Notas para una visita primeriza a Bolonia

Vista de Bolonia desde sus famosas torres. La combinación del ladrillo y las tejas hacen que la ciudad italiana sea conocida como 'la roja'.

Viajar Ahora

6 de mayo de 2021 22:46 h

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Torres y tortellinis. Estas son las dos t más emblemáticas de la ciudad de Bolonia, una pequeña joya del norte de Italia que se encuentra al norte de Florencia (a 109 kilómetros para ser más exactos). En Italia dicen de ella que reúne tres características muy marcadas. La llaman la dotta (la culta), por ser sede de la universidad más antigua del país (la Universidad de Bolonia se fundó en el año 1080 y es una de las más veteranas del mundo); la rossa (la roja), por el color de sus ladrillos y tejados –aunque también por ser uno de los más fieles feudos de la izquierda italiana- y la grossa (la gorda), por la contundencia de su gastronomía (ya te hablamos de los tortelini, pero hay que añadir la mortadela, las albóndigas o la famosa salsa a base de carne picada, verduras –con menos tomate de lo que crees- y vino blanco que se ha convertido en el acompañamiento más habitual de la pasta alrededor del mundo). Una ciudad que pese a su pequeño tamaño, tiene mucho que ver y muy bueno. Este fue uno de los epicentros de la explosión cultural renacentista; pero, gracias a su activa vida universitaria, su gloria se remonta a los últimos siglos de la Edad Media. El resultado es un casco histórico espectacular que, sirva como dato curioso, es más extenso que el de Florencia y, sin ánimo de crear polémica, más bonito (a nuestro juicio).

Una mirada al skyline de esta preciosa ciudad medieval te responde de manera inmediata a lo de las torres. Y eso que en los últimos siglos desaparecieron la mayoría de ellas. La Torre degli Asinelli y la Garisenda (Piazza di Porta Ravegnana) son los dos monumentos emblemáticos del lugar. Pero apenas son una muestra de lo que debió ser el skyline boloñés en sus buenos tiempos. Hasta nuestros días llegaron una veintena de estos verdaderos rascacielos medievales pero según cuentan, durante los siglos XII y XIII se construyeron entre 80 y 100 de estas torres (aunque la tradición habla de 180). La torre de la familia Asinelli, con sus 97,2 metros, es la más alta –llegar a la cina supone superar más de 500 escalones-, pero la Garisenda es la más famosa de todas gracias a su aparición en la Divina Comedia. Estas torres servían para poner de relieve la importancia de las grandes familias que rivalizaron entre sí a través de estos monstruos de piedra. Los retazos de esta verdadera Manhattan medieval se encuentran diseminados por toda la ciudad.

Para ir de un lado a otro sin mojarse, los boloñeses crearon más de 40 kilómetros de corredores cubiertos que recorren toda la ciudad antigua. Los ‘Portici’ no solo son una manera práctica de techar calles en un lugar dónde llueve con abundancia. También son una forma de acercarse a la rica vida comercial y cultural del burgo. Aquí se apelotonan las tiendas, restaurantes, los palazzos, los museos y dependencias de la vieja universidad. ‘Porticis’ que van y vienen conectando los grandes lugares y los rincones más escondidos. Como sucede con los escasos canales que quedaron al descubierto tras siglos de transformaciones urbanas (las que fueron acabando, también, con las antiguas murallas y las torres). En la Edad Media, una intrincada red de caminos de agua comunicaba la ciudad con el cercano Río Reno. Hoy apenas quedan algunos tramos al aire ya que las calles fueron cubriéndolos a lo largo de los últimos siglos. Pero aún hay rincones muy bonitos como el Canal delle Moline y lo que aquí llaman La Pequeña Venecia –las mejores fotos las tienes desde la Via Piella y su Finestra sul Canale -.

QUÉ VER EN BOLONIA.- La Piazza Maggiore ejerce de centro geográfico y simbólico de la ciudad. Aquí vas a poder visitar muchísimo de todo lo que hay que ver en Bolonia. Lo primero, cuando se accede desde la Via Riossoli, es la Fuente de Neptuno (Piazza del Nettuno), una obra proyectada por el arquitecto Tommaso Laureti y rematada de manera magistral por el escultor Juan de Bolonia que causó un verdadero escándalo en la época (mediados del XVI) por los vistosos atributos sexuales de Neptuno –efigie que representaba el poder del papa Pio IV-. De Piazza del Nettuno a la Piazza Maggiore hay apenas un par de pasos. Como suele suceder en las ciudades italianas, este lugar supone todo un subidón para el viajero con sensibilidad artística. A un lado el Palazzo del Podestá (Piazza Maggiore, 1; Tel: (+39) 051 658 3111) y, siguiendo en el sentido de las agujas del reloj, nos encontramos con el Palacio dei Banchi (Piazza Maggiore, 5), el callejón que conduce al precioso Santuario de Santa Maria della Vita (Via Clavature, 8; Tel: (+39) 051 1993 6343) -donde se encuentra el conjunto escultórico Compianto sul Cristo morto de Niccolò dell'Arca-, el Mercado di Mezzo -via Pescherie Vecchie-, la Basílica de San Petronio (Piazza Galvani, 5; Tel: (+39) 346 576 8400), el Palazzo dei Notai (Via d'Azeglio, 2), el Palazzo d’Accursio (Piazza Maggiore, 6; Tel: (+39) 051 219 3111) y la fastuosa Biblioteca Salabrosa (Piazza del Nettuno, 3; Tel: (+39) 051 219 4400). Pero es que en el muro de la biblioteca, que ocupa el ala norte del Palacio de Accursio, puedes ver la Fontana Vecchia (Via Ugo Bassi, 2) y en el interior se han descubierto restos de la ciudad romana que datan de los siglos I y II. Todo esto está en la que muchos consideran la plaza más bella de Europa.

El principal problema que se le presenta al viajero a la hora de visitar una ciudad italiana es asumir desde el primer momento que va a ser imposible verlo todo. Y Bolonia es uno de los máximos ejemplos pese a no estar entre las ciudades más visitadas del país. Planear la visita para dos o tres días es una misión complicada: limitar el paseo a una excursión de una jornada desde Florencia (las dos ciudades están muy bien conectadas por tren) es una verdadera heroicidad que demandaría una caminata de más de doce horas. La concentración de lugares de interés que se produce en torno a la Piazza Maggiore se repite en otros lugares. A dos pasos de la efigie de Neptuno y después de pasar junto a la Torre Scappi (Via dell'Indipendenza, 3), por ejemplo, se yergue la Catedral de San Pedro (Via dell'Indipendenza, 7; Tel: (+39) 051 222 112), una maravilla barroca repleta de grandes obras de arte. Cerca de aquí, en un radio de apenas un centenar de metros, tienes hasta cinco de las veinte torres que aún quedan en pie en la ciudad (La Scappi, la Azzoguidi, la Coronatta, la Guidozagni y, ya a las puertas del antiguo barrio judío, la Uguzzoni). Y En las calles que rodean la catedral se encuentran los mejores ejemplos de la antigua Bolonia previa al Renacimiento.

Aún si no eres de ir a museos no dejes de visitar el Museo Cívico Medieval (Via Manzoni, 4; Tel: (+39) 051 219 3930), una impresionante colección de obras de arte y objetos históricos que ocupan un impresionante palacio del cuatroccento boloñés -Palazzo Ghisilardi-. No hay tiempo para el descanso. Pared con pared tienes el Palacio Fava (Via Manzoni, 2; Tel: (+39) 051 1993 6305), justo en frente la Iglesia de della Madonna di Galliera e di San Filippo Neri (Via Manzoni, 3) y a la vuelta de la esquina San Colombano e della Madonna dell'Orazione (Via Parigi, 5; Tel: (+39) 051 1993 6366), antigua iglesia reconvertida en museo de instrumentos musicales que atesora imponentes frescos. Bolonia es inabarcable. Hay tanto que ver que es imposible entrar en todos los lugares de interés. Si estás cansado de palacios, iglesias y museos puedes   darte un respiro en el Mercato Delle Erbe (Via Ugo Bassi, 25; Tel: (+39) 335 597 1753), antiguo abasto boloñés que alterna puestos de alimentación (con quesos y fiambres gloriosos, por ejemplo) y negocios de restauración.

El otro gran foco de atención patrimonial de la ciudad es la Basílica de Santo Stéfano (Via Santo Stefano, 24; Tel: (+39) 051 498 3423), un conjunto de edificios religiosos de origen medieval al que se le conoce como las Siete Iglesias -Sette Chiese- (aunque en realidad son cuatro). Este lugar es un libro sobre la historia de la iglesia y de la arquitectura europea desde el siglo V hasta el XI. El complejo es un recorrido simbólico que reproduce la pasión de Cristo a través de capillas, patios y claustros. Más allá de su significado religioso, el valor de san Stefano es la superposición y convivencia de estilos que ofrecen una verdadera clase de arquitectura que abarca desde el final de la época romana hasta el siglo XVIII. Sette Chiese también presume de una inmensa colección de obras de arte. Como sucede en otras zonas de la ciudad –ahora estamos al sur de la Plaza Mayor-, las calles adyacentes a santo Stéfano están repletas de viejos palacios e iglesias.

LA UNIVERSIDAD DE BOLONIA.- No se puede entender la ciudad sin su famosa Universidad: ni su pasado ni su presente –de los poco más de 350.000 habitantes unos 100.000 son estudiantes-. Las huellas de la primera escuela superior de Europa están diseminadas por toda la ciudad, pero la mejor manera de acercarse a la historia de esta institución que está a punto de cumplir mil años de existencia es el Archiginnasio de Bolonia (Piazza Galvani, 1; Tel: (+39) 051 276811) un impresionante conjunto de aularios, bibliotecas y laboratorios que incluyen sus famosos corredores repletos de escudos heráldicos y salas anatómicas del siglo XVII (nos recordó mucho a nuestra adorada Coimbra).

La otra gran joya arquitectónica de la ciudad es la antigua Facultad de Derecho (Via Zamboni, 22; Tel: (+39) 051 209 8724), un edificio que se encuentra justo en frente de otra de las grandes joyas artísticas de la ciudad: el Santuario de San Giacomo Maggiore (Piazza Gioacchino Rossini; Tel: (+39) 051 225970), una pequeña iglesia del siglo XII que atesora los mejores frescos renacentistas de toda la ciudad. Otro edificio histórico que merece una visitilla es el Real Collegio di Spagna (Via Collegio di Spagna, 4; Tel: (+39) 051 330 408), una especie de colegio mayor construido en el siglo XIV para dar alojamiento a los estudiantes que llegaban hasta Bolonia desde los reinos de la Península Ibérica –y que aún sigue funcionando como tal-.

MUSEOS Y OTRAS VISITAS.- En Bolonia también hay una gran cantidad de museos y pequeñas colecciones de arte. Si eres de visitar este tipo de instalaciones culturales, aquí tienes para pasar dos o tres semanas viendo arte e historia. Ya te hablamos del Museo Cívico Medieval, para nosotros el lugar que hay que ver sí o sí. Pero hay mucho más. La colección de arte por antonomasia de la ciudad está en la Pinacoteca Nacional (Via delle Belle Arti, 56; Tel: (+39) 051 420 9442), uno de los museos ‘provinciales’ más completos del país. Otra institución famosa de la ciudad e insólita es el Museo Internacional y Biblioteca de la Música de Bolonia (Maggiore, 34; Tel: (+39) 051 275 7711), que cuenta con una enorme colección de partituras originales e instrumentos musicales. Para amantes de la arqueología y la historia queda el Museo Cívico Arqueológico (Via dell'Archiginnasio, 2; Tel: (+39) 051 275 7211) y el fantástico Museo de Historia (Via Castiglione, 8; Tel: (+39) 051 1993 6370), con un increíble paseo en realidad virtual que te va a permitir, por ejemplo pasear por las calles de la ciudad en pleno Renacimiento.

Otras visitas ‘obligadas’ se encuentran ya fuera del casco histórico. Empezamos con el Giardini Margherita (Acceso por Viale Giovanni Gozzadini), un magnífico jardín a la inglesa que bien merece un paseo. Pero la estrella a extramuros de Bolonia es Santuario de Nuestra Señora de San Luca. Para llegar aquí en transporte público debes tomar la Línea 58 de los autobuses urbanos desde Villa Spada. Otra opción es caminar desde la Porta Saragozza a través del camino porticado más largo del mundo (algo más de cuatro kilómetros). Un paseo que supone una verdadera peregrinación con parada en 15 pequeñas capillas. Este portici tiene 666 arcos y forma de serpiente para recordar que el diablo está en todos lados. La meta de este camino es un imponente edificio del siglo XVIII con restos de la Edad Media. Un lugar bonito para visitar y con unas muy buenas vistas sobre la ciudad.

Fotos bajo Licencia CC: Rob Oo; LANZATE; Fredrik Rubensson; Herbert Frank; Luke McKernan; Dimitris Kamaras; =BSayler;

JEAN ROBERT THIBAULT; Michele Ursino; Donato Accogli; Pietro Zanarini

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