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De ruta hasta Monument Valley, el escenario más icónico del viejo oeste

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Los navajo lo llaman Tse Bii Ndzisgaii (lugar de las rocas) desde muchos siglos antes de que un director mítico de la edad de oro del cine convirtiera a este paraje surrealista en uno de los iconos del viejo oeste americano. Dicen que antes de que Jonh Wayne recorriera el sitio a bordo de la diligencia más famosa del séptimo arte el lugar de las rocas apenas era conocido fuera de la orgullosa Nación navajo. Jonh Ford rodó aquí La Diligencia en 1939 y convirtió al lugar en la mismísima encarnación del salvaje ‘Far West’. Aquí rodó otras seis películas e inauguró un listado casi interminable de apariciones en películas y series de televisión que van desde clásicos de western a películas como escenas de la tercera parte de Regreso al Futuro o Forest Gump. El lugar de las rocas se convirtió, de la mano del cine, en Monument Valley, uno de los paisajes naturales más dramáticamente bellos y brutales de ese gigante prolífico en lugares apabullantes. Aún así, este rincón mágico situado en la frontera de los estados de Utah y Arizona no está entre los lugares más visitados del país.

Desde Las Vegas hay 635 kilómetros, dista 275 kilómetros del Parque Nacional del Gran Cañón y las conexiones más cercanas con la histórica Ruta 66 son Chambers (266 kilómetros) y Flagstaff (276) –ambas en Arizona-. Hay que dar un buen rodeo que demanda al menos de dos días, pero merece la pena si planificas un road trip por el suroeste de los Estados Unidos. Otra opción mucho más cara es tomar un vuelo privado hasta el Goulding's Monument Valley Airport desde Las Vegas y contratar una excursión de uno, dos o tres días por los alrededores (el aeropuerto comercial más cercano, a parte de Las Vegas, es el de Durango, en Colorado). Pero lo más usual y común es llegar en coche desde Las Vegas (compaginando una visita al Gran Cañón y Antelope Canyon) o hacer el desvío desde la mítica 66 (incorporando como hitos fuera de ruta el Antelope Canyon, el Gran Cañon y Las Vegas). Merece la pena. Si vienes desde la 66 desde Chambers aprovecha para visitar la Posta de Hubell (ciudad de Ganado), vieja parada de las diligencias que conectaban esta parte del país en los tiempos del salvaje oeste.

La nación Navajo (Naabeehó Bináhásdzo) ocupa una enorme extensión de terreno de algo más de 70.000 kilómetros cuadrados situados en la confluencia de los territorios de Utah, Arizona, Colorado y Nuevo México. Es el territorio aborigen más grande de los Estados Unidos, tiene una población de unos 350.000 habitantes y goza de una importante autonomía política y económica. Monument Valley se encuentra cerca del extremo norte de este enorme territorio y son los propios navajo quienes se encargan de la gestión del espacio. La mayor parte del parque se encuentra protegido y su visita requiere de ir acompañados de guías indígenas. A bote pronto, esto podría ser un engorro, pero recorrer las pistas de tierra y los lechos secos de la mano de sus pobladores originarios es una gozada: cada rincón guarda una historia y hasta los gigantes de piedra cobran vida y nos hablan a través de las tradiciones y leyendas de los navajo.

La puerta de entrada a Monument Valley es la Ruta 163 que parte de la localidad de Kayenta. A los pocos kilómetros de dejar atrás este pueblo anodino, el color de la tierra cambia y se va tornando cada vez más rojizo. Mesas chatas de piedra empiezan a verse en el horizonte adelantando lo que se viene. Las últimas millas son una auténtica pasada; es uno de los tramos de carretera más hermosos que vimos jamás (nos recordó a los paisajes de la estepa patagónica). Los gigantes de piedra van tomando dimensiones individuales y emergen algunos de esos perfiles que hemos visto cientos de veces en las películas. Una vez en Oljato, tienes dos opciones (si vas a pasar la noche aquí, algo más que recomendable); o vas para la zona de Gouldings, donde se encuentran algunos alojamientos con muy buenos precios, o ir hacia el inicio del Wildcat Trail y alojarte casi a los pies de los gigantes en The View Hotel (con precios bastante elevados por cierto aunque las vistas son inmejorables).

LA SCENIC DRIVE; UN PASEO POR LA RUTA 42.- Antes de empezar la ruta pásate por el Centro de Visitantes. La entrada por coche con cuatro personas cuesta 20 dólares con un adicional de seis dólares por persona adicional. Si vas a caminar, vas en bicicleta o moto, el precio de la entrada es de 10 dólares. En temporada alta (1 de abril al 30 de septiembre) el horario de visita es de 6.00 a 20.00 y en temporada baja (1 de octubre al 31 de marzo) el parque está abierto de 8.00 a 17.00 horas. La ruta (circular de 28 kilómetros) recorre la zona alta de Monument Valley internándose entre algunas de las más famosas formaciones rocosas. Esta es la única parte del parque, junto al sendero de Wildcat Trail, que puedes hacer por tu cuenta y, bajo ningún concepto, debes conducir tu coche fuera de los itinerarios permitidos.

La primera parada, antes de conducir a los pies de los gigantes, es subir hasta John Ford Point, un mirador elevado desde el que puedes ver buena parte de las rocas y que ha salido en mil películas. Es quizás, uno de los puntos más icónicos del parque. Desde ahí se inicia el circuito que pasa junto a los roquedos en lugares increíbles como Artists Point, con una de las visdtas más impresionantes del conjunto norte –como North Window-, o Camel Butt, una de las formaciones más imponentes. El recorrido completo demanda unas tres o cuatro horas.

THE WILDCAT TRAIL .- Este camino es el único que puede hacerse a pie sin guías locales. Es un camino circular de 6,1 kilómetros que sale muy cerca del arranque de la Ruta 42 y rodea el West Mitten Butte, una de las formaciones más famosas del parque. El camino, que es muy fácil de hacer y sólo demanda que lleves una pequeña provisión de agua y protección social, permite admirar el conjunto de formaciones de manera tranquila. Las vistas son imponentes y también tienes el aliciente de alejarte de los coches y disfrutar del espacio natural sin ruidos. Si te lo puedes permitir (por tiempo) no dudes en hacerlo. Para hacer este sendero tienes que pagar cinco dólares.

LA 163 HASTA MEXICAN HAT .- Seguir la Ruta 163 hasta Mexican Hat es otro de los imprescindibles. La carretera pasa entre algunas de las formaciones rocosas más importantes del parque (Eagle Mesa, Setting Hen, Brighams Tomb, Stagecoach y Big Indian) ofreciendo vistas sencillamente espectaculares. Esas fotos que combinan una carretera recta infinita y las rocas están tomadas desde este tramo; tanto de un lado como del otro. En el tramo que va desde las rocas a Mexican Hat se encuentra el lugar que se ha popularizado como Forest Gump Hill, al ser la localización de una de las escenas más emblemáticas de la película. Mexican Hat es un pequeño pueblo situado junto a una zona de meandros espectaculares del Río San Juan. No tiene mucho más allá de las vistas sobre el río, pero es un buen lugar para encontrar alojamiento mucho más barato que en el entorno del valle y puedes visitar el Parque Estatal de Goosenecks , que permite ver los mejores meandros (cuellos de ganso) del San Juan.

¿MERECE LA PENA CONTRATAR UN TOUR PRIVADO? Si estás aquí más de un día, sí. Los tours más completos incluyen un recorrido por zonas exclusivas de Monument Valley (lower walley –zona sur- y una escapada hasta el cercano Mistery Valley en el que se encuentran algunos restos arqueológicos de los Anazasi –conocidos como Indios Pueblo-, una cultura fascinante que dejó imponentes poblados de piedra y adobe y numerosas cuevas repletas de pinturas rupestres. En Mistery Valley hay restos de un antiguo poblado (square houses) y varias estaciones de pinturas rupestres. Pero más allá de la belleza del paisaje y la importancia histórica de las ‘ruinas’ anazasi, lo mejor de estos tours es escuchar a los guías hablar de su cultura y de la historia y espiritualidad del pueblo navajo. Merece muchísimo la pena. Otro imperdible, si tienes tiempo, es hacer alguna ruta nocturna guiada; los cielos en esta parte del mundo son increíbles.

Fotos bajo Licencia CC: Eric Kilby; Mike McBey; carlfbagge; Ahmet Asar; John Fowler; David Molloy; Graeme Maclean; m01229Graeme Macleanm01229