Los visitantes pagarían más por hoteles sostenibles: las posibilidades de la economía circular en el turismo
Un estudio refleja que un 60% de las personas que visitan Canarias y Baleares están dispuestas a abonar un precio más alto por hospedarse si el establecimiento es ecológico y cuenta con política de ahorro energético. Los dos archipiélagos tienen la mayor tasa de residuos per cápita
Hasta un 60,9% de los turistas encuestados en una reciente investigación estarían dispuestos a pagar más por hoteles sostenibles. Así se refleja en un estudio realizado por Carlos Rodríguez y Carmen Florido, investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), y Marta Jacob, investigadora de la Universidad de Las Islas Baleares (UIB) en el que abordan las posibilidades de la economía circular en el turismo. Es decir, cómo el reciclaje, la reutilización, las políticas de ahorro energético y las actividades respetuosas con el medio ambiente serán claves para lograr que un destino sea más competitivo tras la pandemia al ser más respetuoso con el medio. En este aspecto precisamente trabaja la Consejería de Turismo del Gobierno canario; es decir, en el diseño de proyectos que encajen en los fondos europeos y que caminen hacia planes de infraestructuras sostenibles y hacia la digitalización, bases de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
Carlos Rodríguez, doctorando en Turismo, Economía y Gestión de la ULPGC, explica que, a raíz de las consecuencias negativas de la COVID-19, hay que repensar el sector turístico actual y plantear nuevas oportunidades para aumentar la competitividad del destino. En esta tarea cree que “el turismo circular es una solución básica”. Las posibilidades asegura que son infinitas, y si atendemos a los hoteles pueden ir desde “prácticas de energía, de agua, de residuos, de innovación y enseñanza e información a los empleados”, entre otras. El estudio se enmarca en un proyecto llamado Islandap Advanced, en el que, una vez estudiado el comportamiento de los turistas, ahora los investigadores se encuentran ahondando en las prácticas que llevan a cabo los hoteleros. Con las conclusiones que se extraigan se pretende conocer cuál es la situación y en qué se puede mejorar. Esta parte del estudio no se ha publicado aún pero sí que adelanta que, aunque las prácticas circulares han mejorado en los últimos años, falta más información y los establecimientos solicitan más subvenciones y ayudas para poder implementar estas prácticas “porque suponen un alto coste: reformular los hoteles y que puedan ser más sostenibles”, aclara.
El perfil de los turistas isleños
¿Cómo se comporta el turista que visita ambos archipiélagos? La primera parte del estudio, que ha sido resumida en un artículo de divulgación científica por los tres investigadores, explica cuál es el perfil de los turistas con mejor actitud y comportamiento circular en los hoteles de un destino de sol y playa, como es el caso de Canarias y Baleares. Así, se concluye que los turistas mayores y las mujeres tienen una actitud y un comportamiento más circular. Además, los alemanes y los suecos, así como aquellos con mayor nivel educativo, son los que muestran una actitud más proactiva respecto a las prácticas ambientales que llevan a cabo los hoteles. Además de estar dispuestos a pagar más por hoteles ecológicos, la mayoría cree que es importante que el hotel cuente con una política de ahorro energético.
Carlos Rodríguez recalca que conocer cuál es el perfil de turistas más concienciados con el medio ambiente permite además realizar estrategias de marketing y captación para este público objetivo y que este segmento de clientes valore el destino Canarias como un lugar sostenible. El estudio demostró también que “las prácticas circulares más comunes son el uso de papeleras de reciclaje y la reutilización de toallas. Por contra, las menos realizadas son: mantener el aire acondicionado por encima de los 22°C y usar el tanque de descarga parcial en los lavabos”.
La investigación muestra que “el 86,5% de los turistas realizan las mismas prácticas de economía circular durante sus vacaciones en la isla que en su lugar de residencia y solo existen diferencias significativas según la edad del turista en la frecuencia de realizar las mismas prácticas circulares en casa que cuando viaja”. En este sentido, “los turistas mayores de 55 años realizan con mayor frecuencia que los turistas más jóvenes las mismas prácticas circulares en casa que cuando viajan”. Las personas que han participado en esta investigación subrayan que es importante tener en cuenta estas cuestiones en territorios insulares, por su mayor vulnerabilidad ante el cambio climático. También recuerdan que Baleares lidera, junto con Canarias, el ranking de comunidades autónomas en cuanto a generación de residuos per cápita (con una media de 800 kilogramos y 594, respectivamente) según otro estudio de la Escuela de Negocios EAE. Sobre ello, Rodríguez añade que “está demostrado también que un turista genera el doble que un residente”. “La investigación en este campo se hace muy necesaria para conseguir una industria turística más sostenible para las islas”, insisten.
Carlos Rodríguez recuerda que las prácticas circulares en la economía deben ser realizadas por todos los actores, desde la población local, a los residentes a todos los protagonistas del destino y que se puede aplicar a otros sectores. Afirma que se ha demostrado que las prácticas que más llevan a cabo los turistas son “utilizar las papeleras de reciclaje si los hoteles disponen de ellas y también llevar a cabo duchas de bajo consumo (no utilizar mucha agua)”, entonces cree que se ha demostrado también “que es importante que los hoteles ofrezcan información y conciencien a sus clientes de llevar a cabo prácticas circulares porque eso sirve para aumentar las prácticas que llevan a cabo los clientes”.
La mayor concienciación por la huella del carbono también ha quedado reflejada en otros estudios y sobre ello también se han pronunciado otros expertos como Matías González, profesor de Economía Aplicada de la ULPGC e investigador del Instituto de Turismo y Desarrollo Sostenible (TIDES), que considera que hay toda una estrategia por desarrollar y que los visitantes van a cambiar su forma de viajar después de la pandemia, apostando por un viaje que dure más días en lugar de pequeñas escapadas a lo largo del año. En ello también coincide Carlos Rodríguez, que remarca que este parón que ha supuesto la pandemia debe servir para reflexionar y que se camine hacia un turismo más sostenible. Señala que en estos momentos el turismo sigue siendo un sector muy importante para la economía, pero ya se han producido ejemplos en otros destinos en los que genera rechazo en la población local (como ocurrió en Barcelona en su momento o en Venecia porque el destino estaba masificado) y para evitar precisamente estas situaciones es clave que se realicen políticas respetuosas con el medio ambiente.
Los estudios que se están realizando en la ULPGC sirven para apreciar cuál es la situación actual y qué se puede hacer a partir de ahora para no dañar al medio ambiente. “La economía circular está en todos los sectores de la sociedad y en todos se puede implementar: el ecodiseño, el reciclaje, la reutilización …”, aclara Rodríguez, que añade que también se ha desarrollado Recis, una red de economía circular en isla que es interesante para abrir un espacio sobre este asunto entre empresa y universidad. Explica que el grupo de investigación del que forma parte está trabajando ya con varias empresas (no solo del sector turístico) que piden asesoramiento sobre cómo gestionar residuos y cómo darles una segunda vida. “Hace falta más información y concienciación porque no está toda la población concienciada aunque ha mejorado con el paso de los años”, concluye.
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