La isla de las montañas sagradas: Gran Canaria a través de la huella de los antiguos

Un yacimiento arqueológico cada kilómetro cuadrado. Algunos impresionantes poblados de casas de piedra; cuevas pintadas con complicados motivos geométricos o imponentes graneros colectivos excavados en las laderas de montañas inaccesibles. Otros son sencillos rastros de los hombres y mujeres que habitaban en la isla antes de que la llegada de los europeos acabara con su forma de vida e impusiera las reglas de la sociedad occidental de hace 500 años. Algunos de estos ecos del pasado aparecen ante el viajero casi por casualidad: como las Casas de Punta Mujeres (Paseo de Meloneras, sn), seis estructuras de piedra que responden a los esquemas típicos de los asentamientos costeros de aquel periodo y que se encuentra en uno de los paseos turísticos más concurridos de la isla –junto al emblemático Faro de Maspalomas- y que ha sido habilitado para la visita con paneles informativos y pasarelas. Otro lugar que está casi a pie de playa es la Cañada de los Gatos (La Puntilla sn -Playa de Mogán-; Tel: (+34) 638 810 621; Ver Horarios ; E-mail: cañadadelosgatos@arqueocanaria.com ) pero en esta ocasión nos topamos con una pequeña aldea de una docena de casas, corralones y muros que extiende su influencia barranco arriba a través de viejas cuevas excavadas y hasta un pequeño cementerio con más de trece siglos a cuestas. Un espectáculo para los amantes de la arqueología y la historia.

Y así con los 1.500 kilómetros cuadrados que nos restan de isla. Porque una de las señas de esa cultura única es que logró imponerse a las dificultades y ocupar hasta el último rincón de una isla que, según las crónicas de la conquista, era fértil, verde, generosa… El cuándo parece ser en torno al cambio de era y el dónde el norte de África . Lo que sigue siendo un misterio es porqué y cómo: algunos hablan de tribus díscolas deportadas desde el norte africano para evitar más problemas a los romanos; otros hablan de una colonización mediterránea vinculada a la explotación de materias primas de grandes imperios como el fenicio, el cartaginés o el romano. Quizás algún día lo sepamos. Hoy nos quedan esos rastros que, como decíamos, aparecen casi de la nada detrás de cualquier curva.

Si sólo te gusta la playa y el sol, pues allá tú. Ahí tienes algunas de las mejores del mundo con garantía de sol y aguas tibias durante todo el año. Pero si eres de los que gustan volver a casa con algo del lugar que visitaste, agradecerás ese rompecabezas de curvas, montes, pueblos y sabores que es Gran Canaria. Un continente en miniatura, dicen. Y no es una exageración. Pero a lo que íbamos. El patrimonio histórico, cultural y etnográfico de la isla es brutal . Y una de sus manifestaciones más auténticas es la que sacó a la luz los últimos ciento y pico años de Arqueología. Una buena manera de ver que esto no es cosa de los últimos años es visitar el Museo Canario (Dr Verneau, 2 –Las Palmas de Gran Canaria-; Tel: (+34) 928 336 800; Ver Horario ), un museo en sí mismo que recuerda a los gabinetes de curiosidades del siglo XIX (fue fundado en 1879) y en el que se mezclan la exposición de objetos (arqueológicos)en sus salas más antiguas y la didáctica, en las más modernas. Es una buena manera de aproximarse al universo de los antiguos canarios antes de iniciar la exploración de la isla y un buen complemento a la visita del barrio colonial de Vegueta ( VER GUÍA DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA ).

Uno de los puntos fuertes del legado arqueológico de Gran Canaria es que permite explorar casi todos los aspectos de la vida cotidiana de las mujeres y hombres que vivieron en la isla hasta la llegada de los europeos: desde los modos de producción al pensamiento simbólico y religioso pasando por la muerte o el poder. Y son pocos los lugares que pueden presumir de esto. Un ejemplo claro es el Cenobio de Valerón (Cuesta de Silva, sn –Santa María de Guía-; Tel: (+34) 618 607 896; E-mail: museosyarqueologia@arqueocanaria.com ; Ver Horarios ) un inmenso granero colectivo excavado en la ladera de una montaña en la que se horadaron unas 300 pequeñas cámaras independientes que servían para guardar el grano. Este yacimiento, que es de los más espectaculares de la isla, nos habla de dos realidades: la primera es una economía fundamentada en la agricultura intensiva en la que la cebada y el trigo eran los elementos centrales del sistema económico. Y la segunda es la división social en clanes familiares y clases sociales.

Otro punto fundamental para entender el día a día de aquellos hombres y mujeres es el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada (Audiencia, 2 –Gáldar-; Tel: (+34) 928 895 489; Ver Horarios) un milagro que se conservó bajo las terrazas de cultivo de la ciudad de Gáldar hasta que a finales del XIX un agujero fortuito abrió un hueco hacia la pequeña cueva pintada decorada con motivos geométricos. Tuvieron que pasar más de 100 años para que los arqueólogos pudieran echarle mano a los alrededores de la cueva y lo que apareció superó todas las expectativas. Debajo de las plataneras se conservó una buena parte del Gáldar prehispánico; varias decenas de casas de piedra ordenadas en andenes y organizadas en torno a la Cueva Pintada que suponen una superposición de dos mundos: el del día a día, que se manifiesta a través de las casas y el simbólico-religioso que representa la cueva. Y alrededor de todo, un moderno museo centrado en ofrecer una explicación sobre conjunto y, de paso, dar bastantes claves sobre la sociedad prehispánica y el proceso de conquista y aculturación de la sociedad isleña. Este es uno de los lugares que hay que visitar sí o sí si viajas a Gran Canaria y tienes mínimas inquietudes culturales.

Otro lugar similar a la Cueva Pintada se encuentra en la Caldera de Tirajana a los pies de la Fortaleza de Ansite un lugar especial para el imaginario insular ya que la tradición sitúa aquí los últimos episodios de la conquista castellana en abril de 1483. En lo alto de la fortaleza, un impresionante ‘cuchillo’ de piedra que se eleva sobre el Barranco de Tirajana coronado con curiosas estructuras de piedra que se han identificado como un templo de los antiguos canarios. En las paredes de este imponente muro de piedra natural, los canarios excavaron cuevas, construyeron andenes y pasadizos en una verdadera ciudad vertical. También enterraron a sus muertos en cuevas y hendiduras y construyeron sus típicas casas de piedra en la explanada que da acceso a la ‘Fortaleza’, un espacio que fue alterado con paredes, andenes y terrazas para el cultivo. El Centro de Interpretación de la Fortaleza (Hoya del Rábano, sn; Tel: (+34) 928 79 85 80; Horario MD 10.00 – 17.00; E-mail: info@lafortaleza.es) ofrece muy buena información sobre el yacimiento y visitas guiadas de enorme calidad.

Las montañas sagradas

La Fortaleza es sólo la punta de un iceberg gigantesco que ha puesto a la isla en el podio de la arqueoastronomía mundial y a las puertas de lograr su primer Patrimonio Mundial de la Unesco. Por toda la isla se reparten lugares sagrados de montaña en los que los antiguos canarios y canarias determinaron el paso de las estaciones a través del tránsito del sol por el firmamento. Muy cerca de Tirajana se encuentra Cuatro Puertas (Acceso GC-100 –Cuatro Puertas-; Tel: (+34) 928 139 050) una enorme cámara excavada en la cima norte de una montaña que sólo deja pasar los rayos del sol en su interior en el atardecer del solsticio de verano. Justo encima hay una curiosa estructura que también se ha vinculado al movimiento del sol y su salida y a espaldas de la gran sala un pequeño poblado de cuevas artificiales con símbolos púbicos que aluden a rituales de fertilidad. Como decíamos, hay otros marcadores estacionales en la isla. El llamado Almogarén del Bentayga (Acceso: GC-671 desde GC-60; Tel: (+34) 928 474 851; Horario: L V 10.00 - 16:00; S y D 10.00 – 18.00) marca los equinoccios (primavera y otoño) y en otros lugares como la Monataña de Tauro o los Llanos de Gamona viejas estructuras canarias se alinean con la cima del Teide para determinar el solsticio de verano al atardecer. Todo un espectáculo.

Pero la joya de la corona es Risco Caído (Tel: (+34) 928 666 102; E-mail: artenaraturismo@gmail.com; Ver régimen de visitas ) un conjunto de cuevas excavadas de las que destaca la número seis, que cuenta con una abertura por la que entra el sol en el periodo comprendido entre los dos equinoccios proyectando la luz solar sobre paredes cuajadas de símbolos que van marcando el paso de tiempo entre el inicio de la Primavera y la llegada del Otoño, justo el periodo en el que se produce la época de recogida y almacenamiento de los productos agrícolas. Son seis meses de abundancia y los símbolos de la cueva número seis están relacionados con la fecundidad; con la vida. Vida y muerte. Los ciclos agrícolas que fluctúan entre los tiempos de abundancia y escasez que tienen su reflejo en el bienestar o la hambruna. No es extraño que aquellos hombres y mujeres vieran en el tránsito de los astros el reflejo de lo divino y que vincularan el sol a sus rituales de vida y muerte.

Una devoción por los ciclos que también tuvo su reflejo en algunos de los cementerios que los canarios construyeron a lo largo y ancho de la isla. El ejemplo paradigmático es la Necrópolis de Arteara (Arteara, sn –acceso por GC-60-; Tel: (+34) 638 810 591; E-mail: necropolisdearteara@arqueocanaria.com ; Ver Horarios ) un extenso depósito de piedras producto del derrumbe de una montaña que los primeros pobladores de la isla convirtieron en cementerio cavando cistas y levantando túmulos de piedra. Uno de los túmulos más grandes, llamado Tumba del Rey, se alinea a la perfección con la salida del sol y un hueco de la vecina Montaña de Amurga cada equinoccio. Y el Túmulo de la Guancha (Calle La Guancha –El Agujero, Gáldar-), una de las estructuras funerarias más complejas de la isla –vinculada tradicionalmente con la antigua familia gobernante de Gáldar, los Guanartemes- se alinea con el pico de la montaña de Gáldar y la salida del sol en el solsticio de invierno.

Pero para comprender el fenómeno de la muerte para los antiguos canarios hay que ir al Valle de Agaete. Como en otros espacios de la isla, los canarios eligieron un terreno baldío e inútil para la agricultura para construir su cementerio; esta vez en un campo de escorias volcánicas. El Maipés de Agaete (Calle Chapín, sn; Tel: (+34) 928 171 777; E-mail: museosyarqueologia@arqueocanaria.com ; Ver Horarios ) es uno de esos lugares que impresionan. Mimetizadas con el entorno hay hasta 700 túmulos funerarios construido siguiendo un complicado sistema de relaciones que los expertos creen tiene relación con los vínculos familiares de los difuntos. En el yacimiento, que ha sido perfectamente habilitado para la visita, también hay un completísimo centro de interpretación que no sólo explica el propio Maipés sino que hace un repaso riguroso pero sencillo de las costumbres funerarias de aquel pueblo que llenó la isla de huellas.

OTROS YACIMIENTOS INTERESANTES

Grabados rupestres de Los Letreros .- Acceso a pie desde GC-140 –Barranco de Balos- En un afloramiento basáltico de unos 600 metros de longitud se practicaron gran cantidad de grabados rupestres con ejemplos de motivos antropomorfos, geométricos y textos en alfabeto líbico bereber.

Poblado de Tufia .- Acceso Carretera de Tufia desde GC-1. Este pequeño poblado se sitúa en un roquedo sobre el mar en la costa Este de la isla. Hay varias casas de piedra seca y grandes recintos cerrados por muros que se han identificado como plaza de reuniones y celebraciones. En la costa hay varios charcos artificiales para la pesca y cazoletas de uso ritual. El actual pueblo de Tufia es uno de los enclaves más singulares de la isla.

Casas de La Garita .- Paseo Marítimo de La Garita. Se trata de una casa canaria prehispánica típica a orillas del mar.

Barranco de Guayadeque .- Más allá de su interés como espacio natural único, Guayadeque es una de las muestras más interesantes de la pervivencia de viejas costumbres y modelos de vida desde antes de la conquista a nuestros días. A la entrada del barranco hay un pequeño centro de interpretación (Carretera de Guayadeque sn –GC-104-; Tel: (+34) 928 172 026) que explica las peculiares condiciones ecológicas y culturales del lugar y, cómo no, su impresionante legado arqueológico. Un patrimonio vivo ya que es uno de los pocos lugares dónde aún hay casas cuevas habitadas. ( VER REPORTAJE SOBRE LOS ÚLTIMOS TROGLODITAS DE GRAN CANARIA VER REPORTAJE SOBRE LOS ÚLTIMOS TROGLODITAS DE GRAN CANARIA ).