Cada invierno, miles de viajeros hacen el trayecto contrario a las rutas que siguen las hordas de turistas que buscan el calor y el sol y ponen rumbo al helado norte para buscar uno de los fenómenos más espectaculares de la Naturaleza. La temporada de auroras boreales se inicia a finales de octubre y finaliza a mediados de marzo; pero los mejores meses para disfrutar de este regalo mágico son diciembre, enero y febrero. Invierno puro en el que el mercurio de los termómetros baja muy por debajo de cero en las regiones cercanas al Círculo Polar Ártico y los días son apenas un par de horas de lánguida luz crepuscular que deja pocas opciones al turismo convencional. Pero las noches largas y frías son el escenario perfecto para un fenómeno que también se produce durante el resto del año, pero que apenas es visible por las escasas horas de oscuridad que hay cada día. Por eso, los mejores lugares de Europa para ver auroras boreales se encuentran en el extremo norte del continente.
QUÉ ES LA AURORA BOREAL .- Es un fenómeno de carácter físico y tiene que ver con la interacción de las partículas del viento solar y los electrones y protones de la magnetosfeta terrestre (campo magnético de La Tierra). El viento solar choca con la magnetosfera y la estira en un proceso que inyecta grandes cantidades de energía a esos protones y electrones. Cuando el campo magnético vuelve a su estado original, toda esa energía se libera propulsando a las partículas cargadas hacia el planeta. El proceso de aceleración es tan brutal que los electrones y protones chocan con las regiones superiores de la atmósfera creando verdaderos chorros de plasma con una gran intensidad lumínica. El color e intensidad de las famosas luces del norte dependen de la cantidad de energía acumulada y la interacción con los diferentes componentes que forman nuestra atmósfera. El verde y el rojo, por ejemplo, son el resultado de la colisión de las partículas con átomos de oxígeno. La colisión con átomos de nitrógeno suelen provocar luces de color rojo, mientras que los púrpuras, rojos o azules son causados por la interacción con átomos de nitrógeno.
UN ESPECTÁCULO SOBRENATURAL .- Cargas de viento solar ionizado; electrones; partículas; longitudes de onda… Hasta hace apenas unos siglos, las luces del norte eran mucho más que una acumulación de datos estadísticos y fenómenos de carácter astrofísico. Para los pueblos que habitaban Laponia, las luces eran conocidas como ‘fuegos del zorro’, ya que creían que las luces eran producidas por la fricción de las colas de los zorros árticos con la nieve durante sus cacerías; en Groenlandia, los inuit dicen que la aurora es el rastro que dejan las almas de los muertos mientras ascienden a los cielos; los suecos aseguraban que los destellos eran provocados por el aleteo de cisnes que intentaban librarse del hielo que se acumulaba en sus alas cuando volaban más alto de lo habitual… Estas historias acentúan el encanto de un fenómeno que sigue siendo mágico aunque conozcamos su origen y sus secretos más minúsculos.
¿CUÁLES SON LOS MEJORES LUGARES PARA VER AURORAS BOREALES? El índice Kp es un valor numeral que va desde el 0 al 9 e indica el índice de actividad geomagnética que se produce por la interacción del viento solar y el campo magnético de la tierra y, por lo tanto, también marca la intensidad y el alcance de una aurora boreal. Cuanto mayor sea el índice, más alcance tendrá la aurora. En periodos de intensa actividad solar (kp 9), las auroras pueden verse en regiones distantes a las regiones árticas (en España se pudieron ver a finales del siglo XVIII -1788 y 1789-, en 1938 –en plena Guerra Civil- y la última registrada en 1989). Sin embargo, con índices de 2-3, el fenómeno se limita a los extremos más boreales de Europa, la Siberia rusa y el norte de Canadá y Alaska; para que te hagas una idea: para un kp2 (Laponia y norte de Islandia) se producen auroras unas 100 noches al año; en las zonas kp4, se producen unas 40. Si el índice fuera 0, por ejemplo, las auroras sólo se verían en la región polar. La página Aurora Service te ofrece información en tiempo real sobre la intensidad del índice kp. Según las estadísticas (combinadas con la infraestructura turística y de comunicaciones necesarias para que nuestro viaje no sea un infierno –ten en cuenta que en muchas ocasiones estaremos en valores de temperatura por debajo de los 10 grados bajo cero-) los mejores lugares de Europa para ver auroras boreales son los siguientes:
Cabo Norte (Noruega) KP1 .- Cuanto más al norte mejor así que este es el mejor lugar de la Europa continental para ver este fenómeno. Cabo Norte se encuentra a 530 kilómetros de la ciudad de Tromso y es una zona desolada de páramos y espectaculares paisajes. En los pueblos cercanos (Skarsvåg; Kamøyvær; Honningsvåg) hay una cada vez más notable oferta turística. En Honningsvåg hay un aeropuerto con conexiones directas con Tromso.
Kangerlussuaq (Dinamarca –Groenlandia) KP1 .- Aquí lo difícil no es ver auroras boreales; aquí lo complicado es llegar. Lo mejor del Fiordo Largo (que es lo que quiere decir el palabro) es que aúna cercanía a las regiones polares y una media de 300 días despejados al año (como Almería pero para cagarse de frío). El aeropuerto local ofrece conexiones con Nuuk, Maniitsoq e Ilulissat por lo que hay que hacer escala desde el continente (Copenhague). La ventaja es que es habitual ver auroras aún en los últimos días de primavera y los primeros del otoño, aunque las noches son cortas. En invierno las condiciones climatológicas son severísimas.
Península de Snaefellses (Islandia) KP 2 .- Esta verdadera maravilla natural se encuentra a apenas 165 kilómetros de Reikiavik y es un destino en sí mismo dentro de la espectacular Islandia. Su cercanía al Círculo Polar Ártico hace que sea muy fácil ver auroras desde el Otoño.
Parque Nacional de Abisko (Suecia) KP 2 .- Situado muy cerca de la frontera con Noruega, el Parque nacional Abisko es el mejor lugar de Suecia para ver auroras boreales. Este inmenso espacio natural es uno de los rincones más bonitos del país escandinavo. El promedio de días con auroras boreales se acerca a 200 al año y cuenta con el atractivo añadido del esquí y la cultura sami (lapones). La Aurora Sky Station está especialmente preparada para los viajeros que quieren ver las luces del norte. En el Aurora Porch hay un pequeño centro de interpretación centrado en el fenómeno, se ofrecen charlas explicativas y hasta se ha instalado un potente sistema de amplificación de sonido para escuchar las auroras. Sí, las luces del norte también ‘cantan’. En el pequeño pueblo de Abisko hay estación de tren y el aeropuerto más cercano se encuentra en Kiruna (conexiones directas con Estocolmo y Londres).
Parque Nacional de Urho Kekkonen (Finlandia) KP 2 .- Aquí se combinan la espectacularidad de la naturaleza lapona con la exclusividad. No apto para bolsillos escasos. Los bosques boreales, los páramos de montaña, los rebaños de renos, las riveras del lago Tekojarvi y los paisajes brutales esculpidos por el furioso Río Suomujoki. En verano esto es un paraíso del senderismo; y en invierno del esquí nórdico y el avistamiento de auroras. Quizás el plan más imponente es reservar uno de los iglús de cristal del Kakslauttanen Artic Resort Kakslauttanen Artic Resort y dormir bajo el influjo de las luces del norte. Eso sí, prepárate a pagar unos 500 euros la noche. En torno a la ciudad de Ivalo (que cuenta con un aeropuerto aeropuerto con conexiones directas con la capital del país y varios destinos europeos) hay opciones de alojamiento mucho más accesibles.
Islas Lofoten (Noruega) KP 2 .- Este archipiélago se extiende por unos 100 kilómetros de costa noruega regalándonos uno de los paisajes más auténticos del país. Un sinfín de islas medianas, pequeñas y pedruscos conectadas por el Camino del Rey Olav, una carretera alucinante que conecta la región de norte a sur a través de túneles y puentes sobre el mar. La temporada de auroras se extiende de Octubre a Marzo aunque, como sucede en el resto de destinos propuestos, los principales meses de observación son diciembre, enero y febrero. Los pequeños pueblecitos de pescadores (con las famosas cabañas de madera pintadas de colores vivos), paisajes alucinantes (como el Fiordo del Troll o la Playa de Haukland); los frailecillos; el avistamiento de ballenas o los restos de la civilización vikinga son excusas más que válidas para hacer un viaje por esta tierra única. ( VER GUÍA DE LOFOTEN VER GUÍA DE LOFOTEN )
Levi (Finlandia) KP2 .- La Estación Invernal de Levi (el centro de deportes de invierno más grande de toda Finlandia) es otra buena opción para combinar el avistamiento de auroras boreales y la práctica del esquí. La estación cuenta con aeropuerto y también es famosa por la marcha nocturna.
Tromso y los ‘Alpes’ de Lyngen (Noruega) KP2 .- Uno de los atractivos más importantes de Tromso es que es una gran ciudad. De fácil acceso (y barato), con opciones de restauración y hotelería para todos los gustos y bolsillos –dentro de lo que supone viajar por Noruega- y un puñado de lugares más que interesantes para ver en los alrededores. Y obvio que hay grandes posibilidades de ver las luces del norte. Muy cerca de la ciudad se encuentran los ‘Alpes’ de Lyngen, una pequeña cordillera que alterna picos por encima de los 1.000 metros, manchas gigantescas de bosque (con renos para parar un tren), fiordos que quitan el hipo y el atractivo de la cultura lapona. La cercana ciudad de Karasjok es la capital de la cultura sami (lapona). Los miembros de esta etnia (la última de las grandes culturas autóctonas europeas) tienen aquí su parlamento.
Parque Nacional Thingvellir (Islandia) KP3 .- A excepción de la Península de Snaefellses, todo el territorio de Islandia se encuentra en la zona de PK3, por lo que es muy probable que cualquier viaje en temporada de auroras te ofrezca un buen número de noches iluminadas por las luces del norte. Sólo hay que alejarse de las ciudades y tener buena resistencia al frío. Thingvellir es especial por varios motivos. El primero es que está a dos pasos de Reikiavik; el segundo es que es un lugar espectacular con enormes atractivos naturales (como la catarata de Öxarárfoss o la increíble falla volcánica que separa las placas tectónicas de Europa y América –por aquí emerge la Dorsal Atlántica-) y honda significación histórica. Este lugar tiene una enorme carga simbólica para los islandeses, ya que aquí estuvo su parlamento tradicional desde el siglo IX. La Piedra de la Ley (Lögberg) era el punto de reunión en el que los colonos vikingos y sus descendientes se reunieron durante siglos. Y también están las auroras boreales, claro está.
Y, para terminar, las Islas Shetland (Reino Unido) KP4 .- Este archipiélago salvaje está ya bastante al sur pero tienen una media de 40 noches con auroras boreales (algo más del 10% de las noches) y puedes darte una escapada de un par de días en un viaje por Escocia por si suena la flauta. Además, es un destino espectacular que bien merece un viaje.
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