Hemos tenido la suerte de pasar por Tenerife la última semana por temas de trabajo. Hacía muchos años que no teníamos la oportunidad de dar un paseo por la ciudad y la verdad es que la hemos encontrado linda, limpia, cuidada y bastante más atractiva de cómo la vimos la última vez. Sólo hay que darse una vuelta por las inmediaciones de la Plaza del Príncipe para darse cuenta de la nueva juventud que vive la capital tinerfeña: una nueva planificación urbana que da el protagonismo absoluto al peatón; una recuperación del patrimonio que va mucho más allá de unos cuantos kilos de pintura y la posibilidad de ver por dentro algunos edificios que antes estaban cerrados al público. Vivimos unos cinco años en Tenerife, así que sabemos lo que decimos. Y esta vez tuvimos la suerte de poder disfrutar de los patios del Palacio de la Carta, antigua casa de correos que siempre vimos cerrada y que atesora uno de los conjuntos de balconadas acristaladas de madera más soberbios de toda Canarias (que ya es decir porque aquí hay verdaderas maravillas en madera).
Para realizar este paseo tuvimos una jornada completa de mañana y tarde. Por razones de tiempo decidimos quedarnos en los límites que marcan las Ramblas y el Parque García Sanabria. Así que tuvimos que dejar fuera las calles más auténticas de El Toscal, un barrio histórico que nos encanta aunque está bastante descuidado (parece que ya se están poniendo las pilas para recuperarlo). Aquí se pueden encontrar verdaderas joyas como las ciudadelas (las más interesantes están en los Pasajes de Pisaca y en las calles Ravina y Santiago), casas modestas de finales del siglo XIX agrupadas a lo largo de largos pasillos peatonales. Así que en este paseo que te proponemos nos quedaremos en la Santa Cruz más señorial y burguesa. Prometemos hacer pronto una guía completa de El Toscal porque lo merece. Con el paseo que te proponemos te va a quedar mucho por ver, pero te vas a quedar satisfecho con lo visto.
Un paseo por Las Ramblas hasta el Parque García Sanabria.- Si estás en el centro de la ciudad toma el tranvía hasta la parada de La Paz (Rambla de Pulido). Desde aquí puedes acceder en un par de pasos a Las Ramblas y empezar el paseo caminando hacia el Parque García Sanabria. Estamos en el gran boulevard de Santa Cruz. Un paseo animado cubierto por un dosel de grandes árboles en los que puedes disfrutar del enorme (en número y calidad) parque escultórico callejero de la capital tinerfeña (fruto de medio siglo de ediciones de la Exposición Internacional de Escultura en la Calle) y una arquitectura burguesa de gran calidad. El Parque García Sanabria no sólo es bellísimo, sino que también tiene una colección escultórica más que notable. Aprovecha que estás por aquí para darte un salto a la Avenida 25 de Julio hasta la Plaza de los Patos. La meta de este desvío es una pequeña plaza circular adornada con un conjunto de rotonda y fuente de cerámica que son una maravilla. Pero no menos bonito es el entorno arquitectónico del lugar: edificios de gran calidad y curiosidades como la Iglesia Anglicana de San Jorge (Plaza de los Patos, sn).
Caminando hasta la Plaza de España.- En el entorno de la Calle del Pilar tienes varios puntos de interés y lugares bonitos de ver. A nosotros nos gustaba mucho pasear por aquí e incluir en los derroteros sin rumbo lugares como la Plaza Ireneo González, el Templo Masónico de la Logia de Azaña (San Lucas, 35) o la propia Parroquia de Nuestra Señora del Pilar (El Pilar, 19), uno de los pocos lugares anteriores al siglo XIX que hay en la ciudad. Desvíate hasta el edificio de la Fundación CajaCanarias (Plaza del Patriotismo, 1) antes de dirigirte hasta la Plaza del Príncipe de España. En el camino busca dos esculturas: la de El Cardumen y la de El Chicharro, un homenaje en metal a una de las señas de identidad más importante de esta ciudad que, en sus orígenes, era el puerto y barrio de pescadores de la señorial La Laguna.
La Plaza del Príncipe es uno de los grandes epicentros históricos y artísticos de la ciudad. Aquí puedes ver dos grandes instituciones culturales de la ciudad: el Círculo de Amistad XII de Enero (Ruíz de Padrón, 12), con una de las fachadas más espectaculares de toda Santa Cruz, y el Museo de Bellas Artes (José Murphy, 12). El contenido del museo, más allá de dos o tres cuadros y esculturas y una colección de grabados de Goya, no es que sea gran cosa, pero merece la pena subir hasta la primera planta para ver la gran sala de exposiciones dónde se exponen, casi sin orden ni concierto, una gran cantidad de cuadros, esculturas, grabados y objetos de artes decorativas. Es un buen ejemplo de cómo eran los gabinetes artísticos del siglo XIX. También en el entorno de la Plaza del Príncipe puedes acercarte hasta la Iglesia de San Francisco de Asís (San Francisco, 13), que es uno de los dos grandes templos históricos de la capital. Esta parroquia es uno de los mejores ejemplos de arquitectura barroca en Canarias y su colección de arte sacro es brutal. Merece mucho la pena entrar.
La Candelaria y la Plaza de España.- Intenta que un tramo de este paseo transcurra por la histórica Calle Castillo hasta la Plaza de la Candelaria y el entorno de la Plaza de España. Aquí te vamos a recomendar tres visitas y que te fijes en un detalle. En La Candelaria no dejes de ver los patios del Palacio de la Carta (Plaza de la Candelaria, 9) y de pasar hasta el hall racionalista del Real Casino de Tenerife (Plaza de la Candelaria, 12). También échale un vistazo al conjunto escultórico del Triunfo de La Candelaria. Este monumento se trajo desde Génova hace más de 250 años (se instaló en 1768) y simboliza la adoración de la virgen por parte de los antiguos menceyes guanches. Pues bien, esta escultura sufrió de manera histórica el vandalismo de marineros y viajeros ingleses en ‘venganza’ por el triunfo de los isleños sobre Nelson en 1797 –tuvo que ser restaurada muchas veces-. Y la tercera de las visitas tiene que ver con este episodio. Bajo la moderna Plaza de España puedes ver los restos del Castillo de San Cristóbal, fortaleza que jugó un papel destacadísimo en la defensa de Santa Cruz. Ahí puedes ver al Cañón Tigre, que según la tradición fue el arma desde la que se disparó la descarga que amputó en brazo a Nelson.
El casco histórico de Santa Cruz.- Salvo algunas calles en torno a San Francisco, de la Santa Cruz anterior al siglo XVIII apenas quedan algunas trazas acá y allá. El conjunto de calles de mayor tamaño y mejor conservado se encuentra en las inmediaciones de la Iglesia Matriz de la Concepción (Plaza de la Iglesia, 2). Este templo es muy bonito aunque la verdad nunca lo conseguimos ver por dentro. Hay que aprovechar el horario de misas para poder echarle un vistazo al interior (a las 9.00 y a las 19.00) –aquí están las banderas arrebatadas a las tropas de Nelson-. Desde aquí puedes caminar por calles históricas como Antonio Domínguez Alfonso donde puedes ver bonitos ejemplos de arquitectura colonial canaria. Si sólo puedes ir a un museo.- Nuestra recomendación es que te acerques al Museo de Naturaleza y Arqueología (Fuente Morales, sn) donde hay una muy buena colección de restos arqueológicos de los antiguos guanches incluidas algunas momias que son impresionantes.