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Guía de Buenos Aires: cuatro ‘excursiones’ porteñas para viajeros fuera de ruta

Viajar Ahora

2 de abril de 2023 13:59 h

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Si vas a estar en Buenos Aires por más de cuatro o cinco días conviene hacer alguna incursión en sus barrios menos turísticos para ver rincones verdaderamente prodigiosos. Usando el SUBTE (metro) puedes ir hilando estos rincones que se encuentran a pocos minutos de lugares como San Telmo o el mismísimo Palermo. Hay mucho que ver en Buenos Aires. Hemos obviado lugares como la Feria de Mataderos o los rincones más auténticos de barrios como Pompeya por una cuestión de mera seguridad. Pero los puntos que te ofrecemos a continuación son seguros y de fácil acceso por transporte público. Si sólo puedes elegir uno, Caballito. Si sólo puedes elegir dos, Caballito y Almagro. Y a Tigre tienes que ir sí o sí para descubrir una faceta de la ciudad que se sale de lo común.

Caballito o el centro geográfico de Buenos Aires.- A Caballito no llega casi nadie (siempre hablando de viajeros y viajeras). Y la verdad es que no saben lo que se pierden. Este barrio se encuentra justo en el centro geográfico de la ciudad y atesora algunos atractivos que, en cualquiera otra ciudad a la europea, estarían en el listado de cosas de ver para los turistas. Y la verdad es que el barrio está súper bien comunicado con otras partes de la ciudad tanto por las líneas de colectivo como por el Subte (Líneas A –Estaciones Acoyte y Primera Junta- y B –Estación Carlos Gardel y Ángel Gallardo-). EL corazón del barrio es el Parque Centenario, un pequeño pulmón verde en el que, por ejemplo, está uno de los centros culturales más importantes de la ciudad: el Museo de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia (Av. Patricias Argentinas, 480 –Estación Ángel Gallardo, Línea B). Aquí vas a encontrar algunos fósiles de dinosaurios y de megafauna prehistórica mejor conservados del mundo y una amena expo de ciencias naturales (como los antiguos gabinetes del siglo XIX).

El otro imperdible de Caballito es el Barrio Inglés (Acceso desde Estación Primera Junta, Línea A). Caballito creció al socaire de las obras del Ferrocarril Oeste, una línea de tren vital para conectar la ciudad con el interior de la provincia de Buenos Aires. Pues para dar alojamiento a los directivos de la compañía (todos ingleses) se construyó un pequeño barrio de casas impresionantes que hoy es uno de los conjuntos urbanos más bonitos y mejor tratados de toda la ciudad. Esta pequeña Londres en miniatura se encuentra entre las calles Pedro Goyena, Barco Centenera y Emilio Mitre. Es un rincón precioso de la ciudad. El viejo Tramway (Parada Emilio Mitre al 500).- Si andas por acá un sábado por la tarde o un domingo –mañana y tarde-(también los días de fiesta) no dejes de montarte en el Tramway histórico de Buenos Aires. Y si vas con niños apúntalo en el listado de cosas que tienes que hacer sí o sí. Aquí podrás dar una vuelta en tranvías históricos que siguen funcionando gracias al mimo de la Asociación Amigos del Tranvía. Nosotros fuimos varias veces y tuvimos la suerte de montar en varios tranvías diferentes.

San Juan y Boedo; epicentro del Tango.- San Juan y Boedo antiguo, y todo el cielo; Pompeya y, más allá, la inundación… Así reza uno de los títulos paradigmáticos de la edad de oro del tango. La insuperable ‘Sur’. Muy pocos viajeros llegan hasta estas tierras linderas con el sur de Buenos Aires marcadas por dos iconos de la ciudad: el propio tango y San Lorenzo de Almagro, uno de los clubes de fútbol más importantes de la ciudad. Para llegar hasta aquí la mejor opción es el subte. La línea E te deja justo en este punto de la ciudad (Estación Boedo) y puerta con puerta con la Esquina de Homero Manzi (Av. San Juan, 3601) uno de nuestros ‘bares notables’ preferidos de toda la ciudad. Este lugar es de los más auténticos de la capital y aunque la carta no difiere a lo que se acostumbra en otros locales del estilo, el ambiente de tango es muy especial (aquí se ofrecen shows en vivo). Y de san Lorenzo, que podemos decir… Boca es Boca, River es River, pero la relación de amor del barrio de Almagro con su equipo es otra cosa. Para viajeros con tiempo queda la oportunidad de ir descubriendo las calles de Almagro de la mano del Grupo Artístico Boedo, que ha adornado numerosos tapiales del barrio con murales que giran en torno a los colores del ‘cuervo’ (como se conoce a San Lorenzo). Azul y grana por todos lados. Hermoso.

Otros imperdibles de Almagro se encuentran más cerca de la Avenida de Rivadavia y a los límites del barrio con Caballito. Aquí puedes ver dos imperdibles como el Pasaje San Carlos (Acceso desde Quintino Bocayuva al 100) o la Basílica de Santa María Auxiliadora y San Carlos (HIpópit Yrigoyen, 3999). El pasaje es uno de los callejones más lindos y auténticos de Buenos Aires (y también uno de los mejores ejemplos del ímpetu de vecinos y vecinas que luchan por la pervivencia del patrimonio porteño) y el templo que está justo al lado es tan impresionante que lo llaman la Catedral de Almagro (las bóvedas pintadas son una auténtica delicia).

Ir hasta el Delta del Tigre.- Otro clásico. La mejor opción para llegar hasta el Delta del Tigre en transporte público es tomar el Tren del Ramal Tigre desde la Estación de Belgrano C (junto al Barrio Chino) hasta la Estación Tigre –fin de trayecto-. El viaje dura alrededor de una hora y es bastante ameno. En El Tigre vas a ver como se cierra el estuario del Río de La Plata en una maraña de canales e islas cubiertas de vegetación que son una auténtica maravilla. ¿Merece la pena hacer algún paseo en barco? Sí. Vas a flipar. El paseo incluye algunos pequeños canales desde los que vas a poder ver los palafitos de madera en los que aún vive la gente del Delta (pasar aquí alguna noche es mágico pese a la necesidad de cantidades industriales de antimosquitos). En el propio Tigre tienes varias cosas que ver. La más cercana a la estación es el Puerto de Frutos, antiguo muelle fluvial que hoy es un pequeño centro comercial abierto colmado de comercios y restaurantes. Siguiendo por la Costanera de Tigre vas a pasar junto al Museo Naval de la Nación (Av. Victorica 602) y culminarás el paseo en el Museo de Arte Tigre (Av. Victorica, 972), uno de los palacetes más hermosos de toda la ciudad. Llegar aquí merece mucho la pena.

La Chacarita, Colegiales y el Meracdo de Las Pulgas.- De esta termino en La Chacarita… En Buenos Aires hay dos grandes camposantos históricos: está el nobiliario La Recoleta y el popular La Chacarita (Av. Guzmán, 680 –Estación Lacroze -Línea B-). ¿Merece la pena llegarse hasta acá? Si estás con días de sobra en la ciudad el paseo no está mal. ¿Qué tiene La Chacarita que no tiene La Recoleta? Mitos populares –con el permiso de Eva Perón que descansa en La Recoleta- y una gran cantidad de animillas –muertos que interceden por los vivos- con mil y una historias. Aquí reposan los restos del inmortal Carlos Gardel. Alrededor del cementerio hay poco que ver, la verdad. A nosotros nos gusta el ajetreo de la Estación Lacroze y aprovechar la ocasión para comer alaguna porción de pizza en El Imperio (Av. Corrientes, 6891). Un secreto.-  Tómate una cerveza en el Bar Palacio (Federico Lacroze, 3901) y flipa con la colección de cámaras fotográficas que allí se exhiben. Otro nuevo clásico del barrio es visitar el Mercado de Las Pulgas (Av. Dorrego, 1650) un mercado de artículos de segunda mano que poco a poco ha ido derivando hacia el anticuario de precios desorbitados. Pero es lindo que ver. SI andas por acá baja por la Avenida Federico Lacroze para hacer alguna incursión por el barrio de Colegiales. Para nosotros es de los más bonitos de toda la capital: prueba con un paseo por calles como Gorostiaga, una de las más monumentales de Buenos Aires (aprovecha para ver el Pasaje General Paz-, o las más populares Zapiola, Conde y Conesa.

COMER EN CABALLITO, CHACARITA Y COLEGIALES

El pescado del Faro de Vigo (Quintino Bocayuva, 522).- Un español más que correcto. Platos tradicionales de cuchara y uno de los mejores lugares de la ciudad para comer pescado (aunque todavía no entendemos la manía argentina de matar el sabor de la merluza con queso roquefort). Nosotros lo frecuentábamos y nunca nos decepcionó.

Los helados perfectos están en Tino (Av. Díaz Vélez, 4520).- Hay lugares más sofisticados, más cuquis, con sabores hiper exóticos… Pero para nosotros los mejores helados de Buenos Aires están en Tino. Sabores tradicionales. Imperdibles los chocolates con frutos secos y el dulce de leche. Para perder la cordura y repetir, repetir, repetir…

Lo de Charly, de las mejores parrillas de Buenos Aires (Av. Álvarez Thomas, 2101).- Abierta las 24 horas. Es un lugar para ‘laburantes’ (trabajadores) pero si estás por la zona de Colegiales merece la pena ir porque sencillamente es de las mejores de toda la ciudad. Las achuras (casquería) de Lo de Charly no tienen rival. A eso suma carnes de primera calidad y al arte de los parrilleros. Y bastante bien de precio.

El Imperio o las pizzas de Chacarita (Av. Corrientes, 6891).- El Imperio de la Pizza es otra de las pizzerías históricas de la ciudad. No la hemos visitado muchas veces, pero es una apuesta segura si andas con hambre por la zona.

Fotos Bajo Licencia CC: Sabrinarck; Buenos Aires Fotogénica; Jimmy Baikovicius; Pilar F; Tigre Municipio