto Universitario de Turismo y Desarrollo Económico Sostenible (Tides) de la ULPGC. Carlos León, director de este último, explica que “turismo no es solo generar viajes” ya que esta actividad tiene un impacto en sus relaciones con el entorno, de manera que es necesario que se potencie el bienestar humano. Y es que, “la sostenibilidad implica que podamos vivir más años, mejor y con mayor calidad de vida” en un contexto en la sostenibilidad es lo más importante.
Por economía circular se entiende no solo apostar por el reciclaje o la reutilización, sino también por las políticas de ahorro energético, actividades respetuosas con el medio ambiente, entre otras. Todo un conjunto de iniciativas que impliquen a empresas, turistas y población local. Sobre este concepto se ha ahondado en la feria de turismo Atlantur, celebrada esta semana en el sur de Gran Canaria. En ella se han puesto de manifiesto iniciativas por las que ya están apostando establecimientos turísticos y otras que se pretenden desarrollar con fondos europeos para la reconstrucción. Reutilizar el agua de los hoteles para plantar ha sido una de las iniciativas abordadas, pero también otras como las centrales de frío que permiten ahorrar energía, cambiar el sistema de los bufés para no derrochar alimentos o mejorar la gestión de residuos. Se ha propuesto desde que sean convertidos en biogás, de manera que se puedan aprovechar para abaratar el coste de piscinas climatizadas o que se unifiquen los residuos orgánicos del turismo insular en una única instalación con el objetivo de que los gases generados puedan utilizarse en vehículos como camiones de basura. Y es que, en este punto se remarcó durante la feria que hay hoteles que pagan hasta 30.000 euros por tasa de basura, por lo que es todo un reto repensar cómo optimizar la gestión de estos residuos.
Iñigo Nuñez, presidente de la Fundación Canarias Recicla, recuerda que existe una población flotante que multiplica a la residente. Es decir, si el Archipiélago cuenta con un censo de 2,2 millones de habitantes, a ello hay que sumarle los 15 millones de turistas anuales que llegaban antes de la pandemia. Sobre este dato, Gonzalo Piernavieja añade que el visitante consume dos veces más energía y agua que un residente. Por ello, se plantean soluciones en torno a estos recursos básicos. El director del ITC señala algunos ejemplos que se han implantado en otras zonas como un sensor que fotografía la basura y te avisa del dinero que se está perdiendo o el etiquetado de basura para que el ecoparque la trate mejor. Ambos sí añaden que debido a la condición ultraperiférica de las Islas y al tratarse de un territorio fragmentado se hace compleja la implantación de la industria del reciclaje y de determinadas tecnologías. En estos retos, el Instituto Tecnológico de Canarias actúa como dinamizador de políticas de innovación y se encuentra en coordinación con los distintos clúster. En proyectos turísticos, Piernavieja menciona que se están evaluando redes de calor y frío o las posibilidades de la tecnología para las calderas de los hoteles…
Profesionales que se han concentrado esta semana en Gran Canaria para abordar el futuro y presente del turismo coinciden en que se abre un momento único desde el Plan Marshall para transformar el sector con los fondos que llegan de Europa precisamente para avanzar hacia la sostenibilidad, la digitalización y la seguridad del destino. Así lo puso de manifiesto Juan Viesca, director de fondos europeos de la Fundación Innova, que subrayó que en estas partidas España va a ser la más beneficiaria y esto supondrá un auténtico reto de gestión.
Gran Canaria como laboratorio de turismo circular
‘CirTourLab’ es la propuesta que el Cabildo de Gran Canaria ha realizado a Europa para activar la economía circular en la isla. Raúl García Brink, coordinador de Desarrollo Económico en la isla, ha recordado datos como el hecho de que un 41% de la comida se tira a la basura o que un coche típico en Europa pasa aparcado el 92% del tiempo. El proyecto apuesta por las renovables, por reducir el derroche y los residuos potenciando la reutilización y el reciclaje. En esta labor, la formación va a ser crucial y por eso se está tratando de impulsar el Experto Universitario en Economía Circular en Las Palmas de Gran Canaria.
“Queremos cooperar con otros proyectos, que las inversiones sean sostenibles y desarrollar el turismo circular en las posibilidades de la isla”. Al igual que otros profesionales del sector incidió en que Gran Canaria puede convertirse en un laboratorio, en un escaparate para el resto de destinos. Brink también recalcó que el objetivo es reducir la emisión de gases, generar ecosistema circular, nuevos modelos de negocio, empleo e inclusión social. “Mejorar la reputación verde del destino” será clave en el turismo post pandemia. En este sentido también remarca la importancia de dar a conocer los beneficios fiscales de la Zona Especial Canarias.
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