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Un paseo por el norte de Gran Canaria de la mano de los antiguos canarios
Un yacimiento cada kilómetro y medio. Eso lo dice todo. Gran Canaria es conocida mundialmente como una de las mecas del turismo de sol y playa del mundo. En este sentido, como el resto de las islas que forman el Archipiélago canario, disfruta de un clima que permite las actividades al aire libre durante todo el año y de una oferta hotelera de Primera División. Pero no todo es tumbarse al sol en sus playas espectaculares. La isla ofrece mucho más. Naturaleza y cultura completan la oferta para los viajeros inquietos. Cultura que se manifiesta de mil y una maneras fruto de una historia que abarca más de 2.000 años. Y un salto atrás en el tiempo es una buena manera de descubrir una geografía impactante que, desde las épocas más remotas, condicionó la vida de los hombres y mujeres que habitaron este lugar. Sobre todo en los primeros compases de ocupación humana.
Los antiguos canarios son, para las gentes de estas latitudes, un verdadero mito. A lo largo de los siglos, los canarios de hoy se han forjado una idea de sus antepasados que ha ido del rechazo de los siglos posteriores a la conquista europea a la idealización del siglo XIX y buena parte del XX. La ciencia, en los últimos años, ha sacado a la luz muchos aspectos de la vida cotidiana de los primeros habitantes de la isla y ha derribado muchos de los mitos y leyendas que giraban en torno a las sociedades indígenas. Aún no se sabe cómo llegaron, pero, poco a poco, se van descubriendo señas de su vida cotidiana gracias al análisis riguroso de los restos que dejaron.
Una de las puntas de lanza de la oferta turística grancanaria es su imponente patrimonio histórico. Y en el catálogo de bienes destacan los que nos llevan a aquella época anterior a la colonización castellana. Hay multitud de pequeños yacimientos desparramados por toda la geografía insular. Muchos de ellos preparados para la visita. Pero te proponemos un paseo por la costa norte que abarca un par de horas. Una ruta entre Las Palmas de Gran Canaria, capital de la isla, y el pintoresco pueblecito de Agaete para aprender cómo vivían, de qué manera actuaban y que pensaban aquellos hombres y mujeres que, hace más de cinco siglos, resistieron como leones a los conquistadores españoles. Esta propuesta no abarca todo el patrimonio arquiueológico de la isla. Es sólo una propuesta para acercarse al tema en una jornada de turismo cultural; una buena forma de iniciarse en un tema apasionante a la par que recorres la costa norte de la isla.
Un museo que es un museo
El barrio de Vegueta es el centro fundacional de Las Palmas de Gran Canaria y atesora algunos de los edificios históricos más importantes de Canarias. Entre los atributos de este vecindario ilustre se encuentra el Museo Canario una de las instituciones culturales más prestigiosas del Archipiélago (Dirección: Doctor Verneau, 2; Tel: (+34) 928 336 800; mail: info@elmuseocanario.com; Horario: L-V de 10:00 a 20:00 h; S, D y F: de 10:00 a 14:00 h). El centro cuenta con la colección arqueológica más importante de Canarias y abarca todos los ámbitos de la cultura prehispánica de la isla. Pero más allá de sus colecciones, las cuidadas maquetas de casas, poblados trogloditas o graneros fortificados o su increible biblioteca uno de los puntos fuertes del ‘Canario’ es la propia configuración de su colección e instalaciones. La institución nació en el siglo XIX gracias al empuje de varios vecinos ilustrados de la ciudad al uso de los gabinetes científicos de la época. Y ese gusto de museo antiguo, pese a las actualizaciones, no se ha perdido. Por suerte.
Ya hablando de la visita, destacan la sala dedicada al hábitat (impresionante la maqueta de casa canaria), la de la cerámica prehispánica (los antiguos canarios eran alfareros perfeccionistas) y la del mundo funerario en la que se muestran varias momias y multitud de cráneos recolectados por todas las islas. Otro punto de interés es el espacio dedicado al mundo religioso. En esta última sala se encuentra el famoso Ídolo de Tara, una pequeña terracota que tiene que ver con los cultos a la fertilidad de los antiguos canarios y las famosas pintaderas, sellos de barro que se han convertido en el símbolo por antonomasia de los isleños e isleñas. La visita al Museo Canario es imprescindible si quieres conocer, de verdad, la idiosincrasia de la isla.
Un pueblo de agricultores
La economía de la Gran Canaria anterior a la conquista se fundamentaba en la agricultura cerealística. Gran parte de las tierras de cultivo se dedicaban a la cebada y al trigo y el control de sus excedentes fueron un elemento fundamental de la sociedad indígena y las relaciones de poder entre los diferentes grupos familiares y sociales. La mayor parte de las terrazas de cultivo de la actualidad se asientan sobre las antiguas tierras de cultivo de los aborígenes y las antiguas infraestructuras de riego se mejoraron con la tecnología europea. Hoy, una de las huellas más notables de aquel pasado agrícola son los más de 30 graneros fortificados en los que los canarios guardaban el grano en previsión de épocas de escasez. El más célebre es el denominado Cenobio de ValerónCenobio de Valerón (Dirección Cuesta de Silva (GC-291. Acceso desde GC-2); Tel: (+34) 618607896; e-mail: info@cenobiodevaleron.com; Horario: De 1 de octubre a 31de marzo M-D 10.00-17.00. De 1 de abril a 30 de septiembre M-D 10.00 – 17.00) en el que los aborígenes excavaron unas 300 pequeñas cavidades en las que depositaban el grano.
Los canarios aprovecharon un arco natural en la Montaña del Gallego para crear un complejo sistema de cámaras, escaleras y pasadizos. Cada una de las cámaras se sellaba herméticamente para preservar el grano hasta por dos años. La situación del granero, en la parte media de la montaña, facilitaba su defensa y lo ocultaba de miradas indiscretas desde la costa. El yacimiento está perfectamente habilitado para la visita y cuenta con material divulgativo de gran calidad. Esta foto no puede faltar en el álbum de la visita a la isla.
Un día cualquiera hace seis siglos
En el siglo XIX, unos trabajos agrícolas en la ciudad de Gáldar dejaron al descubierto la Cueva Pintada (C/Audiencia, 2; Tel: (+34) 928 89 57 46; Horario: Del 1 de octubre al 31 de mayo M-S 10.00 – 18.00. DyF 11.00 – 18.00. Del 1 de junio al 30 de septiembre M-S 10.30 – 19.30. DyF 11.00-19.00). Los primeros que entraron a la cavidad, tras siglos de olvido, pudieron ver una sinfonía armónica de triángulos, cuadrados y círculos pintados en la roca. Un diagrama dotado de un ritmo impresionante que, aún hoy, asombra a los que se acercan hasta Gáldar. Mucho después, y tras catorce años de campañas arqueológicas, en torno a la cueva aparecieron los restos de más de cincuenta estructuras (casas, cocinas, corrales, muros...) que son la muestra más importante de urbanismo prehispánico en Canarias y, sin duda alguna, el complejo arqueológico más notable del Archipiélago. Junto al Yacimiento se construyó un moderno centro museístico en el que, a través de numeroso material arqueológico rescatado del propio lugar, y un impresionante material audiovisual, se puede conocer el día a día de aquellos hombres y mujeres y los episodios más notables de la Conquista por parte de España. El video 3D es, sencillamente, una maravilla.
Y después está el yacimiento. No cuesta mucho imaginarse como era el lugar hace seis siglos; casas, escaleras, caminos. El antiguo poblado se adaptó a la perfección a la ladera en torno a la propia Cueva Pintada, un lugar que, según los expertos, se vincula a las prácticas religiosas y simbólicas de la sociedad aborigen. El diseño de las pinturas, lás más complejas del extenso patrimonio rupestre insular, y la repetición de patrones en torno al número 12 hacen pensar que se trata de un calendario solar. Es aconsejable hacer la visita guiada.
VIAJAR AHORA RECOMIENDA: Si eres un amante de la cerámica y quieres comprar reproducciones de las piezas encontradas en la Cueva Pintada y otros yacimientos de la isla pásate por Tazirit (C/ Bentejuí, 7 -la que baja desde la propia Cueva Pintada-- Tel: (+34) 928 553 387). Inma y Diego son dos de los mejores ceramistas tradicionales de Canarias y sus trabajos son, sencillamente, impresionantes. Una buena opción para llevarse un souvenir auténtico de la isla. No te vas a arrepentir.
Desiguales en la vida y en la muerte
Siguiendo la carretera GC-2 hacia el oeste se llega al pueblo de Agaete. Es un buen lugar para darse un homenaje con el mejor pescado fresco de la isla y nadar en aguas cristalinas. Pero los antiguos canarios también dejaron su huella en el lugar. La carretera que sube hasta el espectacular valle de Agaete conduce al Maipés de Arriba, un lugar peculiar por sí mismo (C/Chapin sn; Tel: (+34) 928 171 177; mail: museosyarqueologia@arqueocanarias.com; Horario: Del 1 de octubre al 31 de marzo M-D 10.00 a 17.00. Del 1 de abril al 30 de septiembre M-D 10.00 a 18.00). Se trata de una colada de lava totalmente improductiva desde el punto de vista agrícola. Los primeros canarios y canarias aprovecharon el lugar para enterrar a sus muertos. Los enterraron en pequeñas cistas y, sobre los cuerpos de sus familiares, construyeron torretas de uno, dos o tres cuerpos a modo de monumentos funerarios. Los arqueólogos han localizado más de 700 que van desde el sencillo y humilde amontonamiento de piedras a complicadas estructuras escalonadas de más de tres metros de altura.
La organización del espacio y, sobre todo, el tamaño de los túmulos nos hablan de una sociedad jerarquizada y con complejas relaciones de parentesco y dependencia. Un pequeño centro de interpretación ayuda a comprender este espacio cementerial y los diferentes rituales funerarios de los primeros pobladores de la isla.
Un yacimiento cada kilómetro y medio. Eso lo dice todo. Gran Canaria es conocida mundialmente como una de las mecas del turismo de sol y playa del mundo. En este sentido, como el resto de las islas que forman el Archipiélago canario, disfruta de un clima que permite las actividades al aire libre durante todo el año y de una oferta hotelera de Primera División. Pero no todo es tumbarse al sol en sus playas espectaculares. La isla ofrece mucho más. Naturaleza y cultura completan la oferta para los viajeros inquietos. Cultura que se manifiesta de mil y una maneras fruto de una historia que abarca más de 2.000 años. Y un salto atrás en el tiempo es una buena manera de descubrir una geografía impactante que, desde las épocas más remotas, condicionó la vida de los hombres y mujeres que habitaron este lugar. Sobre todo en los primeros compases de ocupación humana.
Los antiguos canarios son, para las gentes de estas latitudes, un verdadero mito. A lo largo de los siglos, los canarios de hoy se han forjado una idea de sus antepasados que ha ido del rechazo de los siglos posteriores a la conquista europea a la idealización del siglo XIX y buena parte del XX. La ciencia, en los últimos años, ha sacado a la luz muchos aspectos de la vida cotidiana de los primeros habitantes de la isla y ha derribado muchos de los mitos y leyendas que giraban en torno a las sociedades indígenas. Aún no se sabe cómo llegaron, pero, poco a poco, se van descubriendo señas de su vida cotidiana gracias al análisis riguroso de los restos que dejaron.