La comarca histórica de los Cotwolds (literalmente colina de los ovejeros en inglés antiguo) es una de las zonas rurales más bonitas y auténticas del sur de Inglaterra. Es normal tomar una excursión de un día desde Londres para conocer lo más representativo de una zona que suele incluir, por la proximidad, otros hitos importantes como las ciudades de Oxford y Bath y el monumento megalítico más famoso del mundo: el enigmático y fascinante Stonehenge. Estamos hablando de una comarca amplia y que comprende una cantidad de pueblos considerables repartidos por hasta cinco condados (Gloucestershire, Oxfordshire, Warwickshire, Wiltshire y Worcestershire). Un lugar importantísimo para la historia reciente del país como cuna y origen de la potentísima industria textil británica (estamos a apenas unos kilómetros de la ciudad de Bristol) y también epicentro de los primeros procesos de romanización de la antigua Bretaña. Un lugar, además, hermoso. Un paisaje constituido por una sucesión de colinas redondeadas donde se suceden los prados, las manchas de bosque (cada vez más frecuentes y más grandes) y los pueblecitos encantadores.
La pequeña propiedad es el eje sobre el que pivota este paisaje rural único. Para hacernos una idea de la gran cantidad de parcelas que hay en estos andurriales bastan dos datos: los muros de piedra suman más de 6.000 kilómetros y los caminos con servidumbre de paso se van hasta los 4.800 kilómetros. Entre Londres y Nueva York median algo más de 5.260 kilómetros. Casi nada. ¿Y por qué ir en otoño? Porque es, sin duda alguna, la mejor de las épocas. Las temperaturas aún son suaves pero, eso sí, ya empieza a subir el régimen de lluvias acercándose a los máximos que se registran en los meses de noviembre, diciembre y enero. El otoño, además, aún tienes días relativamente largos. Sin duda alguna, los mejores meses para visitar este paraíso rural son desde septiembre hasta principios de noviembre. ¿Se puede visitar esta zona durante todo el año? Sí. Los hándicaps del invierno, más allá de esa lluvia que en esta zona del mundo puede aparecer en cualquier momento, son la corta duración de los días y la posibilidad de alguna helada que convierta en pistas de patinaje los caminos y carreteras rurales.
¿Cuantos días son necesarios? Con tres es más que suficiente. Dedicaremos dos jornadas a hacer las rutas propuestas (puedes acceder a ellas a través de los enlaces que se muestran a continuación) y un tercero para ver la impresionantes ciudad de Bath, una de las más bonitas e históricas de esta parte del país. Las distancias son relativamente cortas y para llegar hasta aquí desde Londres demanda menos de dos horas de conducción tranquila por muy buenas carreteras. Tomaremos como base de operaciones el pueblo de Bourton-on-the-Water por varias razones: la primera y más importante, es que se encuentra justo en medio de la comarca y permite ir y venir en recorridos más que asumibles en una jornada. La segunda es que es una localidad grande y la oferta de alojamiento y restauración es grande y variada. Y la tercera es que es precioso. Pues desde Bourton-on-the-Water al centro de Londres hay 140 kilómetros y más del 90% del recorrido se hace a través de la autopista M-40. (sólo 8 kilómetros por la carretera de doble sentido A-429). Y si lo que pretendes es seguir hacia Gales, desde Bath puedes llegar a Cardif en menos de una hora y media (87 kilómetros).
GUÍA DE VIAJE POR LAS COTSWOLDS: RUTA 1
GUÍA DE VIAJE POR LAS COTSWOLDS: RUTA 2
GUÍA DE VIAJE POR LAS COTWOLDS: UN DÍA EN BATH
Base en Bourton-on-the-Water: pequeña guía de la Venecia de las Cotswolds
Le pasa un río por en medio y la llaman la Venecia de las Cotswolds. Y sí, la cosa es un poc exagerada pero lo bonito que es el pueblo justifica la comparación. Bourton-on-the-Water es una de las capitales oficiosas de la comarca: por tamaño, situación y potencia histórica. La minúscula ciudad es de una belleza brutal, pero lo más importante del lugar apenas se ve. Esta zona del país alberga una concentración de lugares históricos inimaginable. Hay de todo: prehistórico, romano, medieval, tudor, industrial… En la Reserva Natural de Greystones Farm (Greystones Ln) puedes acercarte a una zona de humedales muy interesante, un pequeño bosquecillo nativo y recorrer en Río Eye hasta un puentecito de piedra divino para hacerse una foto. Pero lo más importante de este paraje tan especial es el Poblado Fortificado de Salmonsbury. Aquí vas a encontrar uno de los asentamientos humanos más antiguos del país y con mayor rango de ocupación: desde el Neolítico hasta la caída de Roma. Y hay unas reproducciones de cabañas que están genial.
El lugar paradigmático de Bourton-on-the-Water es el Puente de Sherborne Street desde donde puedes ver la típica estampa de la ciudad cruzada por el Río Windrush y visitar el pequeño War Memorial de Chestnut Flats, una placita de pasto verdísimo a orillas del río. Ahí mismo está el Cotswold Motoring Museum & Toy Collection (The Old Mill -Sherborne Street) un curioso museo donde se guarda una de las mayores colecciones de automóviles y motos de Europa junto a una muestra de juguetes: de lo más antiguo a la tecnología del siglo XX en apenas unos centenarios de metros. ¿Algo más que ver? Si, aunque de una punta a la otra de High Street no quepa medio kilómetro. Para los niños hay tres buenas atracciones: la primera es The Model Village (Rissington Road, 2), una increíble maqueta del pueblo en el que uno se siente como un gigante; también hay un pequeño laberinto (The Dragonfly Maze -Rissington Rd-) y para completar la triada está el Jurassic Journey (Rissington Rd, 30), un curioso sendero autoguiado donde hay cuidadas reproducciones de hasta 30 especies de dinosaurios.
El alma de la ciudad pivota sobre el cauce del río (High Street y Rissington Road) y Victoria Street. En High Street se encuentra la preciosa St Lawrence's Church (High Street, 1), una de esas joyas medievales que adornan a buena parte de los pueblos de Inglaterra. El edificio es del siglo XII de un gótico tan simple como bonito (no dejes de visitar su cementerio). Y en Victoria Street está The Victoria Hall, sede del ayuntamiento local y una muestra muy buena del neogótico victoriano de mediados del siglo XIX. Comer en Bourton-on-the-Water.- The Mousetrap Inn (Lansdowne) es uno de esos pubs tradicionales que tanto nos gustan. Carta corta y ecléctica donde no pueden faltar el pastel de carne y el fish and chips. Kingsbridge (Victoria Street) ofrece una sopa buenísima en sus dos versiones: tomate y puerro y papa. SE intercalan los típicos platos de pub inglés con algunas especialidades indias e italianas. Y cerveza artesanal deliciosa.
A dos pasos de Bourton-on-the-Water.- En los alrededores de Winchcombe (a menos de 20 kilómetros de Boiurton-on-the-Water) hay tres sitios históricos que ponen de manifiesto la importancia histórica de esta parte del país y, también, el cuidado con el que las autoridades tratan el Patrimonio. Si hiciéramos un viaje atrás en el tiempo, el primero de estos hitos sería Sudeley Castle (Castle Street) que con más de mil años de historia muestra la evolución de las grandes fortalezas normandas del siglo XI hasta convertirse en las imponentes mansiones palaciegas de la nobleza rural inglesa. A diferencia de otras casonas de la zona, el estilo Tudor es el predominante frente al georgiano que impuso la cercanía de la ciudad de Bath. Mil años más hacia el pasado. La Villa Romana de Spoonley Wood (Cheltenham) es una de las muchas granjas palaciegas que se construyeron en el sur del país tras la conquista latina. Aquí puedes ver un mosaico y restos de paredes. Y terminamos en el año 3000 AC para visitar el Túmulo de Belas Knap (Cheltenham), una tumba de corredor neolítica que fue reutilizada de manera reiterada hasta tiempos de Roma.
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