Laurisilva en La Palma: Tres lugares para disfrutar de la exuberante selva palmera

Viajar Ahora

1 de abril de 2022 15:37 h

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Uno de los elementos que diferencian a la isla de La Palma con la mayoría de sus vecinas canarias es la abundancia del agua. Agua que se manifiesta de varias maneras; en forma de grandes barrancos excavados a lo largo de milenios; en forma de cultivos que tapizan de verde buena parte de las zonas bajas de la isla o en forma de infraestructuras hidráulicas históricas únicas en el mundo… Pero la manifestación más importante de estas condiciones climáticas especiales (marcadas por la gran altura de la isla y su situación como la más alejada al continente africano) es la enorme cobertura vegetal que tapiza, 34.000 de las 47.000 hectáreas que tiene La Palma. La Laurisilva, o Monteverde, ocupa 10.000 de esas hectáreas (en el resto domina el pinar). Una verdadera selva húmeda compuesta por una veintena de árboles entre los que destacan las lauráceas (laureles, tilos, viñáticos, barbusanos…) y una gran cantidad de plantas secundarias asociadas. Humedad y temperaturas suaves son las claves de este paraíso natural que en La Palma alcanza niveles de conservación y desarrollo increíbles. No es de extrañar que los senderos que se internan en este ecosistema único sean uno de los puntos fuertes de cualquier visita a la isla.

La Laurisilva palmera se concentra en el norte y este de la isla con verdaderas selvas en una extensa porción de territorio que va desde las inmediaciones del Roque Niquiomo (Mazo) hasta las medianías de Garafía. Así que los lugares en los que uno puede acercarse a este ecosistema son múltiples. Algunos muy famosos y otros apenas hollados por el turismo como el propio Roque Niquiomo, uno de los lugares más bonitos y desconocidos del inmenso patrimonio natural, cultural e histórico de la isla. Aquí no sólo vas a encontrar algunas porciones de bosque bien desarrollado y conservado (algo difícil de ver en esta parte de la isla por las grandes transformaciones del paisaje en los últimos siglos). También hay cuevas, antiguos refugios de pastores y construcciones de piedra con muchos siglos a cuestas. Este lugar es increíble, pero la inmensa mayoría de los viajeros y viajeras se concentran en las selvas que se extienden en los municipios de Punta Llana, San Andrés y Sauce y Barlovento. Y aquí reinan sobre todos los demás, dos lugares emblemáticos: El Cubo de la Galga y Los Tilos.

La ruta circular de El Cubo de La Galga.- El acceso se realiza de manera directa desde la carretera LP-1. Desde aquí asciende una antigua pista forestal que se interna en el Barranco de La Galga entre helechos gigantes y árboles de gran porte. El sendero circular tiene una longitud de nueve kilómetros que suben hasta el Mirador de Somada Alta y vuelven al punto de partida por el mismo fondo del barranco. Este camino es uno de los imprescindibles palmeros por varias razones: pero la más importante es que aquí puedes ver los ejemplares más grandes y mejor desarrollados de la Laurisilva insular. Y lo de los helechos es de cuento. Conviene llegar hasta el Mirador de La Somada Alta ya que desde este punto se puede ver la dimensión real de un bosque que, literalmente, tapiza las montañas.

Un paseo por Los Tilos.- El bosque de Los Tilos es la otra gran joya botánica asociada a la Laurisilva del Parque Natural de Las Nieves. Este lugar tiene el interés añadido de tener un Centro de Interpretación dedicado al bosque y sus secretos. Aquí vamos a aprender, por ejemplo, el importante papel que juegan dos ilustres vecinas del lugar en la conservación del bosque. Son las palomas Rabiche y Turqué que con sus excrementos riegan la isla de semillas garantizando el recambio generacional del bosque y la reconquista de lugares perdidos por la acción humana. Desde aquí parte uno de los senderos más importante de Canarias: el que sube hasta los nacientes de Marcos Y Cordero. Pero también se pueden hacer pequeños recorridos para internarnos en la fronda (el que sube hasta el Mirador del Espigón Atravesado –que forma parte del camino que sube hasta los nacientes- y el del Mirador de Las Barandas).

Ir hasta los nacientes de Marcos y Cordero.- Para muchos es el sendero más bonito de toda Canarias. El agua es la principal protagonista de una ruta que nos lleva hasta dos de los nacientes de agua más caudalosos y espectaculares de todo el Archipiélago. Naturaleza en estado puro, pero también una lección magistral de la relación que las palmeras y palmeros han mantenido con el agua a través de los siglos. Para conducir el agua hasta la costa, se construyó una gran acequia que necesitó la abertura de trece túneles; algunos espectaculares y con varios centenares de metros, lo que transforma el camino en una verdadera aventura. Desde el punto de vista natural, el sendero te acerca a los límites superiores de la Laurisilva justo en un lugar dónde este bosque mágico se funde con otro de los grandes ecosistemas canarios: el pinar. El paisaje está dominado por los barrancos escarpados excavados por el agua. Hay que pensar que apenas a unos kilómetros de aquí se encuentran las cimas de la isla, esas cresterías magníficas que, para el otro lado, se desploman para formar ese socavón prodigioso que es la Caldera de Taburiente.

La manera más cómoda de acercarse a este rincón mágico es iniciar la ruta en la Casa del Monte y bajar hasta el Centro de Interpretación de Los Tilos (11 kilómetros). Este ‘atajo’ no sólo e ahorra un buen número de kilómetros, sino que también te deja en una cota de altura óptima para empezar a caminar aprovechando las acequias y las galerías excavadas en la montaña para conducir el agua (1.357 metros sobre el nivel del mar). Desde aquí, la primera parte de la ruta se hace a través de un falso llano que te acerca a los nacientes sin mucho esfuerzo (eso sí, te vas a mojar bastante y hay que llevar chubasquero). Después, tras un pequeño tramo de subida por escaleras, el resto del camino es cuesta abajo (a veces con tramos bastante empinados y complicados) salvo el pequeño desvío opcional hasta el Mirador del Espigón Atravesado, uno de los balcones naturales más bonitos de la zona. La ruta propuesta alcanza una cota máxima de 1.505 metros en el punto medio entre los nacientes (kilómetro 3,8) y después baja hasta los 521 metros que hay en el Centro de Interpretación de Los Tilos. Para llegar hasta la Casa del Monte la mejor opción es el taxi y es conveniente reservar con antelación. Hay varios taxistas locales que ofrecen este servicio (marcosycorderoentaxi, taxienlapalma, taximarcosycordero) y el precio por persona y trayecto ronda los 17 euros.

¿Se puede hacer el camino desde Los Tilos? Si uno está medianamente acostumbrado a caminar la respuesta es sí. La ruta entera con llegada a Las Casas del Monte y vuelta son 22 kilómetros, obviamente, con un desnivel acumulado que supera los 2.000 metros entre subidas y bajadas. Pero no es tan fiero el león como lo pintan y, según nuestra experiencia, es más duro el camino de bajada que el de subida. El primer tramo hasta los nacientes tiene una longitud de 7,5 kilómetros y asciende desde los 521 metros de altitud que hay en el entorno del Centro de Interpretación de Los Tilos a los 1.460 metros del Naciente de Cordero (hasta el de Marcos se suben unos 40 metros más en 0,8 kilómetros). Pero buena parte del ascenso se hace mediante pequeños tramos de escaleras y un falso llano muy cómodo. Eso sí, ir y volver te va a demandar unas cinco o seis horas con un par de paradas.

La LP-109 hasta La Zarza y La Zarcita.- La carretera LP-109 sale del pueblo de Barlovento y recorre buena parte de la fachada norte de la isla a media altura. Durante los primeros kilómetros, esta vía recorre bosques de laurisilva y nos descubre lugares verdaderamente preciosos como el Barranco de Gallegos, el Mirador de Las Mimbreras o la Fuente de los Poleos. La LP-1 hace el mismo recorrido algunos centenares de metros más abajo, pero merece la pena dar este pequeño rodeo para ver como el bosque va cambiando poco a poco según nos vamos acercando al oeste palmero y el pinar va ganando, poco a poco, terreno (esta transición de ecosistemas se ve muy claramente en Los Poleos). Terminamos este recorrido en un lugar muy especial, el Parque Cultural La Zarza (LP-1 Km 59,5 –Garafía-; Tel: (+34) 922 695 005), uno de los yacimientos arqueológicos más interesantes de todo el Archipiélago canario. Aquí puedes ver una de las estaciones de grabados rupestres más importantes de la isla. Y dirás, ¿qué tiene que ver esto con la Laurisilva? Pues mucho, porque según dicen los que saben de esto, estas manifestaciones rupestres palmeras, con complicados diseños meandriformes, curvos y espirales tienen que ver con las fuentes y afloramientos de agua al igual que el bosque. A dos pasos de este parque arqueológico se encuentra la Quesería Luna Awara (Camino de la Reserva, sn; Tel: (+34) 652 351 878) una granja muy premiada que elabora quesos de primerísima calidad.

Fotos bajo Licencia CC: Francisco Javier Toledo Ra; Rolf Dietrich Brecher; Crosa