Rutas por Tenerife: De La Laguna al Parque Rural de Anaga
La Península de Anaga ejerce de pulmón verde del área metropolitana formada por Santa Cruz de Tenerife y San Cristóbal de La Laguna. A apenas dos pasos de la ciudad las laderas reverdecen creando un jardín casi impenetrable donde la luz del sol apenas llega al suelo como sombra difuminada. Aquí vas a encontrar las manchas de bosque lluvioso canario mejor conservadas de la isla; y también pueblitos con encanto, playas salvajes y una cultura única que contrasta con la cultura urbana y cosmopolita de esas ciudades que, a vuelo de pájaro, apenas están a unos minutos. Los paisajes agrícolas (marcados por una orografía endiablada), los roquedos (con historias de brujas, diablos y animales malignos) y una costa abrupta y violenta completan un cuadro en el que la potencia de lo natural pelea con la importancia histórica y antropológica de una comarca única en Canarias.
Km 0.- La Laguna. Desayuno en la capital histórica de la isla. La Laguna no está para un par de horas o una visita apresurada. Es una ciudad que merece como mínimo una jornada de paseo tranquilo para poder meterse por sus rincones y verla por fuera y por dentro (con imprescindibles como la Casa Lercaro –San Agustín, 22-, la Casa de los Capitanes Generales –Obispo Rey Redondo, 5-, la Iglesia de la Concepción –Plaza de la Concepción, 10-… Pero si vas a iniciar esta ruta por el extremo noreste de Tenerife bien temprano no es mala idea dar, previamente, un pequeño paseo por el centro lagunero (desde la Plaza del Adelantado a la Plaza de La Concepción, por ejemplo) y aprovechar para desayunar aquí antes de meter kilómetros. Nosotros tenemos predilección por los churros de El Buen Paladar (Tabares de Cala, 2) escenario recurrente de desayunos y meriendas en muchas incursiones por el norte de la isla. Otro clásico para la población local es la Zumería Tamarindo (Consistorio, 22) donde tienes una carta de zumos gigantesca y buenos sándwiches.
GUÍA DE SAN CRISTÓBAL DE LA LAGUNA
Para salir de La Laguna tienes dos opciones. O tomar la Circunvalación (TF-13) desde la Plaza del Adelantado o seguir hacia la Avenida de la República Argentina para atravesar toda la riquísima vega lagunera, uno de los paisajes rurales más bonitos de todo el Archipiélago. Esta ruta conduce hacia el Monte de Las Mercedes. Poco después de dejar atrás las últimas casas la ruta (TF-12) se interna en un dosel verde de ramas retorcidas y troncos llenos de musgo. Estamos entrando en uno de los paisajes más bonitos e intensos de la isla. Aquí, en el Parque Rural de Anaga, se concentra buena parte de la laurisilva de Tenerife. Parada obligada en el Mirador de Jardina (km. 6,7) desde donde podrás ver toda la vega lagunera, el Monte de La Esperanza y la mole del Teide.
Km 9,1.- Cruz del Carmen. Primera escala dentro del bosque mágico. Este lugar actúa como puerta de entrada y presentación del espacio (una zona que ha sido declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO). Aquí se encuentra el Centro de Interpretación del Parque Rural de Anaga (Cruz del Carmen, 2) –donde podrás empezar a comprender la compleja red de relaciones naturales y culturales de la comarca- un mercado de productos locales –aquí puedes comprar las mejores papas del mundo y no exageramos- y, también, un mirador desde donde se repiten las vistas de Jardina pero desde más arriba. En la Cruz del Carmen debes hacer una parada larga y hacer alguno de los pequeños senderos que se encuentran en los alrededores del mirador. El Sendero de Los Sentidos es un breve paseo de apenas 400 metros de longitud y con paneles explicativos que te sumerge en el bosque (este camino es accesible con silla de ruedas). El otro camino circular que se puede hacer desde aquí es el Sendero del Bosque de Los Enigmas (5 kilómetros).
Km 11,1.- Pico del Inglés (TF-114). Otro de los miradores paradigmáticos de Anaga. Desde este punto de ‘la sierra’ puedes ver la costa sur de la península y la ciudad de Santa Cruz de Tenerife (y los días claros la vecina isla de Gran Canaria). Otro de los alicientes de la escala es pasear por el ‘Túnel de las Hadas’ una vieja carretera cortada que se ha convertido en un túnel gracias a la vegetación.
Km 18,3.- Las Vueltas de Taganana (TF-12). Otro lugar espectacular. Hay que dejar el coche junto a una casa rural cuajada de Hortensias y seguir las indicaciones del camino que conduce hasta Taganana. La primera trocha del sendero es una escalera excavada en la ladera cubierta por una galería de ramas, musgo, helechos y hojas verdísimas en la que se enredan las nieblas. Para los amantes de la fotografía es uno de los lugares más bonitos de toda la isla. Llega hasta el final de la escalera (apenas cinco minutos) y llega hasta la vertiente sur de la montaña. Desde ahí podrás ver Taganana y parte de la costa norte de la península.
Km 29,3.- Taganana. Capital de Anaga. El camino es una pasada. La carretera pasa de una vertiente a otra de la sierra a través de un túnel que suele mostrar las dos caras del alisio: soleado en el lado sur y nublado en el flanco norte. Desde la cumbre, la TF-134 va perdiendo altura dejando a la vista el cambio de paisajes desde el bosque tupido de las cotas superiores a los campos aterrazados de las tierras medias y bajas. Este lugar fue. Desde siempre, una de las comarcas agrícolas más importantes de Tenerife. El vino, históricamente, fue el motor económico de la zona, un producto que se exportaba al norte de Europa y que convirtió a Taganana en uno de los pueblos más prósperos. Y eso aún se deja ver en lugares como la Iglesia de Nuestra Señora de Las Nieves (Cruz de Limera, sn) un templo que atesora un importante patrimonio artístico en el que destacan un tríptico flamenco de la Escuela de Amberes (siglo XVI) y sus artesonados mudéjares (par y nudillo). En torno a la iglesia (Plaza de Las Nieves) puedes ver algunas casonas tradicionales que ponen de manifiesto aquel pasado vinculado al vino. Otro rastro de esos tiempos está en la costa (Km. 32). En el Roque de Las Bodegas puedes ver varias cuevas que se usaban para guardar el vino previo a su embarque.
Km 34,2. Benijo.- Otro punto culminante tinerfeño. Si tienes ganas y tiempo baja hasta la Playa de Benijo (más si tienes la suerte de llegar con marea baja). Esta pequeña playa de arena negra y bolos de piedra es un mito para los locales. Una playa salvaje que merece la pena visitar (con una de las puestas de sol más lindas de toda la isla). Desde aquí puedes ver los Roques de Anaga. Comer en Benijo.- El Mirador (Caserío de Benijo, 1) es uno de los restaurantes preferidos de todo Tenerife. La especialidad de la casa es el pescado fresco.
Km 54,2.- Las Teresitas. Fin de ruta De costa a costa. Terminamos el paseo deshaciendo parte del camino hasta el túnel y el empalme de la TF-134 con la TF-12. Desde aquí bajamos hacia el pueblo de San Andrés, el ‘barrio’ de pescadores de Santa Cruz de Tenerife. Aprovecha para echar pie a tierra y callejear por este barrio con trazas de medina morisca por el trazado y estrechez de sus calles (los lugares de interés más notables son la Iglesia de San Andrés Apóstol –Adelfas, 51- y el Castillo –Duque, 27-). Terminamos esta ruta en la Playa de Las Teresitas. Desde aquí tienes 9,2 kilómetros hasta Santa Cruz; 48,8 hasta Puerto de La Cruz y 84,5 hasta Los Cristianos.
Fotos bajo Licencia CC: Enric Rubio Ros; Emilien Lebourgeois; Xavi; BrainMaY; Around Tenerife; Marino Carlos; Xavier Obrebski; Marino Carlos
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