Fimmvörðuháls: el sendero islandés que te acerca a la puerta de la casa de los dioses

Viajar Ahora

8 de febrero de 2022 20:21 h

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Las Tierras Altas son una especie de coto cerrado a la mayoría de los viajeros que tienen el inmenso acierto de viajar hasta Islandia. La región central de la isla, salvo algunas excepciones, es un lugar muy difícilmente accesible si no vas muy preparado (coches 4x4; buena formación como conductores -hay que vadear varios ríos que durante el verano son torrentes furiosos- o fondo físico para interminables caminatas de varios días). Ya te hablamos en otro artículo del Landmannalaugar, una comarca de alta actividad volcánica en la que los paisajes lunares se alternan con prados y lagos de aguas termales. Pero uno de los hándicaps de los Highlands islandeses es el difícil acceso y la longitud de los grandes senderos más allá de algunas rutas circulares. El Fimmvörðuháls (cinco lugares en la montaña sería la traducción más aproximada) es una excepción por varias razones y una buena oportunidad para acercarse al interior de la isla a través de una caminata que puede hacerse en un día.

Los 25 kilómetros de este sendero de montaña (llega a los 1.086 metros de altitud sobre el nivel del mar) conectan dos de los hitos turísticos más importantes del país. El extremo sur del camino se localiza en la famosa Skogafoss, una de las cascadas más bonitas de la isla y, también, una de las paradas obligadas de la Ring Road, la ruta circular que da toda la vuelta al territorio islandés. Y el punto de llegada es el Valle de Thórsmörk, un lugar vinculado al dios Thor en el que los paisajes son, sencillamente, de otro mundo. Una de las ventajas de Islandia para hacer turismo es el tamaño del país. Y también la eficiencia de sus servicios públicos. Y en este caso es vital porque nos permite ir y venir desde Reikiavik en el mismo día gracias al transporte público. Durante la temporada de senderismo (finales de primavera a principios de otoño) hay servicios de lanzadera entre la capital, Thórsmörk y Skogar. Los primeros buses salen a las 6.30 de la mañana y el último servicio desde Thórsmörk es a las 20.00 y desde Skogar a las 19.45. La ruta se hace en unas ocho horas si tienes un buen fondo físico.

El sendero de ‘los cinco lugares’ parte desde la espectacular Skogafoss, sin duda alguna la cascada más famosa de Islandia y también un lugar importante en la historia del país. A pocos kilómetros de aquí se localizan viejas granjas y asentamientos como los de Rutshellir y  Drangurinn í Drangshlíð, complejos de cuevas artificiales excavadas en tobas volcánicas que se relacionan con las primeras granjas vikingas que se instalaron en la isla allá por el siglo IX. No es de extrañar que la propia Skogafoss se relacione con aquellos primeros humanos que llegaron desde las costas de Noruega. Una historia que ha pasado de boca en boca a lo largo de los siglos, por ejemplo, asegura que tras la cortina de agua de 60 metros de alto y 25 de ancho se esconde el tesoro de Thrasi Thórólfsson, uno de aquellos primeros colonos. Skofagoss, con su doble arcoíris y la posibilidad de pasear tras la caída en uno de los paisajes más intensos del país.

El sendero de Fimmvörðuháls parte desde el tope de Skogafoss junto al cauce del Río Skogás y sube durante los primeros diez kilómetros en una suave pendiente que parte desde los 33 metros sobre el nivel del mar hasta los 1.029 metros, que es la cota máxima de la ruta: pero no hay que asustarse ya que la subida se lleva bastante bien. La primera mitad del camino sirve para ascender hasta el valle que separa a los glaciares Eyjafjallajökull y Mýrdalsjökull. Una veintena larga de cascadas adornan este cauce torrentoso y violento (durante el verano se produce el máximo de deshielo) creando un paisaje increíblemente hermoso. Una vez llegamos a la cima, entramos en la tierra de los hielos perpetuos. Una de las ventajas con las que cuenta el que se aventura por los senderos islandeses es la gran cantidad de recursos con los que cuenta. El primero, en este caso, es el buen estado del camino y la perfecta señalización. Otro es la posibilidad de dormir en plena ruta a través de una red de campings, zonas de acampada libre y refugios de alta montaña. En este caso tiene cabañas en Baldvinsskáli (kilómetro 13,2) y Fimmvörðuskáli (kilómetro 16,4) y camping en la salida y la llegada. Se recomienda reservar con anticipación.

El culmen de Fimmvörðuháls es poder caminar entre las dos masas de glaciar que coronan la cima de la ruta. Un pequeño altiplano de poco más de dos kilómetros y medio transcurre entre hielo y los restos de nieve del invierno. Poco después iniciamos el descenso hacia el valle de Thórsmörk. La primera sorpresa de esta última parte es poder ver los efectos de la erupción del volcán Eyjafjallajökull (2010). Es un adelanto reciente y patente de lo que nos vamos a encontrar un poco más abajo. Entramos en la Tierra de Los Dioses, una región que se extiende muchos kilómetros y que linda con las tierras costeras del norte. Los islandeses lo tenían claro: los hombres y mujeres viven en un estrecho anillo de tierras costeras mientras que el 90% de la isla es para seres que no son de este mundo.

El descenso hasta Thórsmörk es vertiginoso. En apenas ocho kilómetros pasas de los mil metros del Paso Fimmvörðuháls a los 223 que hay en el punto final del sendero. Si vas en un día casi nos vas a tener tiempo más que para ver un poco la zona y tomar el bus de vuelta a Reikiavik. Aquí también tienes varias opciones para dormir por lo que no es mala opción hacer noche y prolongar la ruta al día siguiente por los dominios del Dios Thor. Uno de los imperdibles de esta parte de la isla es el Cañón Stakkholtsgjá. Esta garganta de paredes verticales se encuentra a pocos kilómetros del final del sendero. La ruta que se interna en este paraje tiene dos kilómetros de longitud (ida) y hay tramos en los que los muros de piedra y musgo del cañón superan los 100 metros. Como no, el remate de este pequeño camino es una de esas preciosas cascadas islandesas de cuento. Justo por en medio del valle transcurre la carretera F-261 (de tierra y no apta para todos los coches y conductores) que recorre el límite norte del Glaciar Mýrdalsjökull (conexión vía F-210 con la Ring Road).

Fotos bajo Licencia CC: Bernd Thaller; happyskrappy; Neil; Logi H G photostream; Andrey Savchenko