Los nombres de Utah Beach, Omaha Beach, Juno Beach, Gold Beach y Sword Beach están tatuados a fuego y acero en el precioso tramo de costa que va desde la desembocadura del Río Sena a la punta de Gateville. El litoral de Normandía aún muestra las huellas de aquel conflicto brutal en forma de búnkeres, nidos de ametralladoras, líneas de trincheras y enormes memoriales donde reposan los restos de miles de soldados aliados y alemanes que participaron en la llamada Operación Overlod. La región es uno de los mejores destinos viajeros de la costa atlántica francesa y una de las razones es el poder de atracción que aún ejerce en nosotros la épica de aquel ‘Día D’ y lo que aún se puede ver y sentir de aquellas jornadas que conformaron la Europa de nuestros tiempos. El 6 de junio de 1944 aquí desembarcaron más de 140.000 soldados que iniciaron la sangrienta liberación de Francia. La primera de las grandes poblaciones que vio a los alemanes salir por pies fue Bayeux. Fue sólo un día después del desembarco, lo que la libró de los combates y de la destrucción que sufrieron otras localidades de la comarca. Por Bayeux también pasaron el 4 de agosto de 1944 los republicanos españoles de La Nueve que apenas unas semanas después, tras demostrar un valor y arrojo fuera de lo común, serían los protagonistas de la liberación de París. Bayeux en el centro de la historia europea… Y no fue esa la primera vez.
La pequeña ciudad es una magnífica base de operaciones para conocer la costa del ‘Día D’, pero también es un lugar imprescindible para comprender otro episodio que marcó la historia del continente europeo. Un desembarco a la inversa, esto es, desde las costas normandas hacia Inglaterra. Un desembarco que se produjo hace casi mil años y que cambió para siempre la relación de fuerzas en ambas orillas del Canal de la Mancha. El Museo del Tapiz de Bayeux (Rue de Nesmond, 13; Tel: (+33) 2 3151 2550) guarda en su interior uno de los grandes tesoros históricos de Francia y de la Europa medieval. Este enorme bordado de casi 70 metros de longitud y una anchura media de 50 centímetros narra, a través de preciosas figuras y textos en latín, los sucesos que culminaron en la conquista normanda de Inglaterra entre 1064 y 1066 –hay quien dice que es el primer cómic de la Historia-. Entre los sucesos que se explican en el enorme lienzo se encuentra el paso del canal de la armada de Guillermo el Conquistador: un desembarco de ida. A poca distancia está el Memorial de Bayeux (Bd Fabian Ware, 1945), uno de los grandes cementerios militares de la zona -éste está dedicado a soldados de la Commonwealth- y el Museo de la Batalla de Normandía (Bd Fabian Ware; Tel: (+33) 2 3151 4690), uno de los mejores y más completos de la región. Aquí vas a encontrar viejos carros de combate, objetos que pertenecieron a los soldados, documentos, fotos, maquetas. Es un lugar para pasar varias horas y en el que se explican las vicisitudes del desembarco de vuelta.
La ciudad tuvo la suerte de ser liberada a las primeras de cambio sin sufrir apenas daños y sigue siendo una preciosa localidad con un legado medieval impresionante. La foto más bonita del pueblo la tienes a orillas del Río Aure desde el puente que da acceso a la Plaza de Aux Pommés. Aquí puedes ver un viejo molino hidráulico y algunas de las casas más antiguas del lugar. Las calles San Martín y San Jean ejercen de eje longitudinal conectando la mayoría de punto de interés: no dejes de admirar el antiguo almacén que acoge a la Oficina de Turismo y las casas de trama de postes de madera que aún siguen en pie. Bayeux era una de las sedes episcopales más importantes durante la época normanda y la Catedral de Notre Dame de Bayeux (Rue du Bienvenu; Tel: (+33) 2 3192 4848) da buena muestra de ello. Es una de las cumbres del llamado Románico Normando aunque con añadidos góticos posteriores y es considerada como un verdadero tesoro nacional –es linda por fuera y aún más bonita por dentro-. Este templo jugó un papel crucial en las previas a la invasión ya que fue el escenario de la ceremonia política (homenaje) que justificó el salto de Guillermo el Conquistador a tierras inglesas.
La trama urbana de Bayeux guarda muchísimas joyas históricas. Uno de los lugares más visitados es el Museo Baron Gérard (Rue du Bienvenu, 37; Tel: (+33) 2 3192 1421) que no sólo tiene más que interesantes colecciones históricas y artísticas sino que ocupa un hotel (palacio) precioso; justo al lado está el Conservatorio del Encaje (Rue du Bienvenu, 8; Tel: (+33) 2 3192 2850), una institución que exhibe y guarda piezas textiles tradicionales. Muy cerca de la ciudad (10 kilómetros al sur) tenemos otro de esos lugares que hay que ver sí o sí. La Abadía de Mondaye (Juaye-Mondaye; Tel: (+33) 2 3192 5811) un pequeño cenobio que ha sido testigo de las vicisitudes, idas y venidas de esta parte del mundo a lo largo de los siglos.
Ecos de guerra en Omaha Beach.- Desde Bayeux hasta las arenas de Omaha Beach (Côte d’Or originalmente) apenas hay un paseo de 20 kilómetros. Un paseo que merece la pena y que sirve de culmen a la visita al famoso Tapiz de Guillermo el Conquistador. Otra vez la guerra. Aunque aquí se siente una fuerza intensa quizás fruto de la posición que la mayoría de las gentes de bien tiene sobre los acontecimientos que tuvieron lugar aquí en junio de 1944. El Muro del Atlántico fue un complejo sistema de fortificaciones, bunkers, nidos de ametralladoras y obstáculos tendido por los alemanes desde Normandía al norte de Francia. En Omaha Beach se dispusieron obstáculos submarinos; medidas anti tanque en la arena, campos de minas y un sistema de búnkeres y nidos de ametralladoras que podían barrer la totalidad de la superficie con una verdadera lluvia de plomo y fuego. En Omaha, esta verdadera fortaleza contaba con 15 fortines (los WN que aún pueden verse en pie); 60 puestos de artillería ligera; 85 nidos de ametralladoras y varios kilómetros de trincheras. Aún así, más de 43.000 soldados aliados saltaron a la orilla de Omaha Beach aquel seis de junio. En frente, unos 12.000 alemanes parapetados en sus fortalezas.
El Museo Memorial de Omaha Beach (Av. de la Libération -Saint-Laurent-sur-Mer-; Tel: (+33) 2 3121 9744) nos da la bienvenida poco antes de encontrarnos frente al mar. Es otro museo más… Pero lo bueno de este memorial es que está centrado en el día a día de los soldados durante aquellas jornadas históricas. El Cementerio Americano de Normandía (Route du Cimetiere Americain) es uno de los lugares más famosos de la región y también un buen lugar para explorar los restos de la batalla. En este enorme gigantesco camposanto reposan los restos de casi 10.000 militares norteamericanos muertos durante la Batalla de Normandía. Un verdadero bosque de cruces blancas y cruces de David sobre prados verdes recuerdan a los muertos; como curiosidad diremos que aquí reposaron los restos del único voluntario español que saltó a tierra junto a los norteamericanos, el gallego Manuel Otero. Pero es que el cementerio se encuentra junto a una concentración importante de restos del Muro Atlántico.
Los Widerstandsnest son esas imponentes estructuras de hormigón reforzado que se construyeron como puntos clave de la defensa alemana (los fortines). Algunos eran enormes casamatas artilladas con piezas de gran calibre; otros búnkeres con piezas menores o grandes puntos de mando y comunicaciones. Estos Widerstandsnest se encuentran repartidos por todas las playas y en Omaha hay 15; tres de ellos se encuentran en las inmediaciones del cementerio norteamericano. Aún así no dejes la ocasión de visitar los que se encuentran en otros sectores de la playa pero si tienes prisa anda a ver la Batería de Longues-sur-Mer (39 Rue de la Mer, 39 -Longues-sur-Mer-; Tel: (+33) 2 3121 4687), un fantástico conjunto de cañones protegidos con carcasas de hormigón que se situaron entre las playas de Omaha y Gold Beach para impedir las evoluciones de la flota aliada. Lo más increíble de este conjunto de cuatro estructuras y una torre de dirección de tiro es su estado de conservación. Es como si hubieran parado de disparar antes de ayer. En Gold Beach puedes ver los restos de los muelles desmontables de hormigón que se plantaron aquí tras el Día D para el desembarco masivo de tropas y material que se produjo tras la Batalla de Normandía.
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