El hombre de la selva vive en los rincones más recónditos del bosque; allí dónde el hacha de la deforestación y la industria del Aceite de Palma aún no han llegado. Escondido entre las hojas, el hombre de la selva intenta esquivar a la mayor de sus amenazas. Esa que le ha recluido en las cada vez más escasas manchas de bosque lluvioso tropical de las islas de Sumatra y Borneo. Dicen los expertos que hace apenas dos mil años, era común ver al hombre de la selva en la mayor parte del sudeste asiático y hasta en las regiones centrales de China y los bosques templados de La India. Hoy, el hombre de la selva se enfrenta a un futuro incierto marcado por la destrucción de su hábitat. Apenas quedan unos 30.000 según las estimaciones más optimistas ; unos 9.000 en zonas aisladas del norte de Sumatra y el resto en la enigmática Borneo. Ir en busca del hombre de la selva se ha convertido en una de las aventuras viajeras más auténticas de Asia. Una actividad que, en manos de entidades responsables, es un acicate para la supervivencia de la especie; pero que en manos de guías y agencias sin escrúpulos puede poner en riesgo los últimos santuarios del orangután, el hombre de la selva en lengua malaya que lucha contra la sombra de la extinción.
El mejor lugar para observar en libertad (como único debería estar) este primo cercano del ser humano es Borneo (tanto en la parte indonesia –Sur- como en la zona malaya –Norte-). Antes de iniciar un viaje que incluye la visita a santuarios naturales conviene informarse de los trámites a realizar, los mejores lugares y, lo más importante, que gente trabaja de manera ética y responsable con los animales. Una buena fuente es la página web de la Fundación FAADA Fundación FAADA que tiene una muy buena relación de enlaces e información sobre el impacto del turismo sobre los animales. Aquí te explicamos cómo y dónde puedes ver al orangután en su hábitat natural y, lo que es más importante, de la mano de personas que velan por la seguridad y el bienestar de estos imponentes primates. En el mapa puedes ver la localización de los lugares en los que se puede observar al orangután; o bien en centros de recuperación o en plena libertad. Y ee detallamos las alternativas más asequibles y sencillas para el viajero.
Centro de Rehabilitación de Orangunates de Sepilok (Malasia).- Situado a unos 25 kilómetros de la ciudad de Sandakan (se puede ir en transporte público) este centro de investigación y recuperación trabaja desde 1964 en un programa de reintroducción de orangutanes huérfanos o heridos en su hábitat natural. Los ‘hombres de la selva’ viven en semilibertad en las inmediaciones del centro y acuden en masa a las plataformas de alimentación a las 10.00 y a las 15.00 horas. El lugar cuenta con más de 43 kilómetros cuadrados de bosque lluvioso en las orillas de la Reserva Forestal de Kabili Sepilok. La principal misión del centro es la rehabilitación de individuos jóvenes que han perdido a sus padres por la deforestación y la caza furtiva y, sobre todo, devolver a la naturaleza a los pequeñines que han sufrido cautiverio. En libertad, los orangutanes viven hasta los ocho años con sus madres; en Sepilok han ensayado con éxito, la estrategia de dejar a los más pequeñitos con los que están por volver de manera definitiva al bosque y ha sido todo un éxito. El centro permanece abierto desde las 8.30 hasta las 16.00. Lo ideal es llegar temprano, ver como comen a las 10.00 y después pasar un par de horas paseando por los caminos habilitados observando a los propios orangutanes y una infinidad de fauna salvaje. Esta es la manera más accesible y sencilla de ver a estos animales en un ambiente próximo a la libertad. En los bosques circundantes hay casi un centenar de orangutanes totalmente libres; muchos fueron atendidos en el centro. Ni que decir tiene que las entradas de los visitantes es la principal fuente de ingresos del lugar.
Parque Nacional Tanjung Puting (Indonesia).- Es uno de los mejores lugares para la observación de orangutanes en libertad y, también, toda una invitación a la aventura. La única manera de llegar hasta aquí es tomar un avión hasta Pangkalan Bum, hacer un corto recorrido por carretera hasta el puerto fluvial de Kumai y ahí tomar un klotok (barco tradicional de madera habilitado como alojamiento) y hacerun viaje de varios días (lo normal son tres) por el río Seykoner hasta el corazón del parque nacional, dónde viven los orangutanes en total libertad. Las áreas de observación se encuentran en dos centros científicos y de recuperación gestionados por laOrangutan Foundation International: Camp Leakey y Tanjung Harapan dónde aún trabaja la incansable Biruté Galdikas Biruté Galdikas . Los precios de los ‘cruceros’ de tres días rondan los 350 euros por persona e incluyen los traslados desde el aeropuerto, la comida, guía, cocinero y todos los permisos de entrada al parque (sin contar los peajes de las cámaras de fotos y las videocámaras – 6 euros por cámara y 12 por video cámara-). El premio gordo es ver a los orangutanes en los senderos que rodean a los centros, pero durante el recorrido pueden verse multitud de animales. Hay quienes se han acercado hasta el campamento de Tanjung Harapan por su cuenta por un precio mucho menor ( como hizo la bloguera Guadalupe Araoz ), pero es muy difícil hacerlo ya que se supone que sólo pueden entrar las agencias autorizadas. FAADA recomienda para este recorrido a la empresa Kalimatan Explorer.
El problema de las plantaciones de palma
El aceite de palma es la principal amenaza a la que se enfrenta el orangután. Este aceite vegetal masivamente utilizado en la alimentación industrial, la cosmética, el aseo personal y en productos de limpieza demanda enormes cantidades de terreno que, en el caso de Borneo, supone la destrucción del bosque lluvioso y, con él, la desaparición del hábitat de multitud de especies; entre ellas el orangután. Organizaciones como la ONG Aceite de Palma ONG Aceite de Palma trabaja activamente en dos frentes: el primero informar sobre los efectos nocivos de este producto para la salud humana y el segundo denunciar los estragos medioambientales de su cultivo masivo y, a la vez, emprender acciones para frenar la expansión de los campos de palma y restaurar áreas degradadas. En los últimos años, varias de estas organizaciones están ayudando a las comunidades locales a comprar grandes extensiones de terreno que actúan como tapones a la voracidad de las multinacionales. Como decíamos al principio de este post, es importante viajar de manera responsable. Antes, durante y después del viaje. Y una buena manera es ayudar a organizaciones como ésta con donativos o a través del trabajo voluntario.
CUANDO IR.- Sin duda alguna en la época ‘seca’, que se extiende entre los meses de mayo y octubre. Pero no te creas que no va a llover. Los aguaceros son frecuentes pero, a diferencia de lo que sucede con la llegada del Monzón (noviembre-febrero) los chubascos son breves aunque intensos. Eso sí es la época más calurosa y el termómetro se va con facilidad por encima de los 35 grados con un rango de humedad muy alto. Cuando no corre la brisa el calor es bastante intenso.
Fotos bajo licencia CC: Shankar s. ; Victor Ulijn ; Thomas Quine ; Budi Nusyirwan