Un paseo por Quartier Latino, el barrio universitario de París

La orilla sur del Sena está íntimamente ligada a la Universidad de La Sorbona. El centro docente se fundó en el siglo XIII en un edificio cercano al actual Panteón y ganó justa fama como lugar de debate y aprendizaje atrayendo a multitud de alumnos. Era tal el número de estudiantes y profesores que se movían por los alrededores de la Universidad que se oía más el latín que el francés. Y de ahí el nombre: Barrio Latino. Esta parte de la capital francesa es uno de sus vecindarios más antiguos y atractivos. Uno de los pocos lugares en los que los rastros de esa París medieval aparecen en viejas casas y muros más allá de las grandiosas iglesias góticas. Y aunque ni esta parte de la ciudad se salvó del plan de derribos masivos que dieron paso a la actual ciudad a mediados del XIX, aún pueden verse algunas viejas casas en torno a San Julien le Pauvre, Saint Severin y la Plaza de Saint Michel.

Conocer el Barrio Latino a fondo demanda un par de jornadas de exploración sistemática. Aún más si queremos ver por dentro algunos de sus edificios notables o dedicarle el tiempo que se merece, por ejemplo, al Museo de Cluny (Rue du Sommerard, 28; Tel: (+33) 1 53 73 78 00) que tiene una de las mayores colecciones artísticas medievales del mundo. Pero hacerse una idea de lo que esta parte del París en una jornada de paseo es posible. Te proponemos una ruta circular con inicio y llegada en la famosa Plaza Mongue. Desde aquí partiremos hacia el Sena visitando los rincones más paradigmáticos del barrio y haciendo alguna parada para comer o tomar un café y volveremos al corazón del quartier con hitos de la talla del Panteón. Al caer el sol podremos cenar en alguno de sus restaurantes o escuchar el mejor jazz de París.

De Plaza Mongue al Sena .- Iniciamos el paseo en la Plaza Mongue. Tempranito, eso sí. Rue Mongue es una de las arterias más importantes de esta parte de la ciudad y también un nexo de unión entre la nueva y la vieja París. Antes de caminar hacia el Boulevard Sanit Germain podemos hacer dos paradas: subir las escalinatas de la Rue Rollin y darle un vistazo a las Arenes de Lutecia (Rue Mongue, 49), uno de los pocos restos arqueológicos que pueden visitarse a cielo abierto. Del antiguo anfiteatro romano apenas quedan un par de muros (la mayoría reconstruidos), parte del graderío y la propia arena en la que se efectuaban las luchas de gladiadores. No es gran cosa, la verdad, pero ahí está y es una pena no aprovechar la ocasión para verla. Calle abajo nos topamos con los primeros grandes edificios de la zona: la Iglesia de Saint-Nicolas-du-Chardonnet y la Maison de la Mutualité , una soberbia construcción de inicios del siglo XX. Seguimos hasta la Place Maubert para ver que, en esta ciudad, los puestos callejeros no están reñidos con la clase y los productos gourmet. Aquí nos encontramos con dos buques insignias de la gastronomía del barrio: en la Fromagerie Laurent Dubois puedes comprar quesos franceses a buen precio y en La Maison d’Isabelle presumen de hacer de los mejores de croissants de la capital.

En la ruta que te proponemos cruzamos el Boulevard Saint Germain y continuamos por Rue Larangue en dirección a la Place René Viviani ara encontrarnos con una de las joyas más hermosas y, a la vez, más desconocidas de la ciudad. Antes de meterte en las tripas de San Julien le Pauvre deambula un poco por esta pequeña plaza arbolada para ir descubriendo algunos restos del París medieval y, a la vez, buscar el mejor encuadre para la foto inevitable a las torres de la cercana Notre Dame de París, que está ahí nomas al otro lado del río. Pero los pasos se alejan del cauce del Sena para visitar San Julien le Pauvre (Rue Galande, 79; Tel: (+33) 1 43 54 52 16), una de las construcciones más antiguas de toda la ciudad; no dejes de entrar porque merece mucho la pena. De aquí al Boulevard de Saint Michel se encuentran algunas trazas de ese París medieval que desapareció hace apenas un siglo y medio. Más allá de las piedras góticas de Saint Severin (Rue des Prêtres, 3; Tel: (+33) 1 42 34 93 50), las construcciones añejas emergen en esquinas y detalles en vías como Saint Severin, Xavier Privas, la Harpe o Huchette. Una buena oportunidad de ver una de estas viejas casas por dentro es la librería Shakespeare & Co (Rue de la Bûcherie, 37; Tel: (+33) 1 43 25 40 93) un auténtico mito cultural de la ciudad que antaño fue refugio de escritores y hoy atrae a miles de turistas. Antes de volver a dar la espalda al río ándate hasta la Plaza de Saint Michel para ver una de las fuentes más bonitas de la capital.

Del río a los Jardines de Luxemburgo .- Abandonamos las calles que bordean el Sena por Rue Danton. Para mitómanos o amantes de la historia revolucionaria francesa quedan el lugar dónde se instaló la Imprenta de Jean Paul Marat (Cour du Commerce, 8) y, un poco fuera de ruta, la estatua dedicada a la figura de Diderot (Saint Germain y Ciseaux). La primera parada importante de este breve paseo es la Iglesia del Santo Suplicio Iglesia del Santo Suplicio (Rue Palatine, 2) un enorme templo que es uno de los mejores ejemplos de neoclasicismo en Europa. La Plaza del Santo Suplicio es famosa por dos cuestiones. La primera tiene que ver con el arte y es la Fuente de los Cuatro Obispos, una de las más notables de la ciudad. Y la segunda es el Café de la Mairie (Place Saint-Sulpice, 8; Tel: (+33) 1 43 26 67 82) uno de los cafés más famosos de la ciudad y que ha sido escenario de decenas de escenas cinematográficas.

Un pequeño rodeo nos deja frente a la fachada del Teatro del Odeón (Place de l'Odéon; Tel: (+33) 1 44 85 40 40) poco antes de llegar hasta Los jardines de Luxemburgo Los jardines de Luxemburgo , otro de los grandes atractivos de esta parte de la capital francesa. Este inmenso parque público de más de 22 hectáreas fue uno de los jardines privados más grandes de Europa y hoy forma parte de las instalaciones del Senado de Francia, que tiene su sede en el adyacente Palacio de Luxemburgo. El origen de los jardines se remonta al siglo XVII. El palacio se construyó entre 1615 y 1627 como segunda residencia de María de Medici, reina consorte de Francia como esposa de Enrique IV y regente en calidad de madre de Luis XIII. El jardín fue ampliándose a lo largo del tiempo y tomando su forma actual gracias al trabajo de uno de los más afamados paisajistas de la época (Jacques Boyceau). Pese a las amputaciones del siglo XIX, sigue siendo uno de los parques públicos más grandes y bonitos de París. En su interior hay invernaderos reconvertidos en salas de exposiciones, teatros de marionetas y una enorme fuente dónde los nenes juegan con sus barcos de vela. Es ideal para hacer una parada y relajarse un par de horas.

El Panteón, Saint Étienne du Mont y la Plaza de la Contrescarpe .- la ruta propuesta culmina en torno al Panteón (Place du Panthéon; Tel: (+33) 1 44 32 18 00), otro de los grandes edificios que hay que visitar sí o sí. Desde fuera, el imponente templo dedicado a la ciudadanía. Aunque fue diseñado como iglesia, la nueva república decidió dar un ejemplo soberbio al mundo destinando la imponente mole neoclásica a servir de mausoleo para ciudadanos ilustres del país. Aquí reposan los restos de personalidades de la talla de Voltaire, Rousseau, Víctor Hugo, Marie Curie, Monet o Alejandro Dumas entre otros muchos. En la portada (inspirada en el Panteon de Agripa de Roma) puede leerese: ‘A los grandes hombres de la patria agradecida’. El interior es brutal: las obras de arte se suceden: los cuadros que hablan de la historia del país y los monumentos dedicados a los hombres y mujeres que construyeron la nación a lo largo de los siglos. Una verdadera oda a la ciudadanía. Un ejemplo. Otra de las curiosidades del edificio es la réplica del famoso Péndulo de Focault, un instrumento científico instalado en el espacio bajo la cúpula (que emula a la de San Pedro) en 1851 para demostrar el movimiento de rotación de la tierra.

Muy cerca del Panteón se localizan otras maravillas: unas modernas, como la Biblioteca de Santa Genoveva Biblioteca de Santa Genoveva (Plaza del Panteón, 9) y otras más añejas como la gótica y maravillosa Saint Étienne du Mont Saint Étienne du Mont (Place Sainte-Geneviève; Tel: (+33) 1 43 54 11 79), una de las iglesias más bonitas de la ciudad. Antes de buscar Rue Mongue para cerrar el círculo, no dejes de situarte en el arranque de Rue Soufflot para ver, desde la distancia, la figura esbelta de la Torre Eiffel. Volvemos a meternos en el corazón del Barrio Latino buscando (a través de las callejuelas situadas a espaldas del Panteón). Uno de los rincones más bonitos del ‘quartier’ es la Plaza de la Contrescarpe, un espacio chiquito repleto de terrazas, cafés, bares y pubs. Estamos en el epicentro de la movida universitaria de París –muy cerca, en Rue Cardinal Lemoine, vivió Hemingway-. De ahí a Plaza Monge hay apenas un centenar de pasos.

COMER EN EL BARRIO LATINO

Una buena parte de las mejores opciones para comer barato en París se encuentran en el Barrio Latino. A continuación te recordamos los locales que se encuentran en el entorno del recorrido propuesto.

ATELIER-72 CHEZ POULPO ATELIER-72 CHEZ POULPO: (Rue du Cardinal Lemoine, 72; Tel: (+33) 9 73 24 07 95) Tapas a lo francés; pequeñas obras de arte culinarias excelentemente preparadas y presentadas. Ideal para cenar. Uno de los mejores descubrimientos de nuestro último viaje a París. Precio Medio: 18 Euros.

CHEZ NICOS : (Rue Mouffetard, 44; Tel: (+33) 01 4587 2813) Crepes dulces y salados a muy buen precio y, también, riquísimos. El local es chiquito y suele estar empetado, pero es posible comprar para comer en la calle y cierra a las dos de la mañana –otra vez ideal para españoles-. La sencillez del local engaña, porque los crepes son grandes y exquisitos (la variedad es espectacular). No tienen nada que envidiar a los de los locales más caros de la ciudad y aquí puedes comer por muy poco dinero. Un crepe salado (son grandes) y una bebida salen como 10 euros, un precio que en París, sencillamente, no existe. Es una de las visitas recurrentes de nuestros paseos parisinos. Precio Medio: 10 euros.

LE COUP CHOU: (Rue de Lanneau, 9 y 11; Tel: (+33) 01 4633 6869; E-mail: guillaume@lecoupechou.com) Un clásico del Barrio latino con mucha historia. No es barato, pero tampoco es caro para lo que ofrecen. Cocina francesa de primera a precios medios (platos desde 15-20 euros) con la posibilidad de comer de menú desde 27 euros, que para lo que es París, no está nada mal. El lugar es encantador –es una casa histórica del siglo XVII- y merece la pena para darse el capricho sin tener que pedir un préstamo. Precio Medio: Menú desde 27 euros; a la carta 35 euros (que para París no es caro para la calidad que ofrecen).

LA FOURMI AILÉE: (Rue du Fouarre, 8; Tel: (+33) 01 4329 4099) Local encantador a dos pasos del Sena famoso por sus quiches (tartas saladas de masa quebrada) aunque cuenta con una buena carta centrada en la gastronomía tradicional francesa sin demasiados artificios. El plato del día ronda los 15 euros. Esta es una muy buena opción para los vegetarianos. Precio Medio: 25 euros

AU P’TIT GREC: (Rue Mouffetard, 68; Tel: (+33) 06 5024 6934; E-mail: info@auptitgrec.com) Una de las mejores creperías de la ciudad situada en el extremo sur del Barrio Latino. Local pequeño con apenas un par de mesas altas. Crepes buenísimos, enormes y baratos (desde 3 euros). Ideal para pedir y seguir caminando. Precio Medio: 10 Euros.

JAZZ EN EL BARRIO LATINO

París es un paraíso para los amantes del jazz; y el Barrio Latino no es una excepción al respecto. Abundan los locales de copas dónde puedes escuchar música en directo. Le Petit Journal Saint-Michel Le Petit Journal Saint-Michel (Boulevard Saint-Michel, 71; Tel: (+33) 1 43 26 28 59) es uno de los lugares más destacados ya no sólo del barrio, sino de toda la ciudad. Otro lugar paradigmático es Le Caveau de la Huchette Le Caveau de la Huchette (Rue de la Huchette, 5; Tel: (+33) 1 43 26 65 05), que celebra más de 70 años de swing. Muy cerca se encuentra Le Caveau des Oubliettes Le Caveau des Oubliettes (Rue Galande, 52; Tel: (+33) 1 42 02 08 44).

Fotos bajo Licencia CC: Viajar AhoraViajar Ahora; Fred Romero