El Río Sûre marca los límites entre Luxemburgo y Alemana en el extremo este del pequeño ducado centroeuropeo. A pocos kilómetros de la capital este pequeño cauce tributario del Mosela describe un amplio arco que da cobijo a los cantones de Grevenmacher y Echternach. En apenas unas docenas de kilómetros se apelotonan pequeñas ciudades, las reservas naturales más importantes del país y algunos monumentos históricos de gran importancia que ayudan a comprender la idiosincrasia y la configuración del país. Esta ruta se centra en esta zona que se encuentra en un radio de no más de una hora en coche de la capital luxemburguesa. Pero pese a la escasez de kilómetros, hay tanto por ver que te va a demandar una jornada sin descanso y la oportunidad de hacer alguna escapada a territorio alemán para cercarnos a Trier, la ciudad romana del gigante europeo. Estamos en una zona de frontera y eso se nota en la abundancia de castillos y atalayas que sirvieron desde tiempos de los romanos para controlar los pasos que conectaban la antigua Galia con Germania de camino a Treveris (la actual Trier).
Camino a Echternach.-Maravillas como el Castillo de Bourglinster (acceso desde E-29 y Ruta 122), una fortaleza del siglo XI enclavado en un valle de gran belleza paisajística. En un estrecho valle cubierto de bosques donde se extiende el pueblo del mismo nombre con sus casitas y una iglesia románica (la Inmaculada Concepción) muy bonita. Con la E-29 la distancia que media entre la capital y la frontera con Alemania apenas es de apenas 33 kilómetros. Echternach sirve de punto de entrada al país desde el landen de Renania Palatinado. Estamos a 25 kilómetros del centro de Trier, una de las ciudades más sorprendentes e interesantes del sur de Alemania (con un pasado romano que se deja ver en monumentos sobresalientes como la Porta Nigra, la Basílica de Constantino o el Anfiteatro a parte de su pasado medieval, renacentista y barroco).
La Abadía de Echternach (Place du Marché) es el gran reclamo de esta pequeña ciudad. La importancia de este cenobio de origen alto medieval (poco después de la caída de Roma) trasciende a la propia Luxemburgo ya que se convirtió en un centro de peregrinación desde el siglo VII. El conjunto de edificios es un compendio de la historia de la arquitectura europea desde Roma (se construyó aprovechando una villa rural romana) hasta el siglo XVIII. Este monasterio benedictino es una de las grandes joyas histórico artísticas de Luxemburgo y atesora una colección de libros iluminados que es única en el mundo. En la ciudad hay otras cosas que ver. La más curiosa es el Museo de Prehistoria (Rue des Tanneurs, 2) un pequeño centro dedicado a colecciones prehistóricas de Centro Europa. Echeternach es la ciudad más antigua de Luxemburgo y cuenta con un centro histórico muy atractivo. El origen de la villa fue la Place du Marché y de ahí parten las principales calles repletas de viejas casas muchas veces centenarias. También puedes ver restos de las murallas y las torres defensivas (Rue des Redoutés) y otros lugares de interés (el Pabellón Rococó –junto al río Sûre- y La Orangeríe –Rue St. Willibrord-, un pequeño palacio barroco con jardines).
Dos planes en territorio Alemán.- Desde Echternach puedes hacer una pequeña incursión en Alemania para acercarte a ver algunas cosas. Nosotros te proponemos dos planes. Para los amantes de la historia queda la Villa Romana de Bollendorf (An d. Römischen Villa), una pequeña explotación rural vinculada a la antigua Treveris. Y si vas con niños puedes echarle un vistazo al Dinopark de Teufelsschlucht (Ferschweilerstraße, 50 –Ernzen-), un parque temático dedicado a los dinosaurios.
El Geoparque de Mullerthal.- Dejamos atrás la historia y nos metemos de lleno en el gran tesoro natural del país. Luxemburgo es una sucesión de prados y tierras de cultivo que ha ido mermando los bosques nativos. Para encontrar manchas de arbolado original hay que acercarse al cauce de algunos ríos encajonados con tierras poco prácticas para la agricultura y la ganadería. Aquí nos vamos a encontrar paisajes vírgenes en los que se combinan buenas cubiertas vegetales, tramos fluviales salvajes y zonas de interés geológico que justifican su inclusión en la red mundial de geoparques de la UNESCO. El Centro de interpretación de este geoparque se encuentra en el pueblo de Beaufort (Rue de l'Auberge, 8) con una exposición y medios audiovisuales. En el pueblo también hay un castillo y una iglesia medieval interesante (Saint Michel - Rue de l'École-).
El grueso de las maravillas de Mullerthal se encuentra en torno al cauce del pequeño Río Enz y a la pequeña aleda que lleva el mismo nombre del geoparque. Ahí mismo, por ejemplo, están las Cascadas de Schiessentümpel y las primeras manchas de bosque nativo que se encajonan en torno a los ríos y arroyos de la región. Desde aquí también parte el tramo más espectacular del Mullerthal Trail. Si tienes tiempo de hacer los 6,6 kilómetros que median entre este punto y Berdorf (sólo ida) vas a flipar con uno de los senderos más espectaculares de Europa. Pero también puedes ir en el coche tranquilamente parando en los lugares más bonitos: Las Fuentes de Meelerbur; el Predigtstuhl (la Silla del Sermón) o la espectacular Garganta de Werschrummschlüff.
Vianden, el castillo con mayúsculas.- Terminamos la ruta propuesta en Vianden, otro de esos pueblos medievales preciosos que hay por todo el país. El Castillo de Vianden (Mnt du Château) es su principal carta de presentación. La fortaleza del siglo XII (aunque es de origen romano) aupada sobre un promontorio rocoso cuajado de bosques es una de las imágenes más potentes del país. Visitar este edificio es hacer un viaje al pasado: justo a las raíces de la historia europea con elementos románicos, góticos y renacentistas. Pero en Vianden hay mucho más que ver: está el Claustro de la Iglesia de los Trinitarios (Grand-Rue,), el entorno de la Grand-Rue y el camino que conduce hasta el Cementerio de Vianden (sube a la presa, que tiene unas vistas sobre el castillo que son una pasada). Visitar una mina de cobre (Rue Principale, 5 – Stolzembourg-).- A pocos kilómetros de Vianden está el pueblo fronterizo de Stolzembourg que a parte de un castillo y la preceptiva iglesia cuenta con unas curiosas minas de cobre de más de 500 años de existencia que se pueden visitar.
Fotos bajo Licencia CC: Tristan Schmurr; Frans Berkelaar; Armin S Kowalski; Heribert Bechen