Monforte de Lemos o la capital del vino. Viñedos, castillos y bosques en la Ribeira Sacra gallega

La Torre del Homenaje del Castillo de Monforte de Lemos.

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El Cañón del Río Sil forma uno de los paisajes culturales más intensos de España: la llamada Ribeira Sacra. En este lugar se combina la espectacularidad del cañón excavado por el principal afluente del Miño y los paisajes agrícolas aterrazados de la viña. Estamos en una de las comarcas vitivinícolas más importantes de España (la Denominación de Origen Ribeira Sacra) con bodegas de renombre y una gastronomía que no va a la zaga de la extrema calidad de los vinos. Una región histórica, también. El Sil nace en tierras de León y se interna en Galicia conectando la Meseta Leonesa con el Atlántico. Eso se deja ver en el rosario de lugares históricos que jalonan este camino natural entre el centro peninsular y las costas. Monasterios, ciudades, viejos castros, huellas de Roma y, también, ciudades monumentales como Monforte de Lemos. Una joyita en el camino.- Si entras a Monforte por la carretera N-120 no dejes de ir a ver la Iglesia de San Miguel de Eiré (Ourense, 72 -O Mosteiro-) uno de esos frecuentes ejemplos de románico rural gallego tan bonitos de ver (con esculturas muy curiosas de la iconografía religiosa medieval -la iglesia es del siglo XII-).

Pequeña guía de Monforte de Lemos, la capital histórica de la Ribeira Sacra.- Monte Fuerte. Esta combinación de palabras define de manera definitiva lo que es esta localidad de la provincia gallega de Lugo que ejerce de capital de la comarca de la Ribeira Sacra, uno de los principales puntos de interés de la comunidad gallega. Monte Fuerte. El topónimo nos retrotrae de manera directa a los tiempos en los que los castros célticos dominaban las tierras del norte de la Península Ibérica. Así que la historia del lugar es rica aunque los días de gloria de Monforte llegaron tras la finalización de la Edad Media y la creación del Condado de Lemos en el siglo XVI. Estratégicamente situada en una de las pocas vías naturales entre Castilla y Galicia, Monforte de Lemos se convirtió en un nudo de comunicaciones imprescindible para conectar la Meseta con ciudades como Vigo, Pontevedra, La Coruña o Santiago de Compostela.

Los orígenes de la localidad se pueden rastrear en la acrópolis que ocupa hoy lo que fue el castro celta primitivo. El Conjunto Monumental de San Vicente del Pino ocupa lo que fue aquel monte fuerte que dio nombre al lugar. El acceso a la acrópolis se hace a través de la Porta da Alcazaba (Rúa Cárcere Vella), atenas un arco estrecho abierto en las gruesas murallas de piedra caliza que rodean la zona alta de la ciudad. A los pies de la Torre del Homenaje del antiguo castillo se han localizado algunas estructuras de piedra de aquel castro. Desde ahí un salto de más de mil años hasta el siglo XIII. La torre es lo único que queda de la fortaleza. Lo que falta ahora es el Monasterio Benedictino de San Vicente del Pino (Plaza Luis de Góngora y Argot), una de las grandes joyas patrimoniales de la ciudad. Este edificio neoclásico de finales del XVIII hoy es el Parador de Turismo de Monforte. Junto al enorme edificio y su iglesia puedes ver el Palacio Condal (San Vicente, sn), el otro de los grandes monumentos del Monte Fuerte. 

Los Castro y el Siglo de Oro.- Don Pedro Fernández de Castro ocupó el cargo de VII conde de Lemos y también fue virrey de Nápoles desde 1610 hasta 1616. El papel de este noble gallego como impulsor de las artes de su tiempo fue más que notable ya que ejerció como mecenas de importantes hombres de letras: Cervantes, Lope de Vega, Quevedo y Góngora. Casi nada.

El casco histórico de Monforte de Lemos.- La Plaza de España ejerce de centro urbano del casco histórico y da acceso a la gran joya de su tramado urbano: la Judería. El antiguo barrio judío de Monforte de Lemos fue, en sus tiempos, de los más importantes del norte de España casi desde la fundación del lugar en el 1104. Los años dorados de la comunidad se produjeron en el siglo XIV y su huella puede verse en lugares como las calles Falagueira, Rua Vella, A Zapatería, la Plaza del Azogue, Herreros o Rua Nova. Hay un elemento arquitectónico que define esta zona de la ciudad. Se trata de los llamados ‘Trabuleiros’, amplios alfeizares en las ventanas de los pisos bajos que servían de mostrador a las tiendas. Fue tan grande la población judía de Monforte que, a diferencia de otras localidades hispanas, no se puede hablar de judería en exclusiva ya que existían amplias zonas de la urbe en la que las diferentes comunidades convivían sin muchos problemas.

Desde la Judería a Santa María de la Regoa (Costa da Pena), iglesia mayor de la localidad y de historial dilatado. La obra que puedes ver ahora es del siglo XVII pero los origenes del templo son medievales. Impresionante su artesonado mudéjar, una rareza a estas latitudes de la Península Ibérica. El paseo por el casco histórico puede ir bajando hacia el cauce del Río Cabe y la Plaza del Dr Goyanes. Aquí puedes cruzar el Ponte Vella (Puente Viejo) que aunque se le conoce también con el ‘apellido’ de romano es de origen medieval. Aquí mismo está el Museo Lodeiro (Armando Cotarelo, 4), dedicado al escultor local Darío Lodeiro. 

Ver el ‘Escorial de Galicia’.- Uno de los edificios renacentistas más importantes de toda España. El Monasterio de Oseira (Praza Campo da Compañía, 50) fue un capricho del Arzobispo de Sevilla Rodrigo de Castro, hijo de los condes de Monforte. Y no escatimó en gastos creando uno de los grandes monumentos históricos del norte de España. El resultado fue un soberbio edificio de estilo renacentista que, desde sus orígenes, compaginó su uso religioso con el educativo “para uso de la juventud” como puede leerse en su fachada. Hoy este edificio magno del XVI es sede de una fundación cultural. Si el exterior es una maravilla espera a ver lo de dentro: su escalera monumental, su claustro, el interior de la iglesia (repleta de grandes obras de arte) o su colección de pintura sacra (con dos Grecos). 

El Museo del Ferrocarril de Galicia (Rúa Padre Feijóo, sn).- La inauguración de la línea férrea entre Madrid y La Coruña a finales del siglo XIX convirtió a Monforte de Lemos en un importante nudo de comunicaciones del sur de Galicia. La creación de una gran infraestructura para el intercambio de convoyes posibilitó que la estación de Lemos fuera una de las más modernas e importantes de la región. Una gran rotonda de cambio de vías, playas y almacenes forman un museo muy interesante que cuenta como principal atractivo su colección de locomotoras y vagones históricos. Muy bueno para ir con niños (hay un minitren genial donde los enanos se pueden montar).

Una catapulta hacia el cielo en la Sierra da Pena.- Terminamos este paseo por las Tierras de Monforte subiendo hacia la Sierra da Pena, un pequeño escalón de 650 metros sobre el nivel del mar que permite obtener una amplia panorámica sobre la práctica totalidad de la comarca. En nuestra ruta hacia el norte nos vamos a encontrar varios puntos de interés que bien merecen una visita. Ahí mismo a poco de salir de Monforte de Lemos nos encontramos con el Pazo de Tor (San Xoán de Tor, sn), una casona nobiliaria rural del siglo XVIII que es un magnífico ejemplo del papel del pazo en la sociedad rural gallega medieval. La casona está perfectamente conservada y rehabilitada y alberga un museo. Otro punto histórico muy cercano a la ciudad es el Castro de San Lourenzo (acceso desde LU-652 -Cereixa-) un interesante yacimiento arqueológico de tipología castreña pero origen romano ya que este poblado fortificado se construyó tras la conquista romana para dar servicio a las minas de oro que había por los alrededores. Y terminamos la ruta en el Mirador del Alto do Coto (acceso desde LU-611 -Rubián-) es una estructura de madera y metal que sirve de balcón privilegiado. Desde aquí puedes ver una amplia panorámica que incluye el Valle de Lemos y las estribaciones que cierran el Cañón del Río Sil. 

Fotos bajo Licencia CC: NOEL|FEANS; José Luis Cernadas Iglesias; amaianos; Javier Pais; Ángel

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